"Paciencia niño."
-Hoy pasaron muchas cosas...No sé si podré, ¿sabes?- hizo una pausa.- la maldita impotencia me traga vivo Mephis.
Hablaba un Sock con tono preocupado a el viento, o tal vez a ese Mephis que nadie ve, y a su alrededor la basura que queda después de envolver un regalo.
carraspee un poco para que mi demonio me notase, y sólo se espantó.
-...¡JONNY HONEY!~- sonrió bobo pero falso al mismo tiempo.
-Hola...¿y?- pausé- ¿qué hace mi demonio favorito?- intenté aligerar el ambiente.
-Mal, me corté con las tijeras por accidente mientras no estabas, y Mephis me regañó, y...alguien me desilusionó.
-...¿debo decir que quiero golpearlo?- vamos Sock, se me acaban las bromas, sonríe un poco.
-si, definitivamente.- comenzó a llorar, pero al acercarme me di cuenta que reía mucho.
-Sock~
-..Hoy, no quiero un beso Jonathan.
-hum..¿qué tal dos?- lo abracé por la cintura.
-...quiero los que te dio ese tipo sean los metros que estés lejos de mi.
-Oh, está bien, pero recuerda que ésta es mi casa.
Sock salió de la casa, ¿puedes empeorarlo Jonatha? Dime que no.
No pude ganar la pelea con mi orgullo, y lo dejé ahí todo lo que restaba del día.
A la noche decidí dejarle una manta para que no se resfriara, pero no lo encontré afuera, no estaba por ninguna parte, así que me fui a mi pieza a dormir, pero al recargarme sentí un gran bulto bajo las sábanas, rápido me quité y vi a Sock, casi ni inmutado después de haberme dejado caer sobre el.
Me sumergi a su lado y quedé dormido abrazándolo.
Di las buenas noches en un susurro, pero Sock tuvo otra pesadilla a la madrugada.