Capitulo 25

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En el capítulo anterior ...

- ¿Y cómo va a ser ahora? - pregunta Miguel.

- Inés está dispuesta a recomenzar su vida al lado de un buen hombre. Y ella te elegio para eso, Miguel. Ella merece ser feliz.

- Es lo que más quiero. Hacerla feliz.

- Entonces haga. - dijo Victoriano.

- Victoriano, yo también voy a ser sincero contigo.¿Tengo que preocuparme por ti acercándose a Inés?

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Miguel se encaraba a Victoriano.

- ¿Y entonces, Victoriano? ... ¿Puedo confiar en que vas a dejar a Inés en paz?

- ¿Cuál es el problema, Miguel? ... Siempre has sido tan confiado en relación a las mujeres. ¿Cuál es la razón de su inseguridad? - preguntó Victoriano.

- Inés no es como las otras y usted sabe muy bien.

- Por supuesto. Inés es la mujer más especial, más encantadora y más amorosa que puede existir. - dijo Victoriano.

- Sí ella es. Y estoy dispuesto a luchar con todas mis fuerzas por el amor de ella. - dijo Miguel bastante convencido.

- Va a ser una batalla perdida, mi amigo.- dijo Victoriano.

- ¿Por qué? ... ¿Por su causa?

- No. A causa de ella. ... Miguel, si su preocupación es que yo entorpece su relación con Inés, puede quedarse descansado, eso no va a suceder. Ahora estoy casado, y ella quiere realmente intentar con usted. ... Pero oiga lo que voy a decir, el hecho de estar casado, nunca me hará dejar de amar a Inés.Y tú, puedes intentarlo todo, puedes incluso pedirla en matrimonio y ella aceptar, pero asegúrate, Inés nunca te amará como me amó, y cómo sé que todavía me ama.

Victoriano no era un hombre de medias palabras. Fue sincero al extremo con Miguel. Quería que quedara bien claro que no fue él o ella que optar por la separación. Sino el destino que lo separó de su morenita.

***

Alejandro fue a buscar a sus hijas en la escuela y aprovechó para llevar a Diana con él. Las niñas todavía no la conocía y necesitaban acostumbrarse a ella.
Naty fue bastante receptiva, pero Mary pareció un poco más redondeada, no queriendo mucha conversación con Diana.

- Lo siento por Mary. Por lo general, no es así.- se justificó Alejandro.

- No tienes que disculpar, mi amor. Es perfectamente natural. - dijo Diana. - Ella sólo tiene que acostumbrarse conmigo, y prometo que voy a hacer todo para nosotros dos nos dimos bien.

- Eres la mejor cosa que me ha pasado, después de mis hijas, por supuesto. - dijo él sonriendo.

- También siento lo mismo, mi amor.

Los dos dan un beso cariñoso, mientras las niñas observaban de lejos.

- ¿El papá está tan feliz, no es Mary?

- Si está. - dijo ella un poco seca.

- Usted debería ser menos aburrido con Diana. ¿Acaso no le gusta?

- No es eso, Naty. Diana es legal, pero ...

- ¿Pero lo que?

Mary no sabía explicar, pero sentía que si se mostraba a gustar de Diana era como si se olvidara de su madre.Y ella no quería eso.

Fuiste Mía (em espanhol) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora