Capitulo 7

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¿Pero qué estaba pasando, sería la falta de sueño? Sus pensamientos se vieron interrumpidos de manera abrupta con la entrada de un mensaje, un WhatsApp… No se sorprendió que fuese de Morgan, de hecho esperaba que fuera de ella y explicase qué estaba sucediendo.

-       “Sorry, me tuve q ir L Luego t explico. LOL”

-       “¿Dónde estás? ¿Te encuentras bien?” Se apresuró a preguntar David, que a diferencia de muchos quienes emplean mensajes de texto. Él prefería escribir correctamente, con todas las letras que componen una palabra, sin abreviaciones y por ningún motivo emplearía emoticones para expresarse.

-       ;)

-       “No estoy para juegos… Quiero saber si te encuentras bien. Preferiría me llamases Morgan, por favor.” rogó David. A estas alturas se encontrado sumido en una completa maraña de confusiones, su mente estaba atrofiada sin capacidad de dilucidar algo en claro, a ello se sumaba el cansancio generado por la falta de sueño, hacían que sus movimientos y reflejos se hiciesen torpes y confusos.

-       Silencio, fue la respuesta de Morgan o la no respuesta. Fuera de línea, es decir ya no estaba conectada y no sacaría nada con enviarle más mensajes puesto que estaba claro que no le daría más respuesta que un simple emoticón generado por su móvil. Algo que David detestaba en lo más profundo de su ser.

Con desdén David se sintió de repente muy agotado y confuso, lo que tenía solo en mente era ir a su cuarto tomar una ducha muy fría y dormir hasta que despertase cuando lo hiciese. Llegó a su cuarto y por si albergaba alguna esperanza de ver a Morgan allí, esa esperanza se esfumó en cuanto abrió la puerta de la habitación. Sin mucho más ánimo se descalzó, puso los zapatos a un lado de la puerta en un perfecto orden. Luego procedió a desabotonar su camisa azul marino, primero los puños y luego los primeros botones desde el cuello hacia abajo, a la vez que caminaba desganadamente hacia el cuarto de baño.

David pensó que lo más que deseaba en esos momentos era… pensó y luego rectificó mentalmente… lo segundo que más deseaba ese día era ducharse y luego dormir. Lo primero había salido por la puerta de su casa sin dar más explicaciones que un ;) el sólo pensar en ese estúpido emoticón le encolerizaba.

Morgan no era una persona muy impulsiva, más bien era de pensar muy bien las cosas antes de hacerlas. Por eso cuando vio salir a David del living y quedó sola, se dio cuenta que llevaba horas no pensando con claridad, sino que actuando con un único motor… sus emociones. Por eso resolvió con rapidez lo que haría a continuación tras ver como David se alejaba hacia la cocina. Ella simplemente quiso desaparecer.

“Agua fría” pensó David, es lo que ahora necesito y abrió la puerta del baño, en tanto se despojaba del cinturón que rodeaba su cintura y que dejó sobre el suelo. Continúo la tarea de seguir desabotonando la camisa, iba en el tercer botón, cuando vio como la puerta del baño se cerraba tras de sí y girándose vio a Morgan frente a sí. De inmediato se congeló.

-       “Pensabas que después de todo ese discurso saldría huyendo… declaró con voz sensual Morgan que le regalaba una coqueta sonrisa.

-       … Nada. De la boca de David no salió ninguna palabra. Inaudito. Alguien había logrado lo impensable: Silenciar a David.

David y Morgan estaban uno frente al otro, en un estado de expectación, como dos imanes que están probando cuán lejos pueden estar antes de ser atraídos por el campo magnético del otro. Si alguien pudiera poner color al aire que salía de sus inhalaciones y exhalaciones vería que eran de un intenso rojo. Un rojo apasionado que entintaba todas sus arterias, venas y capilares. Cada centímetro de su ser emanaba pasión. David sintió que se recargaba de energía. Ya no necesitaba dormir… ni duchas de agua fría, ni cualquier otra cosa… Lo que quería era esto. Estar ahí mismo, encapsular ese segundo en el que descubre que el tener esperanzas a veces tiene sentido. Descubrir que sus sentimientos son correspondidos y que la persona que él atesora está allí precisamente frente a él. Que no huyó, que sí, lo que había vivido ese día era verdad. “Morgan quiere a David” –le susurró su inconsciente- y con ello su rostro volvió a recuperar esa sonrisa tonta con que ahora miraba a Morgan.

Morgan le miró con deseo. Había visto cómo David desabotonaba su camisa y a decir verdad, nunca lo había visto sin ella y ahora estaba curiosa, deseosa de ver que había debajo de esas ropas.

-“Espero no te disgustara esta ‘broma’”, dijo a media voz Morgan… quería fuese una sorpresa, precisó.

- “Lo ha sido, señorita Brody”. Dijo con sorna David que le miraba coquetamente, algo que muy pocas personas han visto y que caló hondo dentro de Morgan, sintió como si algo se hubiera encendido dentro de ella.

- “Y tú qué tienes para sorprenderme”, le retó Morgan, insinuando lo obvio. Miraba a David con un brillo en los ojos y jugando con sus labios. Morgan sentía que si cuerpo estaba completamente encendido, alerta a lo que pudiera venir, disponible a la acción.

Asumiendo el desafió, David le miró con capricho y sosteniéndole la mirada a Morgan, continuo desbotonándose la camisa, y por cada botón… avanzaba un paso hacia Morgan… y eran tres.

La tensión sexual entre ambos se podía palpar en el ambiente, en cada uno de sus poros, en las miradas que sostenían como si estuviesen midiéndose en un pulso de ver quien se rendía antes y bajaba la guardia ante la pasión que habían encendido.

Recorriendo el Camino (CSI FanFic)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora