Capitulo 19

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   En el capítulo anterior ...

   - Victoriano! ... ¿Qué hace aquí? - dijo ella. - ¡Déjame en paz, por favor!

   - Lo siento, pero no puedo hacerlo. - dijo él sosteniéndola por la cintura.

  - Sueltame, Victoriano! - decía ella queriendo soltarse.

   - No, no te voy a soltar hasta que me diga mirando a los ojos que dejó de amarme. - dijo Victoriano.

   - Si no me suelto, voy a gritar! - dijo ella.

   - No, no va. - dijo él tomando sus labios con un beso.

   El poco de resistencia que Inés ofreció se deshizo instantáneamente al sentir los labios de Victoriano en los suyos. Un beso intenso, apasionado y lleno de nostalgia. Victoriano apretaba el cuerpo de Inés contra el suyo. Como deseó aquel momento ... Tener su Inés, su morenita, finalmente en sus brazos.Y Inés estaba viviendo algo que sólo vio en sus sueños, poder besar nuevamente al único hombre que amó en toda su vida.

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   Continuación ...

   El beso terminó lentamente, los dos con sus frentes juntos, sus ojos cerrados, Inés con sus manos sobre el pecho de Victoriano, mientras éste aún sostenía su cintura. Se aleja de él repentinamente.

   - ¡No debería haberlo hecho, Victoriano! ¿Usted perdió el juicio? - dijo Inés.

   - Lo siento, Inés, yo ... No pude contenerme. Quería hacerlo desde el día en que nos reunimos. - dijo Victoriano.

   - Pero las cosas son diferentes ahora, Victoriano, usted sabe! Estamos en su fiesta de aniversario de boda! ¡Usted es un hombre casado! - exclama Inés.

   - Lo que no quiere decir que yo haya dejado de amarte, Inés! - dijo Victoriano. - Hubo otras mujeres en mi vida, me casé con Débora ... Pero nunca conseguí arrancarte de mi corazón, y me parece que he intentado bastante!

   - Victoriano, yo no sé si usted se casó con aquella mujer por amor, o por deseo, o por soledad. La cuestión es que ella es su esposa! ¡Con respecto a ella ya mí también! - dijo Inés.

   - Estoy seguro de que, al menos, a ti no he faltado con respeto. - dijo Victoriano.

   - ¡¿Qué?! ¿Cómo se atreve? - dijo Inés.

   Victoriano se acerca a Inés.

   - Por más que no quiera admitir, usted quería ese beso tanto como yo. - dijo Victoriano. - Yo sentí. No puede negar eso, Inés.- Yo ...

   En ese momento surge Miguel.

   - ¿Está pasando algo? - pregunta él con desconfianza.

   - ¡Miguel! - dijo Inés.

   Inés y Victoriano estaban en una tremenda "falda justa".

   ***

   Mientras tanto, en la fiesta, Elías aún enfado, abusaba de las dosis de tequila. En eso, aparece Débora.

   - Debería dejar de beber así.- dijo ella.

   - ¡No llene! - dijo Elías.

   Ella observaba que Diana y Alejandro conversaban de la mano y de forma íntima.

   - Veo que sus últimos acercamientos con Diana no lo hicieron. - dijo Débora.

   - ¡Puxa! ¿Cómo descubriste? - dijo con sarcasmo. - ¡Merece una estrella, Débora!

Fuiste Mía (em espanhol) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora