No sabía que estaba sucediendo, tenía frio y miedo, aunque supongo que el miedo me producía frio, estaba en medio del bosque que se encontraba detrás de la casa donde vivíamos mis padres y yo, quienes ya no tenía, estaban en esa casa, muertos, hubiera hecho cualquier cosa por que pudiera escuchar algún consejo de ellos acerca de todo eso.
No sabía cómo mover mis piernas, estaba temblando de miedo, era cómo volver a nacer, ellos siempre habían guiado mis pasos, ya no tenía una mano que tomar para sentirme segura. Estaba absolutamente sola.
Después de una hora de estar sentada ahí, llorando, miré mi reloj, 6 am, el sol comenzaba a salir, y con ello mi partida, así que hice un esfuerzo, tampoco iba a morir ahí.
Caminé por el bosque, asustándome de mis propias pisadas, mirando a todos lados por miedo a encontrarme de nuevo a esos hombres, no estaban por ningún lado, pero todo lo que había sucedido no me permitía caminar sin temblar, sin miedo a morir.
Pasé bastante tiempo caminando, el bosque, a veces lo dejaba de ser para ser una carretera habían muchos autos tirados ahí y con ello también muchos charcos de sangre, cualquier movimiento de vida humana me haría gritar, así que caminaba por el bosque, aunque entre los arboles podía ver la carretera desierta, llena de todas aquellas victimas.
Luego desaparecía convirtiéndose en más árboles, no sabía hacía donde iba, en ese momento no sabía ni siquiera quien era yo, estaba débil por los días que no comí, estaba cansada de caminar, de todo lo que había pasado, estaba enojada porque no quería continuar pero el mundo me obligaba a avanzar, aun cuando mis píes no estuvieran listos, aun cuando yo no había terminado de llorar, había que seguir.
Mis piernas me fallaban y en tramos tenía que parar, sentía que miraba atrás y lo que sentía que había caminando mucho, era nada, parecía que estaba caminando en círculos, a veces me exasperaba y corría, pero paraba después de solo algunos minutos, luego me desesperaba y lloraba, en otros momentos solo miraba a mi alrededor en busca de algo que me dejara un poco más segura que el bosque.
Después de caminar bastante, visualicé a lo lejos a alguien caminando, caminaba despacio y no parecía estar muy bien, parecía herido, me fui acercando poco a poco, agachada para que no me viera, cuando estuve cerca, entendí que ya no era un ser humano, caminaba mal, tenía mucha sangre, sus ojos estaban nublados, y su piel se veía demasiado amarillenta, era un "zombie".
Pude verlo ahí tranquilamente, buscando comida, no parecía interesado en lo que se escondía entre algunos arbustos, así que no me preocupe de que me mirara, lo seguí mirando, tratando de entender como le había pasado eso a tanta gente, y porque de tanta gente yo no había sido elegida para morir siendo una candidata ejemplar.
Cuando me acomodé para descansar un poco mis pies, las hojas que estaban en el piso hicieron el ruido suficiente como para que el volteara, sin embargo no lo hizo, lo que sí lo hizo fue mi grito ahogado.
Convirtiendo a ese ente en algo salvaje, y haciendo que se tirara entre los arbustos donde yo me escondía, me levanté y corrí, ignorando el cuchillo que en mi mochila descansaba, no miraba atrás pero sabía que esa cosa estaba junto a mí.
No sé cuánto corrí, pero en el momento que paré, ya no podía escucharlo a él, todo lo que necesitaba era encontrar un lugar donde descansar, un lugar donde no me encontrara con esas cosas.
Miré mi reloj, eran ya las 2 de la tarde mis pies no podían ya, me dolía todo y estaba harta de estar tanto tiempo en tensión, caminé más tiempo en busca de un lugar.
Después de varios minutos y antes de que me dejara morir, entre los arboles pude divisar una pequeña cabaña, entonces comencé a caminar hacia ella, mientras más me iba a cercando más podía notar que la casa estaba muy bien cuidada y no parecía nada descuidada, mirar la casa me entretuvo, y hasta que el aliento de otro de esos seres no me rosó el cuello no lo noté, escuche su respiración, mire por mi hombro y lo vi, entonces comencé a correr otra vez, mientras lo miraba, caminaba lento pero aún me observaba, así que corrí aún más, siempre mirando a su dirección, cada vez se hacía más pequeño, así que deje de correr, y voltee todo mi cuerpo para mirar el pequeño punto negro que antes me perseguía haciéndose más pequeño.
Al minuto siguiente me encontraba en el suelo de nuevo, alguien me había empujado, cuando abrí mis ojos me di cuenta de que estaba encima del césped, voltee mi dorso y vi que era otro zombie, puse mis manos sobre sus hombros y lo empujé, él tomaba mis manos y clavaba sus uñas, era muy fuerte, lo empujaba pero el parecía incluso ser más fuerte, mis brazos se iban cansado, entonces comencé a patearlo pero era inútil, era aún más fuerte que eso.
Ya estaba cansada desde hacía varias horas y sabía que mis brazos no durarían nada si seguía luchando, así que poco a poco fui perdiendo las esperanzas, no estaba contenta de perder así tan rápido pero ya no quedaba mucho de mi para defenderme, una vez más, las lágrimas se agolparon en mis ojos, miré a los ojos a esa criatura, el no podía mirar nada, estaba cegado por el hambre, solo quería comer y yo era su impedimento. No sabía si esa persona había luchado como yo lo hacía con él en ese momento, estaba triste, triste por todas esas personas como el que no habían podido sobrevivir, tal vez dejando niños, personas grandes, tal vez adolescentes como yo, también estaba enojada por no poder sobrevivir, por no ser lo suficiente fuerte, no sabía si era culpa mía o era culpa de mis padres, o de los dos pero estaba harta de mí, así que deje de poner fuera y cerré los ojos, esperando mi muerte ,de mis ojos salieron lágrimas y comenzaron a surcar por mis mejillas, me concentré en eso para no sentir la mordida.
De repente escuche un golpe ensordecedor, parecía venir de muy cerca mío.
Tal vez era mi muerte ya anunciada.
O tal vez una salvación repentina.
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Cuando el miedo gobierna
Mystery / ThrillerNo puedo recordar muy bien mi vida anterior, lo anterior a todo esto era más normal, y aunque al principio no podíamos entender que esto fuera verdad, las muertes, el dolor y la sangre nos recuerdan que todo lo que esta pasando es muy real. Sin emba...