Nada es para siempre

14 2 0
                                    

Duele saber que todo tiene su final, que en algún momento vas a dejarme quieras o no. Es estúpido pensar que vamos a estar toda la vida juntas, quizás hasta que una de las dos muera o simplemente se acabe el mundo. Perdón por ser tan pesimista y siempre decirte que pienses positivo, solo temo ilusionarme y que todo termine mal. Dime que necesitas y yo tratare de hacerlo, quiero que seas la mujer mas feliz del mundo. 

Tras terminar de escribir en su pequeño blog, Morgan decide descansar, cada día se hace mas largo y aunque haga cosas para distraerse al final siempre es lo mismo, solo que no esta dispuesta a decirle a nadie, no es justo que por ella los demás no estén tranquilos y disfruten cada segundo en paz. Nadie merece pasar por algo así, pero todo tiene su razón de ser y eso ella lo tiene muy claro.

Al despertar, se empezó a organizar y maquillarse para ocultar esas enormes ojeras que mostraban mas de lo que ella quería, como de costumbre, al no tener suficiente tiempo para desayunar, opta por tomar una barra de granola para comer de camino a la escuela y no tener que escuchar su molesto estomago pidiendo a gritos comida. Al llegar, le escribe a Alice, al parecer ese día no iba y no recordaba que le haya dicho algo al respecto.

De: MorganJ

Para: Alice♡

Buenos dias, Cariño.

¿Como amaneciste?

Amor, pense que hoy vendrías como siempre, si necesitas algo o te paso algo llamame para saber que estas viva. Te amo y quiero verte.  

Espero 5 minutos mas en la entrada para asegurarse que solo esta un poco retrasada y por desgracia no llego, tenia la esperanza de recibir su llamada o al menos un mensaje. Al terminar la jornada, mira de nuevo su teléfono y no hay llamadas y menos mensajes de Alice, ya esta demasiado preocupada y no le importa parecer una intensa acosadora. En la primer llamada contesta, eso ya la tranquiliza un poco y puede irse tranquila a casa.

-Amor, lo siento. ¿como estas? - Su voz sonaba un poco dormida.

-Tranquila, al menos ahora puedo estar tranquila sabiendo que estas bien- Por fin pudo recuperar la cordura - ¿por que no viniste hoy?

-Anoche no pude dormir, estaba un poco enferma y mejor descansare hoy todo el día -  se sentía mal al no poder acompañarla o al menos tener la fuerza física para estar despierta junto a ella - En cuanto este bien, prometo compensartelo.

-Tranquila, mi vida. Tengo una idea. Que tal si voy a tu casa y hacemos pereza juntas?- necesitaba descansar ella también y si lo podían hacer juntas aun mejor.

-Mmm... vale, me parece una buena idea, aunque no quiero que te enfermes por mi culpa

-Ahora llevo algunas vitaminas que son en gomitas y comemos las dos

-Bueno, pero solo de a una o dos, no quiero que te las gastes todas en mi.

De camino a la casa de Alice, paso por una farmacia en la cual compro varias cosas como vitaminas y pastillas para la garganta. No sabia que era lo que tenia y tampoco quería llevarle pastas malucas para que sea mas fácil tomar cada una y evitar la amargura de hacer algo por obligación. Al llegar a casa se tomo un largo tiempo para tocar el timbre, ya que tenia demasiados nervios de que al abrir la puerta uno de sus padres este tras ella, tras un largo rato se armo de valor y toco el timbre dos veces. Para su sorpresa, quien abrió fue su hermana quien viajaba cada año a casa para estar con su familia. No estaba tan segura de si había tocado en la casa correcta, su memoria fotográfica le jugaba malas pasadas y hacia que pasara vergüenza constantemente .

- Hola. ¿tu eres Morgan? - al parecer ella ya sabia un poco de lo que estaba pasando y Morgan solo mostraba su rostro lleno de nervios - Pasa, ella te espera en su habitación, espero que verte le ayude un poco.

-Si, soy yo. ¿Como sabes mi nombre? - solo le causaba curiosidad eso y saber quien era esa chica que se parecía mucho a su novia, aunque la diferencia es que no era tan linda - Espero poder ayudar bastante, de verdad quiero que este mejor.

-Yo soy Anne, la hermana de Alice y ella me contó un poco de su vida en lo que ha pasado últimamente y te menciono a ti. Me alegra que sean felices juntas.  - Ella se veía de una forma peculiar, su manera de hablar sobre el tema era diferente a la de cualquier persona, parecía que conociera cada detalle de la historia entre Alice y Morgan, y no estaba mal - Entonces pasa o Alice va a pensar que te estoy interrogando.

Suelta una risa nerviosa y pasa para dirigirse a la habitación, nota que están  y en un par de minutos la hermana de Alice también saldría con uno de sus primos, para ella era mejor estar a solas en la casa ya que no se sentía tan incomoda si necesitaba ir a la cocina por algo para su novia o si tuviera que darle una ducha para calmarle la friere, todo estaba a favor de ellas y necesitaban que fuera así por mucho tiempo. Al llegar a la habitación se da cuenta de que esta demasiado enferma y entra cuidadosamente para despertarla con un beso por mas cursi que fuera. Nunca había sido tan delicada en su vida, pudo sentir como sus labios rozaban la mejilla de Alice, sentía su calor y necesitaba abrazarla. En un par de segundos se dio cuenta de que estaba despertándose con una tierna sonrisa.

-Buenas tardes, mi amor. Perdón por despertarte - Con suavidad se sienta en la orilla de la cama junto a ella y con su mano le acaricia lentamente el cabello, se pudo dar cuenta de que aun no se había duchado y no la culpaba por ello, de verdad no estaba nada bien - ¿Como te sientes?

-Tranquila, mi vida. Me alegra que hayas sido tu y me encantaría despertar así todos los días. La verdad, no muy bien, estoy cansada y me pesa el cuerpo - en su voz era mas que evidente que no estaba nada bien, necesitaba un baño y dormir al menos dos días seguidos - ¿que traes en esas bolsitas?

-Te traje las gomitas y otras cositas, y puedes estar tranquila porque saben rico.

- Es demasiado lindonde tu parte, pero son muchas.

-Amor, solo quiero que estes mejor y rápido, te necesito - sus ganas por ayudarla eran muchas y no sabia por donde empezar - Esperemos a que se vaya tu hermana y te doy un baño en la tina, así vas a estar más fresquita y podras dormir tranquila.

-Gracias, mi vida - se sentía apenada  por no poder hacer las cosas ella sola, pero le gustaba estar junto a su novia para ayudarla - Amor, de verdad aprecio mucho lo que estas haciendo y se que deberíasestar haciendo las tareas.

-Es con mucho gusto y amor. No tengo para mañana e igual no pienso ir sabiendo que estas así de enferma - Sin decir nada, se para y va en camino a la sala, necesitaba ver si estaban solas. Al subir de nuevo a la habitación ayuda a Alice a levantarse y se dirijen a la ducha, mientras Morgan la desviste con cuidado, la tina se va llenando y el vapor empieza a cubrir lentamente el vidrio. Mientras la desviate, por primera vez puede sentir su piel suave y delicada entre sus manos, siente como su pecho me mueve con cada segundo que respira. Se siente mal al saber que esta enferma y no es mucho lo que pueda hacer ella sola, al menos puede estar con ella y ayudarla un poco.

- No quería que me vieras tan débil y menos sin poder ayudarme en más cosas - Solo queria darse una ducha y regresar a la cama, esperaba poder mejorarse pronto - Me voy a comer una gomita mientras me ducho y cuando me acueste me tomo una pasta.

- Ya te la traigo, no te muevas - corrio lo más rapido que pudo y le llevo las gomitas y de camino al baño se comió una, eran sus favoritas - Te voy a duchar rápido y nos vamos a dormir.

Con mucho cuidado la ayudo a entrar a la tina que estaba un poco tibia, lo suficiente para ayudar a refrescar en cuanto salga. Le recogió el cabello en una coleta lo suficientemente suelta para que no le doliera la cabeza. Tomo un poco de gel para baño y comenzó a limpiar cada parte, no queria parecer aprovechada y en cada movimiento se notaba cuanto amor le tenía. Al terminar, la seca muy bien y le pone una pijama.

- Me gusto mucho la ducha que me diste - se escuchaba un poco mejor y más calmada, si había funcionado.

-Me alegra que te haya gustado, quizás después nos demos una juntas - a pesar de el mal momento, no podía dejar de ser tan coqueta con su novia, necesitaba verla reir o al menos tratar de hacerlo.

En cuanto terminan de organizarse, se dirijen a la cama y se disponen a descansar. Por primera vez duermen en la tarde juntas, no era muy normal que lo hicieran, pero para ambas se sentía bien y estaban a gusto junto a la otra entre sus brazos. Lo único que quedaba por esperar era que Alice mejorara pronto.

Ni la muerte podrá separarnosWhere stories live. Discover now