❝IDIOTA❞ 「EunHae」

Así de Intenso

Mamá dejó mi desayuno en ella mesa con una sonrisa que no veía desde hace mucho y que debía admitir extrañaba más que cualquier cosa en el mundo, claro obviando el hecho de que justo en ese instante deseaba besar a Donghae. Aunque eso no era algo nuevo.

Se sentó a mi lado y yo comencé a comer pero tuve que detenerme para fijar mis ojos en los suyos que no dejaban de mirarme de la misma forma en que le conté que estaba con un chico y que había sido precisamente por él que me había animado a restablecer aquella relación con ella. Sólo me había abrazado y me había dicho que me apoyaba en todo y que sea lo que sea estaría orgullosa de mí. Aunque sé que tenía muchas ganas de preguntar. Bueno, después de todo no siempre pasaba que hasta lo último tu hijo era heterosexual y que después apareciera queriendo ser la segunda vez de su novio.

—No soy gay —dije cuando aún después de varios minutos no dejaba de mirarme fijamente. Ella abrió sus ojos sorprendida y llevó una mano a su boca para cubrirla.

—Oh, cariño. No quería molestarte es sólo que me sorprendió un poco y...

—Lo entiendo —reí bajo y suave queriendo tranquilizarla. Mordí mi labio inferior—. Es sólo que no sé...Donghae tuvo ese algo que me capturó y ahora no puedo dejar de pensar en él cada dos segundos.

—Parece ser un buen chico —sus hombros bajaron hasta estar completamente relajados, sonrió ampliamente y estiró una mano para tocar mi cabello—. No siempre el amor se tu vida tiene que ser del mismo sexo. Mientras sea puro, mientras te haga feliz creo que está bien.

—No lo dices simplemente para que no me moleste, ¿cierto? —medio bromeé medio lo dije en serio. No es que fuera a dejar a Donghae si es que ella me decía que estaba en desacuerdo pero tampoco iba a seguir siendo un maldito, hablándole siempre de él cuando sabía que no le agradaba.

—En lo absoluto —negó con su cabeza, y pude comprobar en el reflejo de sus ojos que estaba siendo muy sincera—. No tengo razones para fingir nada y en el caso de que no aceptara que fuera a gay trataría en lo posible de no hacer ningún tipo de comentario sobre aquello.

—Te lo agradezco, mamá —me acerqué a ella y la rodeé con mis brazos—. Pero no soy gay, sólo me gusta Donghae.

—Estás enamorado de él —corrigió riendo como una niña traviesa, me uní a ella y dándole un último apretón, me separé de ella para seguir desayunando—. ¿Por qué no le dices que venga?

Alcancé a beber de mi zumo de naranja cuando ella preguntó. Jugué con mis waffles en el plato y corté un pedazo para llevarlo a mi boca.

—¿Te gustaría conocerlo? —inquirí en voz baja, lamí la crema batida de la comisura de mis labios.

—Por supuesto. Quiero conocer a quien pone a mi hijo loquito —me guiñó un ojo y yo sólo pude reír avergonzado.

—Te va a agradar mucho. Él realmente es muy dulce y adorable —suspiré sin poder evitarlo y comí otro pedazo de mis waffles.

—Yo sé que sí, cariño.

El resto del desayuno nos mantuvimos en una charla que parecía estar recargada de toda la información que nos habiamos perdido el uno del otro a causa de mi necedad en no hablarle pero mamá ahora no parecía afectada. Era como si todo de repente se hubiera esfumado y en realidad nunca hubiera hecho nada malo. Me contó sobre su trabajo, los casos extraños que le había tocado llevar y de cómo había ganado mucho dinero. De las vacaciones que tendríamos en invierno y así hasta que llegó el instante en que se atrevió a indagar más sobre mi relación sobre Donghae.

Realmente había pasado mucho desde que me había avergonzado tanto por culpa de alguien pero es que realmente insistió para que le contara los detalles de cómo fue la primera vez en que estuvimos juntos -y por ahora la única- pero al final desistí.