David y Elisabetta se encontraban en medio del restaurante aclarando los malos entendidos que habían sostenido durante las últimas horas. Ella lucía radiante -pensó David y lo confirmó al ver como los demás hombres le miraban con envidia, un sentimiento nuevo para él- Había expuesto sus opiniones con exhaustiva claridad, estaba conforme y disfrutaba del carmenére que acompañaba las pastas.
Había terminado de cenar con Elisabetta y estaba convencido de la decisión que había tomado... casarse con ella, pese a los últimos acontecimientos donde había descubierto la no tan sincera persona que Elisabetta era, pero como ella misma le dijo, tenía miedo de cómo el se tomaría el hecho de que ella hubiera estado casada anteriormente.
Pero él ya había enrocado y no pretendía dar marcha atrás, había muchas cosas que se habían comprometido, su palabra ante Elisabetta, la declaración que Morgan había hecho ante migración… sus pensamientos se disiparon al llegar a este punto. Y por sobre todo no quería verse nuevamente como un hombre incapaz de conseguir la mujer amada.
¿Pero era eso solamente? (murmuró una voz en su cabeza, y porqué buscaba tantas justificaciones para reafirmar algo que se supone debe surgir espontáneamente… son tantas las cavilaciones que las personas enamoradas tienen en la cabeza… ¿O era simplemente él? Miraba a Elisabetta y ella no parecía tener confusión alguna.
-¿Amore, voglio entrare? Le sugirió con su seductora voz, que le sacó de sus profundos pensamientos, por un momento no supo como llegaron ante la casa de Elisabetta, había sido un día muy largo.
-Amore, non posso questa sera. Mia madre ha bisogno di me. Mi scusi, io chiamo mattina molto presto. Se disculpó para no quedarse esa noche junto a ella.
Elisabetta, le tomó de las manos y le besó le reclamó... "molto presto" y se fue haciendo "pucheros".
De regreso a su coche, ya en marcha, no supo porqué le había dicho tal cosa a Elisabetta, por qué no había querido estar esa noche con esa diosa italiana. ¿Por qué? Escuchó nuevamente en su cabeza.
De pronto, el teléfono le extrajo del camino al que se iban conduciendo sus pensamientos, un camino que ya había recorrido muchas veces y que bien sabía donde terminaba, un camino que en la realidad nunca recorrería.
Se apartó de la carretera para coger la llamada. Era Finn.
- ¿David? Es Morgan… la hemos perdido…
- Voy para allá, se apresuró a decir. Tenía un sin fin de preguntas agolpándose en su mente pero no acababa por articular ninguna a Finn, ella continuaba explicándole las circunstancias en las que había sucedido todo pero sus palabras se oían a lo lejos, en su cabeza solo escucha la palabra “Morgan”.
Llevaba tiempo reprimiendo cualquier tipo de conexión mental que lo condujera a divagar con Morgan, él lo tenía claro, mejor dicho Morgan se lo había dejado claro cuando le dijo que “olvidaran aquel beso, que hicieran como que aquello nunca había pasado”, pero David sabía que había sucedido, sus labios, sus mejillas, su cuerpo entero lo había vivido, él también estuvo allí, pero no podía negarle nada a aquel rostro angelical que le sofocaba el habla con solo mirarle.
Ahora bajo las actuales circunstancias, sabiendo que Morgan se encontraba en algún lugar a manos de un psicópata dispuesto a llevar a cabo cualquiera enfermiza fantasía que se le viniera a la mente, no podía sino revivir cada uno de los instantes compartidos, revivir el recuerdo de aquel beso que con tanto esfuerzo intentó olvidar pero que no pudo, porque ese beso lo conducía siempre por un camino de fantasía donde todo era perfecto, donde todo terminaba bien para él. Y eso era una gran mentira, más para él y su mente racional.
Se dirigió de inmediato al laboratorio con la esperanza de encontrar a Morgan. Entró a la oficina de DB donde estaban reunidos Sara y Finn para ver en qué punto se encontraban las investigaciones, hacía unos momentos que Nick y Greg habían llegado con el chico de la camioneta que estaba siendo interrogado por Brass, no sólo había desaparecido Morgan sino también la hija de del capitán Brass y no había tiempo que perder, afuera había un psicópata libre, que ya había matado a tres personas y al parecer aún no estaba dispuesto a detenerse.
Nick y Greg entraron con prisa e informaron que saldrían en busca del último lugar donde se había visto a Morgan.
David intentó el acompañarlos pero fue impedido por DB.
- Hodges, espero encuentres algo en la camioneta que nos pueda ayudar a dar con Morgan.
David sintió por vez primera que ser un ratón de laboratorio no solo lo mantenía alejado de la acción, sino que también lo mantenía alejado de la posibilidad de dar con Morgan, era casi un espectador, pero él había buscado esta situación, no era un hombre de acción, de disparos y persecuciones en coche, y ese hombre de no acción también se había trasladado al plano sentimental, tampoco actuaba, dejaba que las cosas se sucedieran.
Desorientado siguió los pasos de Sara hasta el garage, Sara lo miró leyendo en su rostro la preocupación de Hodges.
- La encontraremos, dijo Sara.
- Ya lo sé, respondió con voz firme.
- Es una chica fuerte, ahora necesitamos que todos esos conocimientos que almacenas nos permitan dar con ella, le sugirió dulcemente, al ver que se manejaba torpemente.
- Gracias, silenció
Sara llevaba razón, de algo no podía dudar era de sus conocimientos, de repente comenzó a sentir una vorágine de datos, fechas, nombres… Respiró hondo pero sigilosamente, uno, dos, tres veces, abrió sus ojos y se centró, comenzó a coger las diversas muestras que le había dado Sara y se las llevó a su laboratorio. Ahora aislado, estaba él y las muestras, debía ser capaz de descifrar cada uno de los enigmas, dejar hablar las pruebas, Morgan estaba ahí, en algún lugar de ese micromundo que eran las partículas de tierra, la mota de polvo… solo tenía que focalizarse, estudiar y analizar.
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"Hola. Este es mi aporte... Una historia original mía, inspirada en los personajes de CSI Las Vegas, Morgan y David Hodges.
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Recorriendo el Camino (CSI FanFic)
FanficDavid y Morgan se han convertido en buenos amigos. Hodges ha decidido contraer matrimonio con su bella novia italiana Elisabetta, en tanto, Morgan trabaja encubierto para descubrir a un asesino serial que tiene convulsionado a Las Vegas, pero algo s...