Epilogo

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1 año después...

En todos lados y  en ninguno...

Tony se encontraba en su taller, una habitación que había acondicionado como su laboratorio, se encontraba tecleando códigos rápidamente en una pantalla de ordenador, tenía que ser preciso, no podía tener errores esta vez, esta era su pieza maestra, la solución de muchos de sus problemas, su magnífica obra de arte.

James estaba sentado en un sillón grande que había sido puesto ahí estratégicamente, al frente del sillón había una mesa de café de madera, que en ese momento James usaba para colocar sus armas las cuales se encontraba limpiando mientras veía de reojo el trabajo que realizaba el genio, el soldado sabía que ese momento era importante para su kotenok, por esta razón él se encontraba ocupando su tiempo limpiando su armamento pero aun teniendo un ojo en el menor.

Tony seguía tecleando códigos furiosamente hasta que la pantalla del ordenador cambio mostrando una ventana donde alguna especie de carga empezaba.

– Vamos... Vamos... –murmuraba Tony mientras movía su pierna de arriba abajo en un gesto nervioso, también movía su mano derecha golpeteando las placas de identificación del soldado las cuales tintineaban por la acción.

James, quien seguía limpiando sus armas con calma, observo la acción nerviosa del genio, le hubiera gustado estar cerca de su Antoshka, pero en ese momento no era recomendable, el genio había estado meses enteros trabajando en ese proyecto, incluso antes de que desaparecieran, y apostaba lo que fuera que la mayoría de las anotaciones del cuaderno que él le había dado un tiempo después de secuestrarlo, tenía anotaciones sobre ese proyecto, por esta razón, el soldado sabía que lo más sabio era ni acercarse al genio por el momento.

Ni siquiera sus Bots, Dum-E  y U, se habían atrevido a acercarse a su creador, más bien U se encontraban en la estación de carga y Dum-E se encontraba al lado del soldado observando su trabajo de limpiar sus armas.

A él no le molestaba la presencia del robot, de ninguno en realidad, Tony había construido a Dum-E mucho antes de conocer al soldado, en el taller de su padre para ser exactos, cuando estuvo en el MIT se había llevado a Dum-E con él y luego cuando fue secuestrado su proyecto había quedado en ese lugar, luego cuando decidieron volver a la luz, Tony recogió a su problemático bot del MIT donde le había dejado  y convenció al soldado de llevárselo con ellos cuando desaparecieran, James no tuvo corazón para negarse a aquella petición de su kotenok, y aunque debía admitir que Dum-E (o Dummy como a veces le decía Tony) era un bot muy particular y desastroso, aun así era una creación de su Antoshka y el bot era como una mascota en realidad. Luego estuvo U,  fue creado cuando llegaron a aquella casa, fue otro intento de Tony de construir un ayudante, según había relatado, pero el resultado fue parecido a Dum-E, más problemáticos que ayudantes, pero Tony los quería igual y así hizo el soldado, pero Dummy tenía más apego al soldado por alguna razón, James pensaba que era por su brazo de metal, el hecho era que Dum-E llegaba a pasar más tiempo jugando con el soldado que con el otro de los bots.

James se encontraba tan encimado en sus pensamientos que se sobresaltó ligeramente cuando el genio hizo un sonido de triunfo.

– ¡Listo! –había gritado el castaño en éxtasis cuando aquella carga había finalizado exitosamente, el genio empezó entonces a teclear algo más mientras mordía su labio nervioso, solo un paso más...

Entonces la pantalla se volvió a iluminar en la pantalla había una especie de esfera de un color naranja brillante que se movía suavemente.

Tony trago saliva y aclaro su garganta.

– ¿JARVIS? –dijo con nerviosismo en su voz

La esfera en pantalla se movió más rápidamente mientras una voz sintética con ligero acento inglés sonaba por los altavoces que Tony había instalado en el laboratorio.

– A su servicio señor –decía aquella voz.

Tony se levantó de su asiento saltando de alegría, lo había logrado, había creado una Inteligencia Artificial, su obra maestra, ya era un hecho, se sentía eufórico, aun no lo podía creer.

El soldado se había acercado al genio curioso, y cuando estuvo cerca de él menos se le había lanzado encima dándole un apasionado beso que James ciertamente no se esperaba.

