Capitulo 26

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Después del encuentro con Jessica, ambos nos dirigimos por caminos separados después de ir caminando hasta la parada de autobuses. Hago un pequeño movimiento con la cabeza a todas aquellas personas que me saludan a medida que caminaba por los pasillos que me conducían a mi apartamento.

Últimamente estaba agotado, sentía como si mi espalda cargará una gran roca y nadie, ni si quiera yo podría quietarmela de encima.

¿Haces cuanto en siento así?

Tiro las llaves en la mesita que se encuentra en la entrada de la casa, rodeo cada caja que me encuentro en el camino sosteniendo mi celular con la mano derecha. Dejo escapar una gran bocada de aire antes de decidirme si llamar a Josh o no.

-¿Qué pasa idiota? - contesta este al otro lado del teléfono.

-Josh - espero no equivocarme esta vez - De verdad quiero..

-Ya te lo he dicho, Peter - me interrumpe - Tengo cosas que hacer, habla....

-¡Tengo que saberlo! - exclamó - No dejo de verlo ¿Vale? - me restriego la cara con la mano derecha - Todo este tiempo veo sus ojos sin vida y yo despertadome en el hospital.

Silencio.

Un gran silencio. Papá solía decir que los silencios hablaba más que lo hacían las mismas palabras. Quería recordar todo, así como quería ayudar a Jessica a recordar. Deseaba que Josh me ayudara hacerlo.

-¿Por qué estás molestó con mamá, Peter? - Josh carraspea al otro lado de la línea, escucho como Nana cancaturrenea una canción infantil y como Eva balbulcea.

- Tengo varias lagunas después que me desperté del accidente - confieso - Pero hay algo que siempre he visto con bastante claridad - trajo saliva. Lágrimas caen sobre mi mejilla derecha. ¿Realmente quiero hacer esto? - Y es la espalda de mamá alejándose de mí. Alejándose de mí y hablando con su asistente que no podía verme la cara.

-Peter...

-No, no he terminado hermano mayor - le hago callar - Siempre que tu estabas con su mujer cantando villancicos absurdos en navidad. Yo ... - hipo - Yo no podía moverme, no podía respirar. No sentia absolutamente nada. ¿Sabes que mamá me echa la culpa del accidente? - pregunto aparatandome las lágrimas de un manotazo - ¿Porqué tengo la culpa, Josh? Yo no iba manejando, yo no estaba borracho.

-Peter - escucho como Josh sosorra al otro lado de la línea - De verdad yo....

-¿Querías tener una cena espetacular con un pescado recién cazado? - pregunto irónico - ¿Ustedes querían imprecionar a los padres de Nana? - suspiro - Si era así, ¿Por qué no fueron al puto mercado de los cojones acomprarlo? Así mamá y tu se ahorraban de estar evitandome y señalándome con el dedo - escupo con rabia - ¡Por qué al fin y al cabo yo no tengo la jodida culpa de que al puto camión se le hayan ido los frenos!

-Peter ..

-¡Deja de decir mi nombre! - gritó - Tu te despediste de el - Las lágrimas aparecen por si solas de nuevo, suspiro cerrando mis ojos. - Cuando yo desperté, ustedes ya lo habían enterrado. Ustedes lloraron por papá y cuando yo me desperté lo único que hicieron fue señalarme con el dedo como si fuera un perro callejero pidiendo comida.

-Si la cosa hubiera ido más lejos - comenta este llorando aún - yo hubiera corrido hasta ti.

¿Yo hubiera corrido hasta ti?

Un fuerte dolor se apodera de todo mi cuerpo, causando de una manera u otra que el aire no llegara a mis pulmones.

No puedo respirar.

Mis manos se aferran de mi camiseta, inconscientemente mi boca se abre por busca de aire. Mi cuerpo cae lentamente hacia atrás, no tengo control ni fuerzas para moverme. Y de lo último que soy consciente es del golpe que me doy con la mesa del centro.

-Peter - la voz áspera de mi padre retumba por todas las paredes de la sala - Hijo mío, estoy hablando contigo.

Apoyo mis codos en el suelo. Observando el pequeño destello de luz que proviene de la pequeña ventana ubicada en la sala.

-Hijo - mi vista de dirige automáticamente al sofá individual, donde siempre se sentaba papá cada vez que teníamos un conversación grave - ¿Que te he dicho sobre golpear a la gente?

-Que son malos actos - un niño, ya tambalea sus pies hacia delante y atrás . Mirando sus manos con inseguridad. Yo - Pero no pude evitarlo papá - lágrimas corren por mis pequeñas mejillas - Prue estaba en peligro y no estaba bien que varios niños la golpearan.

-Lo se hijo - papá cierra los ojos - La cosa es que.

-Papá - un sosorro se me escapa - Querían golpearla. No se le pegan a las mujeres.

-¡Peter!

Mi corazón se sobresalta. Haciéndome girar mi cuerpo en busca de la voz. Todo desaparece a mi alrededor y vuelvo estar en el suelo de mi apartamento. Me levanto con dificultad.

-¡Peter! - vuelven a gritar. Varios golpes se escuchan desde la puerta. Me levanto como tal borracho la haría.

-¿Que? - abro la puerta con tanta fuerza que está no duda rechinar.

-¿Que te paso en la ceja? - pregunta una prue enchubana de agua.

-¿Y a ti que te paso? - recontrataco

-Necesito tu ayuda

JessicaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora