Solarium.

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Rave Rogers, el cantante de Fear and Death, se paseó por detrás del escenario incontables veces enfadado con los encargados de video y sonido. Se suponía que los efectos de la guitarra se hacían con pedales, mismos que habían olvidado en el porche, y que si iban por ellos tardarían más de cuarenta minutos y obviamente no llegarían a tiempo... si eso llegaba a pasar entonces el Solarium tendría que adelantar la apertura.

Por otra parte, Randall, el guitarrista líder apenas llegaba por el estacionamiento emocionado por aquella nueva aventura, nunca había tenido tantos espectadores, y sus padres se limitaban a decirle que lo haría bien, y que si llegaba a equivocarse no se escucharía por tantos instrumentos que contenía la banda. Entonces, al bajar quiso echarse a correr y empezar a tocar de una buena vez, ¿para qué esperaban media hora más a que empezara?, los nervios se estaban apoderando al cien por ciento de su cuerpo, a tal punto que le temblaban las piernas al caminar.

Llegando al lugar y metiéndose por detrás de una gran cortina vio a diferentes sujetos apresurados, vestidos con una playera negra con el logo de la banda (una especie de calavera con capucha al lado de una vela negra derritiendose) y sintió por primera vez seguridad hacia sí mismo, cosa que no muchas personas tenían. De pronto sintió un fuerte golpe en el hombro y fue ahí cuando conoció por primera vez a Matthew Henderson.

Éste había chocado con Randall accidentalmente con tal de escapar de un regaño de Rave y tenía que echarse a correr de alguna manera hacia cualquier lugar que no fueran los camerinos.

"Lo lamento" Se disculpó sin siquiera ver con quién se había topado. "Es que Rave está muy... ¡No puede ser! Eres Randall, ¿no es así?, nuestro guitarrísta líder... hace mucho que no te veía, y luces muy diferente..."

En realidad, Randall sí conocía a Matt en cuanto en los primeros ensayos al entrar a la banda, pero nunca le había dirigido la palabra, hablaba más con Rave, y con el bajista aunque no sabía su nombre, ya que Matt le parecía un sujeto rudo, como alguien que no quiere que se le acerquen. Pero, viendo lo sucedido y la manera en que se disculpó, pensó que fue la primera vez en que en realidad lo conocía.

"No te preocupes" Consiguió decir. "Y sí, estoy algo cambiado, apenas han transcurrido como tres meses y me ha crecido algo el cabello. ¿Ya estás listo para la tocada?"

"Desde que nací, hermano... pero Rave está muuuy enfadado con nosotros, o con los managers, la verdad no sé pero algo trae, creo que han olvidado los pedales para tu guitarra, y si no lo solucionan se cancelará la tocada..."

"No" Dijo Randall cortándole el discurso y dándole una palmada en la espalda. "Vamos a hablar con él".

"No, hermano, para nada, no me acercare a los camerinos".

"Anda, no pasará nada, tengo una pequeña idea que puede servir".

Ambos caminaron por pequeños pasillos y se toparon con muchas puertas, pero llegaron, era en realidad un pequeño cuarto con cuatro sillas, un espejo muy grande y mucha ropa negra tirada por las esquinas. Rave estaba enmedio, mirando con ojos enrojecidos hacia la abertura por donde Randall y Matt entraban sin siquiera pensarlo dos veces.

"Rave" Dijo Randall. "No te preocupes, no necesito los pedales para los efectos, traemos el amplificador, y mi guitarra tiene palanca, aparte no creo que se escuchen muy bien con el nivel de distorsión, y Matthew también quiere que se escuche la suya".

Rave, se llevó una mano a la mandíbula y comenzó a pensar la idea... si él era el vocalista entonces para qué diablos se fijaba en lo que le hacía falta al guitarrista líder... si el sabía lo que hacia entonces debía confiar en él, pero si por otro lado llegaba a sonar muy mal el sonido entonces lo mataría... o bueno, tan siquiera golpearlo para que no se metiera con él ni con su banda viéndoles la cara. Pero, Randall estaba seguro de lo que hacía, aunque fuera la primera vez en un escenario había practicado ya los efectos con el amplificador y había tenido que aprender a usarlo detalladamente.

2

Tocaron las doce canciones y todo fue de maravilla, la gente brincó tanto que Randall pensó que se rompería el suelo y caerían al estacionamiento, pero no fue así. Se dieron cuenta que empezó a llover a media tocada pero por suerte estaban dentro de la plaza, y ésta tenía ese espacio dedicado para cuando se presentaran más bandas, hicieran conferencias, o fueran a firmar libros o discos. En general, no tuvieron ningún problema, a todos les encantó y cortaron el lazo rojo de inauguración a eso de las cinco de la tarde, tiempo suficiente para que la gente entrara a los locales a comprar cosas y fueran a comer algo en el área de los restaurantes.

Rave tuvo uno de los mejores momentos de su vida y supo en ese momento que Randall debía ser parte de la banda desde que tocó su primer solo; nunca lo había visto de esa manera desde los ensayos, y a Matthew tampoco, movieron sus cabezas al ritmo de los riffs pesados y rápidos y es de admirarse, en cambió él se paseaba por el escenario señalando a las personas y apuntándoles con el micrófono para que siguieran las letras de las canciones.

"No olviden nuestra fiesta de celebración y de una buena tocada" Les dijo Rave a los demás miembros de la banda mientras se ponía unos lentes de sol como los famosos.

"¿Tenemos fiestas de buenas tocadas?" Preguntó Matthew algo extrañado, pero también debió admitir que esa fue la mejor hasta entonces. "Bueno, ¿será en tu casa?"

"No, mis padres estarán ahí y no dejarán sacar las bebidas... que sea en la tuya, Randall".

Éste estaba a punto de decir que sí hasta que recordó la vigilancia de los policías, y de los Harris, que harían lo posible por meterlos a la cárcel.

"Lo lamento, tenemos problemas con los de comisaría y puede que nos estén checando en todo momento" Respondió y miró a Matthew.

"Bueno, bueno, lo haremos en la mía, pero no inviten a mucha gente porque mi casa no es tan grande y siempre terminan rompiendo cosas..."

"Ahí estaremos, a las ocho" Fue lo último que dijo Rave y se fue hacia el estacionamiento.

Mientras tanto y tiempo después de haberse despedido de Matthew, Randall corrió hasta donde estaban sus padres y les dio un fuerte abrazo, como el de la madrugada, ¿quién diría que estarían felices con el de nuevo? Y aunque nunca se habían enfadado con él eso parecía, seguro creían que él había hablado de más con el oficial Kennedy o en realidad había sido el verdadero cómplice de la muerte del señor Dave.

3

"Por favor..." Pidió por tercera vez y sus padres se miraron algo alarmados.

No era la primera vez que Randall iba a fiestas, pero no le daba confianza que fuera justo a la casa de un desconocido, o bueno, al menos para ellos lo era.

"Matthew es el guitarrista rítmico, lo vieron tocar, es muy buena onda, y queremos celebrar"

Randall estaba ansioso, eran las siete y media y quería llegar como fuera posible, si sus padres no lo dejaban entonces juraría que se lanzaría por la ventana y se iría como un fugitivo... al fin que no sería el único muchacho que se escapaba, y aparte ya era mayor de edad, tenía veinte y en realidad no tenia por qué pedir permiso, pero sus padres siempre habían estado con él y era obvio que sus cuidados aún no se habían esfumado. Aparte si vivía en el techo ajeno tenía que obedecer a todo, incluso permisos.

"Prometo estar aquí a las diez, o hasta más temprano, por fin tengo unos amigos de verdad...o por lo menos les gusta lo mismo que a mí".

Sus padres se miraron de nuevo y esta vez pareció haberlos conmovido, asintieron al mismo tiempo, y antes de que Randall pudiera decir otra cosa su padre le puso una mano en el hombro y le habló al oído mientras su madre se alejaba, ella pensaba que le diría que tuviera cuidado, pero en realidad él sí estaba a favor de la diversión puberta.

"Diviértete" Y le tendió veinte dólares de contrabando.

Randall sonrió y se guardó el dinero. Se fue a eso de las ocho, justo cuando empezaba la gran fiesta y le llamó a Matthew cuando caminó hacia el parque de la colonia.

"Quédate en donde estas, pasaremos por ti en carro, no tardamos"

Y eso hizo, se quedó ahí y se sentó un momento en una banca grafiteada de entre el jardín del parque, hasta que algo de la calle de enfrente llamó su atención.




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