Al finalizar el beso, el genio aun sonreía ampliamente y James no pudo evitar sonreír también.

– Lo logre James, mi proyecto más ambicioso, mi gran creación –dijo en éxtasis – Algo que nos ayudara a destruir a Hydra e incluso dominar el mundo si quisiéramos –comento en broma lo último con una sonrisa un poco maniática, sus brazos se enrollaron alrededor del cuello del soldado acercándolo a él –Logre lo que nadie más pudo, ahora seremos invencibles.

James sonrió más a cada palabra que decía su Antoshka, su pequeño genio, tan inteligente, tan audaz, tan perfecto... No pudo evitar volver a besarlo con pasión y genio respondió gustoso.

U se había salido de su estación de carga y se unió a Dum-E para empezar a rodar y pitar en celebración. Tony río ante esto separándose del beso, sus bots eran un caso especial.

James sonrió, su Antoshka se veía tan feliz, su pecho estallaba de felicidad por este hecho, el soldado vio entonces sus placas de identificación colgando en el cuello de su kotenok, recordó el día en que las encontró mientras estaba buscando una caja donde Tony guardaba las cosas que había traído de su antigua casa, no era que estuviera fisgoneando las cosas del genio, no, era que el mismo Tony le había dado permiso de buscar en esa caja una herramienta que era de su padre y que necesitaría para uno de sus inventos. Tony obviamente tan pendiente de su invento estaba que no recordó un par de cosas que se encontraban ahí que debían estar lejos del alcance del soldado.

En esa ocasión cuando el soldado había vuelto al taller tenía la herramienta que Tony necesitaba en su mano izquierda y las placas en la mano derecha, tenía su ceja levantada con una clara pregunta en su mirada. Tony se había puesto nervioso en ese momento, tanto que empezó a balbucear escusas del porque había traído esas placas consigo. James le detuvo a mitad de discurso.

"¿Estás enojado conmigo?" Había preguntado el genio con un hilo de voz y preocupación en sus ojos.

Pero James no se sentía enojado, sino curioso de porque Tony había traído esas placas, el soldado dejo la herramienta en la mesa de trabajo del genio y concentro su atención en las placas, paso sus dedos por ellas sintiendo la textura de las letras grabadas en ella, cerro los ojos un momento, pequeños recuerdos inconclusos de su vida pasada pasaron por su mente, de su momento siendo Bucky Barnes y lo orgulloso que se sentía al portar esas placas, eran algo suyo, algo que lo identificaba. Abrió entonces sus ojos observando como su kotenok le miraba con curiosidad y nerviosismo, él sonrió y beso la frente del genio quien se sorprendió por el gesto.

"No estoy molesto" dijo en ese momento, luego levanto la cadena de las placas y las paso por la cabeza de Tony hasta que reposaran en su cuello.

Tony se sorprendió por el gesto, a su parecer era algo simbólico e íntimo, una especie de afirmación tacita del soldado hacia su persona.

"Ty moya, a ya tvoy"  susurro el soldado en ruso mirándole con adoración.

Tony sonrió radiante, el ya pertenecía a James, eso era seguro, pero con esa acción, era algo que tomo más significado, nunca antes le había sonado tan perfecto pertenecer a alguien hasta que llego James.

Tony toco las placas en su cuello y las levanto hasta sus labios, cerró sus ojos y las beso, el genio podía jurar que sintió como la respiración de James se hizo más pesada.

"Soy tuyo y tú eres mío" transmitió con aquella acción.

Desde ese momento cada vez que James veía sus placas en el cuello de su kotenok despertaba aquel ser posesivo en él, su Antoshka, su todo, era suyo completamente.

Era algo que el Soldado de Invierno podía llamar suyo...

– Ahora Winter –susurro Tony trayendo a James devuelta al ahora – ¿Qué te parece si estrenamos a mi bebé? –pregunto emocionado.

James asintió, no podía negarle nada.

Tony se volteo aun dando brinquitos de alegría y volvió a sentarse donde antes, esta vez con el soldado a su lado.

– Ahora JARVIS ¿Te parece si estrenamos tus funciones con un poco de hackeo informático por fines informativos? Necesito encontrar a algunos viejos amigos de mi copo de nieve aquí –dijo Tony sin poder controlar la alegría en su voz.

– Con gusto señor –respondió el IA empezando a trabajar.

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