La diferencia está en el verbo Amor

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ChanYeol resopló por quinta vez y cerró los ojos con fuerza, agarrándose de toda la paciencia y cordura que pudieran quedarle desde muy temprano esa mañana.

—¿Porque siento que ya viví esto antes? BaekHyun, sal del auto. — volvió a decir pero el pelinegro se negaba.

—ChanYeol no. Pudiste haberme llevado a cualquier lugar ¿escuchas? Cualquier lugar menos aquí. — afianzó su agarre al cinturón de seguridad. Solo de imaginar lo que le esperaba detrás de esas puertas, se le ponía la piel de gallina.

Cuando vio que camino había tomando ChanYeol no pensó realmente en las consecuencias, fue solo hasta que se estacionó frente a su casa que el peso de la verdad le golpeó. Su padre probablemente estaba hecho una furia por lo que hizo, lo conocía perfectamente y sabe que desobedecer cuando se trata de seguridad es la pena mayor en casa.

Una vez lo hizo, burló a un agente que llevaba días siguiéndolo en el instituto para irse a las computadoras con sus amigos y al llegar a casa, su padre lo obligó a ver cómo regañaba fuertemente al chico por haberlo perdido, y después a él lo puso a correr alrededor de la cuadra cargando su equipaje militar por dos horas. No quería saber qué castigo le daría esta vez por haber hecho lo que hizo.

—No debiste haberlo avisado. — refunfuño de forma infantil. Sabía que era estúpido de haber estado en el lugar de ChanYeol él hubiera llamado a la marina, y de ser posible los cazadores de monstruos.

—No seas llorón. — ChanYeol bajó de la camioneta y caminó hasta su lado abriendo la puerta. —Todo irá bien, yo estoy contigo.

BaekHyun hizo un puchero que fue inmediatamente besado por el doctor y lanzó una rabieta de nuevo por el repentino gesto, pronto su cara comenzó a ser llenada de besos, cortesía de ChanYeol mientras le arrancaba una risa y le quitaba el cinturón para ponerlo sobre el pavimento.

Al entrar el primero en recibirlo fue el siempre animado Rocky que ladró y se removió eufórico bajo el toque de BaekHyun, dando algunos lengüetazos en sus manos.

—¿BaekHyun? — se tenso al oír la voz grave de su padre en la puerta.

Se incorporó lentamente mientras se mentalizaba que todo iría bien, y que ChanYeol correría con él sí lo castigaban.

Pero lo que paso no se lo esperaba, para nada. El señor Byun lo envolvió en un abrazo cálido y beso la coronilla de su cabeza aliviado. Le preguntó suavemente que si estaba bien y lo único que hizo fue asentir, un poco fuera de lugar.

Al entrar en la casa su madre lo recibió de igual forma, ella más natural y ligera como siempre. El señor Byun llevó a ChanYeol a tomar asiento y conversar mientras BaekHyun seguía a su mamá a la cocina, un poco extrañado por la actitud de su padre.

—Má ¿que paso con mi papá? Está tan tranquilo que me hace sospechar. — dijo BaekHyun en modo confidencial echándose sobre la barra mientras miraba a su madre que cortaba verduras. —Pensé que lo encontraría lanzando rayos por los ojos y gritando esas maldiciones con acento extraño.

—Así estaba al principio. — dijo ella mientras metía un trozo de zanahoria en la boca de BaekHyun. —Tuve que utilizar mis tácticas para calmarlo.

El pelinegro levantó ambas cejas haciendo una mueca sugestiva.

—¿Compraste lencería erótica otra vez?

JinSung le dedicó una mirada de advertencia y le mostró el cuchillo, una amenaza muda. BaekHyun paso saliva y robo otro pedazo de zanahoria fingiendo demencia.

—No. Le mostré el álbum familiar, fotos desde que estaban pequeños y le dije “en cuanto entre por esa puerta, deberías estar agradecido y no furioso, quien te asegura que no vendrá en un ataúd”. — la mujer asintió a sus propias palabras y siguió cortando ahora las papas.

Amor a segunda vista 》ChanBaek/♡\BaekYeolDonde viven las historias. Descúbrelo ahora