Capítulo 5

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- ¿Greg? –inquirió temblorosa mientras notaba como se acortaba la distancia que le separaba de David…parecía que no se iba a detener pero lo hizo, tan solo un paso les separaba, era una distancia incómoda, pero extrañamente se sentía “cómoda en esa incomodidad”.

- De Greg –afirmó- Se lo “pedí prestado” –reveló irónicamente, a la vez que bajaba la mirada hacia el suelo.

Morgan sintió como las manos de David se asían del libro, a la vez que ella sostenía el otro extremo del mismo, sin soltarlo.

David comprendió que Morgan no lo soltaría y jaló suavemente del mismo empujando hacía si a Morgan que se vio sorprendida al sentir su pecho junto al de David, su instinto le hizo querer permanecer bajo ese cálido encuentro, pero no se lo podía permitir. De repente le vino a la mente Elisabetta… Notó de repente que se encontraba en una extraña situación en donde tenía claro que tenía todas las de perder. Soltó de golpe el libro y con ello se liberó de aquella situación tan “cómoda-incómoda”, poniendo entre ellos la suficiente distancia como para no volver a caer en ese estúpido juego, pero de qué iba David, por qué se comportaba de ese modo. De repente notó que Hodges permanecía inmóvil, con la mirada clavada en el libro, tenso y sin decir palabra alguna.

-Creo que debo volver a mi apartamento, no me siento muy despierta… hablamos luego, en otro momento. Y se dirigió hacia su auto que estaba muy próximo al de David, sin voltear hacia donde quedó su “estimado amigo”, a sabiendas que algo pasaba, optó por huir de esa situación, huir de tener que enfrentar quizás cosas que no quería oír, escuchar que “lo siento pero Morgan tu eres mi amiga y Elisa…” A la mierda Elisabetta, fulminó su pensamiento con esas palabras que la encendieron por dentro. Maldición, pensó.

David sintió los pasos alejarse de Morgan, sintió por primera vez que hiciera lo que hiciera no podría rehuir el enfrentarse a sus sentimientos, sabía que huir era lo correcto pero estaba cansado de ello, estaba fatigado de esconderse, con el libro entre sus manos pensó que había llegado el momento de ser ese aventurero. De ser el que vive la aventura, en vez de ser el lector de las aventuras de otros. Alzó la mirada fijándola en Morgan que abría la puerta de su coche.

Morgan finalmente había logrado abrir la puerta de su auto, cuando esta se cerró nuevamente, pero esta vez había sido David que la había cerrado. Se giró encontrándose de lleno con el rostro de David, un poco sonrojado pero con una mirada tan cálida y profunda que se sintió desarmada, sin poder hacer ningún reproche.

-Creo debes saber que quien estaba junto a ti todas estas noches fui yo.

-...gracias, eres un… gran amigo…

-Sé que soy tu amigo, y no hay cosa en el mundo que me llene más que tu amistad…

-¿Y Elisa…

-Nada ni nadie, es más importante para mí… Que tú. Morgan... No hay ninguna Elisabetta –le reveló. Cuando supe que no sabían dónde estabas, el mundo se me vino abajo, fue un caos, un colapso… Vi con claridad que mis pensamientos han sido siempre para ti… incluso estando con Elisabetta.

Morgan, se encontraba aturdida de oír las palabras de David, escuchar esta especie de “declaración”. Nunca había visto al David vulnerable que ahora estaba frente a ella, buscando expresar sus sentimientos. Estaba comenzando a sentir ese ardor en su estómago, en sus mejillas y en su vientre…

David dejó de hablar y con el libro en una mano pasó por sobre la cabeza de Morgan, depositándolo sobre el capó del coche. Bajó suavemente el brazo hacia Morgan posándolo sobre el hombro de ella, descendiendo por el brazo hasta llegar a su cintura, hizo lo mismo con la otra mano. Sostenía a Morgan de la cintura –David pensó que esto perfectamente podría ser un sueño producto del agotamiento y la falta de sueño-  se acercó más… podía sentir el corazón de Morgan latiendo… levantó su rostro aproximándolo al de Morgan, se miraron conteniendo la respiración en un segundo, lo que les pareció una eternidad, sus labios se entre abrieron y como guiados por una fuerza invisible se encontraron besándose con suavidad, reconociendo la textura suave del otro, degustando el sabor de sus bocas. David se fundió en un abrazo ahogado de Morgan que le correspondió fusionándose aún más hacia él pasando sus manos por la nuca de David, recorriendo con sus dedos los cabellos grises…

…Por un momento sus labios se apartaron como buscando oxigeno para detener el mareo que los embriagaba. David pasó sus manos por la espalda de Morgan mientras volvía en busca de sus labios abrasándola en un beso fogoso que la hizo remecer. Morgan giró a David empujándole suavemente sobre la puerta de su auto, mientras continuaban besándose, mientras sus lenguas paladeaban la boca del otro y se entrelazaban en una especie de danza. Morgan sintió los dedos de David sobre su piel, sintió el calor del vientre de David sobre el suyo. Se sintió excitada, enloquecida de placer… David estaba en blanco, sin pensamientos, sintió por vez primera que vivía el ahora, se estaba dejando conducir por su pasión, por el ardor que recorría su cuerpo, por las ansías de querer seguir besando a Morgan, por la necesidad cada vez mayor de estar con ella.

Los besos y caricias, eran cada vez más intensos y profundas, ambos estaban entregados a este placer de querer descubrir más del otro.

Morgan se apartó de David, que aturdido la miró con incertidumbre, sin entender qué había hecho mal o si debía pedir disculpas por algo…

Morgan no pudo sino sonreír ante la cara de extrañeza de David.

-Creo debemos continuar esta “conversación” en mi apartamento o en el tuyo… será mejor… si no tienes inconveniente, claro está.

- Me gustaría mucho conversar en casa… Vamos en mi auto, te parece.

CONTINUÁ

Recorriendo el Camino (CSI FanFic)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora