Capitulo 26

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   Días después …

   Inés estaba haciendo lo posible para que su noviazgo con Miguel de cierto. Quería que lo diera. Él era gentil, amoroso, atento, como ella misma había comprobado. Un hombre en un millón, muy especial. Sin embargo, incluso con todas esas cualidades, Inés no podía enamorarse de él. Se esforzaba, pero era inútil. Sentía que estaba siendo infiel con su corazón y sus sentimientos, ya que todavía amaba a Victoriano con toda su alma. Aunque se casara con otra.

   En una cierta mañana Inés e Isabel estaban atareadas con los preparativos de la inauguración del restaurante, que estaba cerca.

   - Próxima semana, Inés! - dijo Isabel entusiasta.

   - Pues es Isabel. Ni creo que el tiempo pasó rápido así. Para mí, parece que llegamos a la capital ayer.

   - Gracias a Dios que estamos logrando terminar todo dentro del plazo.

   - Es cierto. - dijo Inés.

   - Espero recibir una invitación especial para esta inauguración. - dijo Miguel surgiendo.

   - ¡Miguel, qué sorpresa! - dijo Inés sonriendo.

   Los dos se saludan con un besito.

   - ¿Cómo va, Isabel? - dijo Miguel a saludarlo.

   - Bien gracias. - dijo Isabel. - Si me dan licencia, voy a cuidar de algunas cosas allá en la cocina.

   Isabel sale, con una expresión seria, lo que hizo que Inés y Miguel encontraras muy extraño.

   - ¿Qué le dio en ella? - pregunta.

   - No sé. Siempre ha sido tan amable contigo, no sé lo que pasa. - dijo Inés. - No te preocupes, después hablo con ella.

   - Bien. Siempre ha sido muy agradable conmigo, no me gustaría que ella se enfureció de mí por algo. - dijo Miguel. - Pero, cambiando de asunto, vine a hacer una invitación.

   - ¿Una invitación? ... ¿Y para qué?

   - Una cena. Tú y yo. Conozco un restaurante excelente.

   - Está bien. Acepto. - dijo Inés.

   - Bien. ¿Te agarro a las 8:00 PM, qué tal?

   - Perfecto.

   Los dos se despiden. A la cocina conversar con Isabel.

   - ¿Isabel?

   - ¿Que pasó? -responde ella mientras apila unas latas en la dispensa.

   - ¿Puedo saber lo que fue eso?

   - ¿Qué?

   - Usted apenas habló con Miguel, él se quedó pensando que usted estaba enojado con él. ¿Te hizo algo?

   - ¿Qué? ... ¡No! ... Es que ... Yo quería dejarlos más a gusto, sólo eso. - dijo Isabel tratando de disimular.

   - Pero no fue eso lo que pensó.

   - Lo siento, hermanita. No fue mi intención. Prometo pedir disculpas a él después. ... ¿Y entonces? ... ¿Qué quería?

   - Me invitó a cenar.

   - ¿Y usted aceptó?

   - Claro. ¿Porque no?

- Porque usted no lo ama, Inés. Y por eso. - dijo Isabel saliendo.

   Inés miró sorprendida a su hermana, ella nunca la había tratado de esa manera. Estaba sucediendo algo. Pero en una cosa Inés sabía que su hermana estaba segura, ella no amaba a Miguel. Y no era más que intentar "tapar el sol con el tamiz".
   La verdad era que Isabel se sentía culpable. Se enamoró de Miguel desde el momento en que lo vio, pero sólo tenía ojos para su hermana. Isabel no tenía suerte para el amor, tal vez eso era por lo que había pasado todo este tiempo sola. Pero ella era honesta, jamás molestaría la oportunidad de Inés de intentar ser feliz, aunque ella no amara a Miguel.

Fuiste Mía (em espanhol) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora