Cuéntame tu mayor secreto

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Como de costumbre, Alice y Morgan al salir de clase se encuentran en la cafetería y se dirigen a la cita con la psiquiatra y luego almuerzan juntas. Cada tarde buscaban cosas para hacer, trataban de cambiar constantemente de actividad ya que temían aburrirse de lo mismo y que ello conllevara a cosas aun peores para ambas, así que esa tarde decidieron solo quedarse a hablar en la casa de Morgan, querían simplemente hablar y descansar un poco de las actividades.

-Y dime de que te gustaría hablar- ella sabia que quería saber, pero no quería parecer chismosa o mucho menos indiscreta

-Que quieres saber de mi?

-Cuéntame algo que no sepa de ti- su carita de curiosidad ya no se podía ocultar mas y Morgan sabia que es lo que pretendía 

-Entonces quieres que hagamos confesiones ?

-Sip, pero comienza tu- su voz de niña relució y era algo que Morgan amaba escuchar 

-Bueno...- Se tomo un tiempo para saber que decirle, la verdad no era muy buena en ello, pero aun así estaba dispuesta a contarle algo- Confieso que siempre he querido ser una gran escritora, de esas que el 80% del mundo conoce por su gran talento y amor al escribir, solo lo mala escritora me impide hacerlo. Te toca

-Y has escrito algo?- ella sabia que aunque no haya leído nada escrito por Morgan, no debía ser tan malo como decía 

-Mas o menos, solo que nunca se lo he mostrado a alguien y no quiero hacerlo. Lo siento - odiaba cada momento en el que decepcionaba a alguien que amaba y mas por saber que no podía hacer nada para cambiar

-No te creo, pero espero que cuando te sientas segura de mostrarme algo, lo hagas - Sabia que lo peor que podía hacer era presionarla y que se sintiera peor, así que prefirió continuar- Confieso que cuando tenia 6 años, les decía a todas mis compañeras que les hacia las planas si me daban pastelitos o parte de su lanchera, aunque las que lo hacían no me agradaban y hacia eso feo- rompe en carcajadas al recordar aquello, no sabia si sentirte orgullosa de eso  o avergonzada.

-Wow, es algo fuerte. Yo nunca hacia eso, solo me sentaba a ver como todos hacían amigos y yo no - la verdad no sabia nada feliz para contarle a Alice y de verdad sentía que estaba arruinando todo

-Te toca otra vez

- Me gusta mucho la poesía y leer varias cosas. Hay un monologo que me recuerda mucho de ti o al menos siempre que lo leo estas en mi mente - Fue inevitable cambiar de color y en cuestión de segundos, su rostro estaba cubierto de un rojo que hacia ver su rostro diferente, lleno de pena y vergüenza 

-Cariño, es demasiado tierno. ¿Como se llama? - quería llenarla de besos, pero solo le dio uno para dale tiempo de responder - quiero que me lo leas

-Ya me dio pena, no estoy segura de poder leertelo sin que me tiemble la voz. Se llama "CRAVE" de Sarah Kane - Ella quería leerselo, solo que de verdad le daba mucha pena leer mal o equivocarse - Espera lo busco

-Gracias, mi vida. Lo aprecio demasiado- esataba tan emocionada que mientras Morgan buscaba, ella fue al baño para mojarse la cara y tener la típica expresión de enamorada pero no tanto como para espantar a Morgan

-Te voy a leer solo un fragmento, aunque igual es un poquito largo- esperaba que cambiara de opinión, pero no lo logro.

-Leemelo, no importa si es largo o corto

-Esta bien. "Quiero dormir a tu lado y hacerte las compras y cargarte las bolsas y decirte cuánto me gusta estar contigo pero me siguen obligando a hacer estupideces (...)Y quiero jugar al escondite y regalarte mi ropa y decirte cuánto me gustan tus zapatos y sentarme en el borde de la bañera mientras te bañas y hacerte masajes en el cuello y darte besos en los pies y llevarte de la mano e irme contigo a cenar y que no me importe que comas de mi plato y encontrarme contigo en el Rudy's y hablar del día y teclear tus cartas y llevar tus cajas y reírme de tus paranoias y regalarte discos que nunca escucharás y ver películas buenísimas y ver películas malas y quejarme del programa de radio y hacerte fotos mientras duermes y levantarme para prepararte café con tostadas y panecitos y salir contigo a tomar un café al Florent en medio de la noche y dejar que me robes los cigarrillos y que nunca tengas fuego y contarte lo que vi en la tele la otra noche y acompañarte al oculista y no reírme de tus chistes y desearte por la mañana pero dejarte dormir un poco más y mientras darte besos en la espalda y acariciar tu piel y decirte cuánto me gusta tu pelo tus ojos tus labios tu cuello tu pecho tu culo y sentarme a fumar en la escalera hasta que vuelva tu vecina y sentarme a fumar en la escalera hasta que vuelvas y preocuparme cuando te atrases y asombrarme cuando te adelantas y regalarte girasoles e ir a tu fiesta y bailar hasta quedar negro y estar triste cuando me equivoque y feliz cuando me perdones y mirar tus fotos y desear haberte conocido desde siempre y sentir tu voz en mis oídos y sentir tu piel contra mi piel y tener mucho miedo cuando te enojes y se te ponga un ojo negro y otro azul y tu pelo hacia la izquierda y una cara de oriental y decirte estás preciosa y abrazarte cuando estés ansiosa y abrazarte más cuando sufras y desearte sólo con olerte y abusarme al tocarte y gemir cuando esté a tu lado y gemir cuando no esté a tu lado y babear sobre tu pecho y envolverte toda la noche y sentir frío cuando me quites la manta y sentir calor cuando no lo hagas y derretirme cuando sonrías y desintegrarme cuando rías y no entender y preguntarte por qué crees que te estoy rechazando cuando no te estoy rechazando y preguntarme cómo puedes pensar que yo sería capaz de rechazarte a ti y preguntarme quién eres pero aceptarte igual y contarte acerca del ángel del niño del bosque encantado que voló sobre el océano porque te amaba y escribirte poemas y preguntarme por qué no me crees y tener un sentimiento tan profundo que no encuentra palabras y querer compartirte un gatito y sentir celos de él cuando reciba más atención que yo y retenerte en la cama cuando te tengas que ir y llorar como un bebé cuando finalmente te vayas y vaciar los ceniceros y comprarte regalos que no quieras y llevármelos otra vez y pedirte que te cases conmigo y que tú me digas que no otra vez pero siempre fue en serio desde la primera vez y deambular por toda la ciudad pensando que sin ti está vacía y querer todo lo que quieres y pensar que me estoy perdiendo a mí mismo y saber que contigo estoy a salvo y contarte de mí mismo lo peor e intentar darte lo mejor porque tú lo mereces y contestar tus preguntas cuando prefiera no hacerlo y decirte la verdad cuando en realidad no quiera e intentar ser honesto porque sé que tú lo prefieres y pensar que todo se acabó pero aferrarme allí durante diez minutos más hasta que me eches de tu vida y te olvides de quién soy e intentar acercarme a ti porque es hermoso aprender a conocerte y el esfuerzo vale la pena y hablarte mal en alemán y peor en hebreo y hacer el amor contigo a las tres de la madrugada y de alguna de alguna manera comunicarte ese amor abrumador, arrasador, incondicional, omnipresente y sempiterno que enriquece el corazón y libera la mente ese amor eterno y presente que siento por ti" - Al terminar solo trato de contener las lagrimas y no pensar en el hecho de que había escuchado su voz temblar y ver como las lagrimas caían de los ojos de Alice- Disculpame por no saber leer tan bien, pero me pone muy nerviosa hacerlo.

-Tranquila, me encanto haberlo escuchado de tu voz, no hubiera sido lo mismo si yo lo hubiera leído- estaba tan feliz y lloraba por saber que esos pequeños detalles que Morgan tenia con ella, nadie lo había hecho antes, y eso le encantaba aun mas.

-Solo no llores, se que hubiera sido mejor si alguien mas te lo lee. Perdón por leer mal, voy a practicar para la próxima vez.- Los nervios la estaban consumiendo, necesitaba estar sola y por desgracia ya Alice debía ir a casa. El día ha terminado y las dos deben descansar.

-Tranquila, aunque puedes practicar conmigo, si te apetece.



Ni la muerte podrá separarnosWhere stories live. Discover now