En tanto, Morgan se había repuesto, bañado y vestido. Se encontraba ya junto a su coche aparcado en el estacionamiento, tomó su móvil y mordiéndose la comisura del labio, le escribió un whatsapp a David…
Morgan: Buenos días! Dormilón 33
David:-
Morgan: Vine por mi coche XD
David:-
Tras una pausa larga, donde David no daba respuesta a los mensajes de Morgan, esta comenzó a preocuparse. ¿Estaría David realmente enfadado con ella y de ahí este silencio? La interrogante le golpeó de frente, se habría equivocado al actuar… Ahora la preocupada era Morgan.
David, por su parte, en cuanto recibió el primero de los mensajes –incluidos los emoticones-, se le colmó nuevamente el corazón de un calor que le había abandonado. Recuperó su alegría y esperanzas, al darse cuenta que Morgan no le había abandonado y que lo que vivieron juntos era especial, no solo para él.
Al ser como él era, responder los mensajes se lo tomaba muy en serio. Por lo que meditó mucho en elucubrar cómo responder, qué palabras elegir, cómo expresar lo que tenía en mente, en fin eso le llevó su tiempo, tiempo que para Morgan era un indicador de que él estaba enfadado, ofendido, o vete saber qué cosa podía estarle pasando por la mente a alguien como David, caviló Morgan en su desesperación a falta de respuestas, igualmente no quería agobiarlo, así que esperó en silencio la entrada de un mensaje.
David, se tomó el tiempo necesario para escribir con propiedad lo que quería comunicarle a Morgan. Tenía que ser algo preciso, que expresase preocupación, pero a su vez necesidad y a su vez afecto. Y por supuesto un toque de Hodges, obviamente. Todo eso tenía que decir.
David: Traiga su culo hasta aquí, señorita Brody.
Morgan:
Morgan, no pudo sino reírse ante esto. Este es mi amigo… y mi novio. Sí mi novio, pensó y se sintió feliz de decirlo, pero sobre todo de reconocerlo.
Morgan: Voy en camino.
David: Ya estás tardando… ;) Y así fue como David, sucumbió ante el uso de los emoticones que tanto despreciaba, no lo reconocería jamás pero en un futuro cercano llegó a enviar un par de corazones, un gatito con corazones por ojos y hasta una bailaora flamenca para el cumpleaños de Morgan.
David regresó al cuarto de baño a terminar de acicalarse, le gustaba esa palabra sonaba vieja pero la encontraba por sobre todo muy visual. Se afeitó con precisión y se perfumó. Se cambio la camisa por una más moderna y ceñida. Se veía muy bien, lucía jovial, radiante. Olía exquisitamente y llevaba el cabello aún húmedo, revuelto, un poco de desorden le favorecía, lo hacía más atractivo… y sexy.
Morgan entró a casa de David y al verlo de esta manera, le agradó mucho lo que tenía frente así, parece que el tiempo transcurrido y las duchas respectivas intermedias, no habían hecho mella en el lazo indivisible de atracción que les mantenía unidos. Sintieron nuevamente esa atracción que los condujo en un primer momento hasta allí.
David la recibió con una enorme y sincera sonrisa en el rostro. Sus ojos azules brillaban de felicidad: Allí estaba Morgan de pie en el umbral de su casa, con un vestido de seda estampado de tirantes ue dejaban al descubiertos sus bellos hombros y brazos. Con un escote sugerente que mostraba sus atributos. Al caminar el vestido se movía con gracia, vaporoso, ligero. Se veía "radiante"… segura, dinámica… Morgan le devolvió una sonrisa aún mayor a David, sus miradas se encontraron deteniendo el tiempo a su alrededor.
Se encontraron en un abrazo. Morgan puso sus brazos sobre el cuello de David, este la asió hacia él, sujetándola con sus brazos fuertemente, desde la parte posterior del vestido de ella con un puño cerrado torció pare del mismo, ajustándolo al cuerpo de Morgan y atrayéndola más próxima a él. Con el otro brazo le rodeó por la cintura conteniéndola. Se fundieron en un beso, las lenguas se reencontraron, palparon y degustaron. Compartieron sus labios, los besos eran intensos, húmedos… ardientes… se apartaron tan solo un poco para reencontrase en las miradas azules y compartir una sonrisa que termino en otro beso, dulce, suave.
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Recorriendo el Camino (CSI FanFic)
Fiksi PenggemarDavid y Morgan se han convertido en buenos amigos. Hodges ha decidido contraer matrimonio con su bella novia italiana Elisabetta, en tanto, Morgan trabaja encubierto para descubrir a un asesino serial que tiene convulsionado a Las Vegas, pero algo s...