Recorriendo el Camino (CSI FanFic)

Capitulo 3

Morgan abrió los ojos, le pesaban como si hubiera dormido una vida, y algo así había sido desde que le indujeron el coma para que su cuerpo pudiera hacer frente a las lesiones recibidas y pudiera recuperarse del todo, a su lado estaba cogiéndole de la mano su padre Ecklie, que le sonreía torpemente tratando de mostrar fortaleza pero en el fondo estaba sumido en la emoción, al borde de las lágrimas. Ella esbozó una ligera sonrisa e intentó devolverle el apretón delicadamente, a medida que volvía en sí iba recuperando todo sus sentidos y volvía a sentirse más y más animada a medida que Nick, Sara, Finn y Greg iban entrando para saludarle y llevarle obsequios tan disparatados como globos y peluches, este último de Greg, fueron horas de visitas hasta que concluyó con DB Russell que le comunicó que si le apetecía podría volver a casa esa misma tarde y terminar de recuperarse con los cuidados de su padre.

Morgan asintió sin dudarlo, estaba feliz de volver a casa y tenía ganas de ir a trabajar, pero luego de que DB se fuera y su padre terminara de llevar sus cosas al coche, ella se quedó contemplando las blancas paredes de su habitación de hospital, eran “clínicas, frías” como lo que comenzó a sentir al darse cuenta que nadie más iría a visitarla, que había pasado con David, ¿Dónde estaba su amigo?, Se sintió triste, más bien apesadumbrada como si hubiera sido calada por algo, como si la hubieran vuelto a lastimar. Frunció el ceño sin darse cuenta, como reteniendo el pensamiento sobre David, sobre las circunstancias que les rodeaban, sobre… su novia Elisabetta –mencionó mentalmente esas palabras- y tan rápido las terminó de decir que comenzó sentir un calor sobre su rostro, sus ojos se encendieron de rabia contenida –según ella- pero para cualquiera que le viera sabría que lo que sentía eran simplemente celos.

Por qué David no estaba junto a ella, se corrigió en sus pensamientos y se dijo por qué no la había ido a visitar, tan ocupado estaría… se habrá casado… Elisabetta no lo habría dejado ir a visitarla… Elisabetta… sus pensamientos eran una vorágine de ideas que se sucedía unas tras otras pero que todas culminaban con… Elisabetta y ese ardor en sus mejillas, que al estar en un hospital era sinónimo de recuperación o de un estado febril, en todo caso nadie podría develar la lid que en su mente se estaba desarrollando. Sus pensamientos fueron interrumpidos por la presencia de una sonriente enfermera que traía consigo una silla de ruedas para llevarla hasta la entrada.

- normas del hospital, sentenció la enfermera anticipándose a la protesta que podría surgir de sus labios.

- Morgan sonrió conforme, y se sentó en la silla llevándose consigo los peluches, flores y globos que todos les había llevado para animarla.

La enfermera la miró, como esperando algo de ella, pero Morgan no captó esa mirada, no podía descifrar qué era lo que quería decirle. La enfermera por un momento dudó pero al final le indicó que se le quedaba el libro.

- Aquí está el libro de su amigo…

 … ¿Qué libro? Sin poder terminar de hablar, la enfermera le había depositado en sus manos un libro de tapa verde oscura, "En el camino" de Jack Kerouac, ¿Greg? Pensó no veía a nadie más que pudiera estar leyendo este libro de aventuras viajeras y desenfreno. ¿Se acuerda cómo era el hombre que me llevó este libro? Inquirió a la enfermera.

- No el lo leía por las noches –corrigió- llegaba muy entrada la noche y se sentaba en esta silla junto a su cama y comenzaba a leer, eso fue durante la semana que estuvo ingresada, más bien hasta la madrugada de hoy. Era un hombre de pelo gris corto y de unos hermosos ojos azules, se mantenía despierto todo el tiempo que estaba en la habitación, era como su ángel de la guardia.

- ¿David? Se quedó sin palabras intentando digerir una a una las revelaciones que al parecer la enfermera estaba deseosa de contar. Se levantó al llegar a la salida del hospital donde Ecklei le esperaba con el coche, se despidió agradecida de la enfermera pero ahora con los pensamientos nublándole la cabeza, estaba completamente aturdida, desconcertada.