Alone | 𝗥𝗶𝗰𝗸 (EN EDICIÓN)

9. "Reencuentros"

Una vez que el sol salió la preocupación de Rick aumentó a lo máximo ya que Anabelle seguía sin aparecer.

Preparó algunas cosas. Justo Daryl y Glenn entran a la sala.

—¿Ya nos vamos? —preguntó el coreano.

—Sí, lleva armas por si acaso.

—Pero apurense. Recuerden que no es buena con la orientación y puede que esté perdida —dijo Daryl con impaciencia.

—Listo. Vamos —anunció Rick.

Algunos también se ofrecieron a ir mientras que otros se quedaron para vigilar. Se llevaron algunas cosas y comenzaron a caminar en busca de Anabelle y Judith.

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Mientras tanto, con la mencionada, ya había amanecido, volvió a emprender camino hacia la posada mientras observaba el mapa con un oído atento por si los caminantes llegaban a aparecer.

Tenía esperanza, esta vez sí los encontraría.

[...]

Ya había pasado quien sabe cuantas horas desde que volvió a hacer su caminata. Sentía que ya se había perdido, se suponía que el camino no sería tan lejos. Las esperanzas se fueron disminuyendo poco a poco.

Pero de repente como si el universo hubiera escuchado sus plegarias unas voces de personas se escucharon a lo lejos. Sigilosamente se escondió mientras intentaba observar.

—¿Estará muy lejos? —Soltó un jadeo al distinguir la voz de Carl.

—Debe de estar cerca si no me equivoco —respondió Daryl.

No esperó y se dejó mostrar ante ellos.

—¡Chicos!

Al primero que logró ver fue a Daryl pero su presencia fue opacada por la de Rick que fue corriendo a abrazar a su hija.

Algo nerviosa quitó como pudo a Judith del portabebés creyendo que el hombre querría abrazar a su hija primero, pero en vez de eso las abrazó a ambas al mismo tiempo.

Sintió que la sangre se subía a sus mejillas, obviamente le correspondió.

Rick besó la frente de Anabelle a la vez que murmuraba "gracias" una y otra vez, aquel gesto provocó millones de mariposas en su estómago.
Terminó de liberar a Judith y se la entregó a Rick. Inmediatamente la atrapó y comenzó a llenarla de cariño junto con Carl.

Por otro lado, Daryl no dudó ni un segundo en ir a abrazar a su amiga. Ella le correspondió con mucho cariño.

—Creí que te había pasado algo —murmuró en su oído.

—Estoy aquí, no te preocupes. —Daryl asintió y se separó de ella para observarla con detalle. Asegurándose de que no tuviera ni un rasguño.

Maggie corrió a abrazarla también, al igual que Tara, ambas mujeres le agarron bastante cariño. Con sólo volver con Judith entre sus brazos demostró lo buena que era.

Finalmente luego de tantos abrazos Anabelle habló.

—¿Entonces...? ¿Dónde está la posada? —preguntó con una sonrisa de oreja a oreja.

Se abrieron paso al nuevo refugio con aires mas de entusiasmo.

—¿Cómo lo encontraron? El sitio  —preguntó Anabelle sacando charla.

—En la mansión, Maggie encontró el mapa y ahí marcaba dónde estaba el hotel —le contestó Rick caminando a su lado mientras miraba a su hija—. Muchas gracias por encontrar a Judith. No sé como pagartelo.