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Cameron estaba sentada en una silla con la mirada pérdida, su mano derecha aun tendía el cuchillo y la izquierda temblaba, sus ojos estaban muy abiertos y de la frente por el lado izquierdo le bajaba una gota de sudor. Chastopher (El medico/enfermero bobo) le paso un algodón por la nuca, mientras Keyko cose la herida ocasionada por el golpe contra la pared, le limpiaron, cerraron pusieron un parche blanco, Keyko le acomodo el cabello de forma que tapara el parche. Le quitaron el cuchillo y la sudadera manchada de ese liquido azul que resulto ser sangre, también le pasaron un trapo húmedo por la cara. Pero nada paresia sacarla del trance. Por otro lado, Fabian estaba sentado sobre la cama con un par de vendas en su cabeza, miraba a Cameron con pena, se levanto y se sentó junto a ella. —Cameron, yo-- — No termino de decir la frase cuando la chica lo abrazo. —No quería matar a nadie—. Dijo entre sollozos. —No tienes que lamentarte, hoy me salvaste la vida, ¿Y quien sabe? Incluso pudiste a ver salvado a la academia. Siempre mira el lado positivo, preciosa—. Fabian paso su pata por la mejilla de Cameron, y ella la sostuvo con una sonrisa.

*    *    *

Carrie caminaba con la mirada perdida, pensaba en lo que Cameron había echo, jamas pensó que ella, la humano temerosa que le tiene miedo todo, fuera capas de hacerle frente a una sombra. Justo estaba en frente de la enfermería, así que entro para pedir perdón. Al entrar, la chica se pone de pie con el ceño fruncido y empieza a dar golpes con las palmas. —¡Ya! Perdón—. Dijo mientas retrocedía y se cubría de los golpe, aun que estos era débiles. —¿Porque no hiciste nada?—. Preguntó, todavía dando los golpes. —¡Que te caiga mal no da motivo para dejarlo morir!— Exclamo enfurecida. —¡Tenia miedo! ¡Bien!—. Grito, cosa que asusto a Cameron. —¿Miedo?, esa ni tu te la crees—. Dijo Fabian con un tono seco. —Miren, una de esas cosas casi me mata de niña. Es obvio que le desarrollé un miedo— Cameron, se apena, ella lo entiende, de pequeña su madre fue despedazada por lobos. De ahí su famosa Zoophobia. —Perdón—. Ahora se disculpó ella. —Es solo que me siento distraída, pensativa. No he visto a alguien morir desde pequeña. —¿A tu madre?—. Dijo Fabian confuso. —No, alguien mas. Yo. Solo olviden lo. Quisiera que Zechariah estuviera aquí—. Al escuchar el nombre de Zech, Fabian bajo sus orejas. —Slurrrp—. El director Winston estaba en la puerta con su taza de té. —¿En serio, Director Winston?—. Preguntó Cam. —Si, Cameron. En verdad deberías ir a Casa.—Dijo Jackie, saliendo por detrás del hombre pulpo. —A sido un día muy duro hoy—.  La humano movió su cabeza de arria a bajo varias veces, tratando de afirmar. —De acuerdo—. —Pero antes de que te vallas. Ven a mi oficina—. Fabian sujeto a Cameron del hombro.

Ambos caminaron juntos. La consejera se abraza a si misma, ninguno se dirigida la palabra. Justo estaban Kayla, Zill, Damian y Jack. —Pobre—. Kayla tenia ambas orejas abajo. —Ojala pudiera hacer algo. Regresar el tiempo—. Dice Zill, desanimado. Su cola también demostraba ese sentimiento—. —¿Cada cuando matas a alguien?—. Damian miraba sus manos en un intento de ponerse en el lugar de la humano, decayendo aun mas, cosa extraña en el. —Me gustaría hacer algo por ella—. Jack solo miraba como la señorita Cameron se alejaba. Justo Alanzo reposo su mano en el hombro de Damian. —Vallan a casa, muchachos. Es todo por hoy— Alanzo tenia una mirada apagada. Los alumnos se dirigieron a la salida. —Cuando el profesor Alanzo esta serio, significa que todo esta mal—. susurro Zill.

* * *

Fabian movía chamarras y sudaderas dentro de un armario, buscaba y buscaba; detrás de el sentada sobre el escritorio estaba Cameron con los brazos cruzados. —¡Aquí está!—. Exclamo el zorro. Cameron voltea (Aun seria) y mira como Fabian sostiene una chaqueta marrón. —¿Y eso?—. Pregunto la chica. —Es para ti. Como se llevaron tu sudadera al laboratorio, yo pensé, que, como hace frío—. Empezó a tartamudear.  La humano la sostuvo entre sus dedos, le quito el gancho y la abrazo —Gracias—. Agradeció y le dio un beso suave a Fabian en la frente.  Se la puso y le sonrió al zorro, el cual estaba rojo por el beso.

Zoophobia: La Nueva Portadora [Edición De Impacto]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora