Capitulo 8

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Primer botón, y dejó entrever el delgado surco que separa los pectorales de David.

Segundo botón, confirmó que los pectorales de David estaban bien en su lugar y definidos, más de lo que Morgan podría haber imaginado.

David notó, con el brillo de los ojos de Morgan que hasta ahora iba aprobando el examen.

Tercer y último botón…expuso sus abdominales, no eran una tabla de chocolates, pero tampoco se alejaban mucho de esa imagen. David tenía unos firmes abdominales y un vientre sólido. Su pecho era armonioso a la vista sin bellos. Morgan no pudo no bajar la mirada para checar el abdomen de David, su mirada cada vez adquirió más brillo. Casi como si de un gogo dancer se tratara, David se sacó con un solo movimiento la camisa dejando su torso completamente desnudo.

Apoyada en la puerta del baño, Morgan se incorporó y con una mueca de picardía  avanzó a paso sigiloso hacia David, sosteniéndole la mirada y con la habilidad de un felino se hizo con el botón del pantalón que desabotonó con un solo dedo y con los restantes comenzó a bajar la cremallera. Con esos movimientos logró atraer hacía ella a David que se encontraba completamente excitado. Cada rose y tacto que tenía con Morgan era una bocanada de fuego que emanaba desde el interior de su cuerpo y se expandía por este.

La cremallera develó no solo el sexy bóxer emporio Armani de David, sino también lo que este contenía. A estas alturas cabe señalar que Morgan no tenía el mayor interés de saber la marca de ropa interior de David, su pensamiento estaba centrado en sólo quitárselo, pero Morgan tenía un grado sutil, a la fecha, de masoquismo y le gustaba hacerse sufrir un poco, solo un poco lo suficiente como alimentar la excitación y mantener el interés. Como cuando era pequeña y abría los regalos de navidad con mucho cuidado de no estropear el papel que los envolvía, y hasta que no quitaba con extremo cuidado el adhesivo que lo pegaba y dejaba completamente liberado el papel de este, no veía que había en el interior. Disfrutaba mantener ese misterio el máximo de tiempo que ella pudiera aguantar. Pero hoy esa paciencia no era mucha y si bien disfrutaba del jueguito de tantear lo que guardaba el pantalón de David, ya no iba a resistir mucho más.

David sentía que hasta el último centímetro de su cuerpo ardía de pasión y deseo. Este deseo le estaba manejando y sin quedarse atrás a las manos curiosas de Morgan, sorprendió a esta al levantarla de un solo impulso y sujetándola de las nalgas y espalda la condujo hacia el lavamanos, sentándola sobre este.

Seducida por este repentino movimiento, Morgan exhalo un leve suspiro de satisfacción. David sin perder terreno la besó apasionadamente, fue un beso profundo, largo, se compenetraron a la perfección, sus labios y sus lenguas llevaban un mismo ritmo.

El beso no hizo más que alimentar el deseo de compenetrarse aún más, de querer explorar cada uno el cuerpo del otro. La lujuria se apoderó de David que dejó de besar a Morgan para comenzar a quitarle su blusa, con agilidad la desvistió quedando sólo en sujetador, se apresuró a besarle el cuello y a descender por este con movimientos que alternaban los besos, las succiones… Morgan disfrutaba este placer pero quería más… Apartó suavemente a David, tan sólo un poco, quería un poco de distancia entre ambos, sólo para hacerle ver a David lo que vendría- David lo comprendió y esperó expectante al siguiente movimiento de Morgan-… Ella le miró sonriente y con una sola mano se desprendió del sujetador, dejó así al descubierto sus pechos… Hermosos –dijo David- Eran firmes y voluminosos por efecto de la excitación, sus pezones estaban erectos, lucían radiantes.

David se acercó y bajo su cabeza a la altura del busto de Morgan y comenzó a besarle, no una vez sino muchas, alrededor del pecho y cuando llegaba a sus pezones rosaba sutilmente con la lengua la punta de estos. Morgan estaba extasiada, loca de placer pero quería más, con la mirada Morgan le pedía a David que la liberase. David comprendió con un gemido ahogado de Morgan que ya era tiempo de amar esos erectos pezones, se centró en ellos en besarlos, succionarlos, mordisquearlos solo con los labios y jugó con ellos delicadamente con los dedos, alternando unos y otros, a medida que escuchaba cómo Morgan iba aprobando cada uno de sus movimientos el se abocaba más y más en querer oírla gozar. Morgan se contraía por el calor que subía por sus entrañas. Sujetaba la cabeza de David mientras este estaba aún con sus pechos, Morgan le jaló suavemente de los cabellos hacia atrás para poder besarle, se besaron y acariciaron lujuriosamente. Eran una maraña de brazos que subían y bajaban por el cuerpo de uno y otro. Los besos eran cálidos, hervían de placer, Morgan besó a David por el cuello mordiéndole la oreja y luego el cuello, bajó por el pecho e hizo lo suyo con los pectorales de David, este se encontraba con la mente en blanco, la sangre se había ido de su cerebro y se encontraba completamente alojada en su entrepierna. Morgan lo sabía y por eso le acariciaba por debajo del pantalón y luego por dentro del bóxer, palpó como hervía el sexo de David, erecto, duro, lo extrajo, liberándolo de la prisión que se habían convertido los pantalones.

David se apresuró a besar nuevamente a Morgan en la boca, ya era un terreno conocido, conquistado que deseaba seguir recorriendo. La tomó entre sus brazos, ambos pechos desnudos estaban en contacto, calientes, sudorosos, unidos en un abrazo, unidos por la pasión. Morgan sintió la dureza del pene de David que presionaba sobre su pantalón, eso la excitaba, veía a un David que desconocía y que jamás pensó sería así.

David la volvió a levantar y ella lo rodeó con sus piernas en la cintura, así la condujo hacia el cuarto donde la depositó en la cama. Ella le miró mientras él se despojaba del pantalón y de su bóxer. Estaba desnudo delante de ella. Morgan le miró dándole una mirada de bienvenida y por supuesto que de aprobación, ella llevaba un rato anhelando sentirlo dentro de ella.

Morgan se apresuró en quitarse sus pantalones y quedó tan sólo con un pequeño tanga que cubría solo lo necesario, David se le aproximó y besó su vientre terso y suave, bajó por este hasta su tanga que extrajo entre besos y ayudado por sus hábiles manos. En la desnudez absoluta David la contempló. “Eres hermosa Morgan”. Ella se sonrojó.

Él comenzó a besar su entre pierna, su lengua se dirigió intuitivamente a donde sabía sería bienvenida. Morgan jadeo extasiada al notar cuán hábil era David con su lengua. Sintió que su cuerpo se colmaba de un sofoco que solo era posible liberarlo con un gemido, David se sintió complacido al saber que estaba dándole placer a una mujer tan bella y extraordinaria como era Morgan.

Deshizo el camino, subiendo por el vientre besando cada espacio del cuerpo de Morgan tocando sus pechos la fue amando, llegó a sus labios, sus miradas se volvieron a encontrar fue tan íntimo ese momento en que Morgan y David no sólo estaban desnudos uno sobre el otro sino que sus  miradas eran transparentes en ese momento no podían ocultar nada, estaban sus almas expuestas, Morgan sintió el rostro contraído de David, la mirada vívida, era excitación lo que emanaba David, ella sintió el pene erecto y firme sobre su vientre, le besó hondo, en tanto, tomó con su mano el pene de David  acariciándolo, masajeándolo, David jadeo complacido, Morgan repitió los movimientos rotatorios que hicieron gemir un poco más a David.

Morgan le soltó y le miró… quería sentirlo dentro de ella, era el momento, ya no soportaba más juegos, quería culminar esto llegar al éxtasis extremo. Le empujó hacia atrás a David que le miraba deseoso. Ella se inclinó hacia él, y se dispuso sobre David, sus cuerpos entraron en contacto, David sintió como su pene se adentraba en el calor húmedo de Morgan. Ella complacida le miró y se inclinó para besarle, comenzó a moverse pausadamente, lento suave, como degustándose poco a poco, ambos disfrutaron de ese sabor, de esa humedad. Morgan sintió un contacto especial, David también lo sintió. Ambos dieron con ese punto en que comenzó a cambiar el ritmo, en sincronía aumentaron las penetraciones. Sus corazones latían desbocados… Morgan y David, se contraían con fuerza a cada movimiento que sus cuerpos iban dando. Morgan sintió que estaba llegando al clímax notó que también David estaba en un punto de no retorno. Morgan se entregó de lleno a los últimos movimientos… dejando escapar un gemido liberador del placer que la estaba llenando… David se dejó llevar a su vez con el gemido de Morgan con dos movimientos más sintió que su cuerpo se iba en un gemido, su cuerpo convulsionó de placer un par de veces, se sintió sin fuerzas tras esto.

Morgan que aún estaba sobre él, le miró y se apartó delicadamente, aproximándose a él y besándole los labios, él le respondió satisfecho, feliz, pero sin fuerzas para pensar o moverse. Se apagó cayendo en un sueño profundo y pesado.

Morgan cogió las mantas y le tapó, luego cogió sus cosas y se marchó a su casa.

Recorriendo el Camino (CSI FanFic)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora