Capitulo. 11 Restauración

110 9 1
                                    


Una vez que colgué me limpié las lágrimas, respiré profundamente varias veces para no llorar, empecé a orar por mi familia en mi mente mientras evitaba llorar y una de las canciones de Cheka Montilla venían a mi mente y comenzaba a cantarla

-Aunque pases por las aguas

No te ahogarás

Si pasas por el fuego

No te quemarás

Porque yo soy tu Dios

Yo soy tu salvador

No temas

Estoy contigo

Como tu padre

Protegeré...-

Seguí cantando y orando con los ojos cerrados hasta sentirme mejor y depositar mi confianza en el Señor. De pronto siento algo tibio que rosaba mi mano, por lo que levanté la mirada y era Hyun Joong que me ofrecía un café caliente por la época de invierno con su mano extendida. Acepté el café y él se sentó a mi lado para tomarse el suyo mientras depositaba una bolsa de papel en el asiento de al lado con una sonrisa, pero luego lo veo levantar una ceja y fruncir el ceño

-¿Llorabas?- me preguntó

-No, claro que no, el frío es demasiado fuerte y hace que me vea así- le expliqué señalando mi rostro con una sonrisa, puesto que era verdad y había hecho todo lo posible por no llorar

-¿Qué te pareció mi hermana?- me preguntó cambiando de tema y dando un sorbo a su café

-Es muy hermosa, alegre, radiante. De verdad que es demasiado linda y social- le dije con una sonrisa a lo que él negó con la cabeza extrañándome un poco

-Ella no es social o al menos no lo era antes de que tú llegaras, solo le gustaba hablar y bromear conmigo. Su madre la cohibió de miles de cosas como hacer amigos o socializar con los demás debido a su enfermedad...- dijo para girar su cabeza hacia un lado y respirar -Para ella, Nana solo es una niña enferma que le quita tiempo- dijo con rabia e impotencia, tanto que apretó sus labios con fuerza y luego los soltó -Mi madre no sabe que yo la visito porque si lo supiera se enojaría demasiado conmigo y me reclamaría diciendo que esa familia no me quiere allí y aunque es verdad no voy a dejar a Nana- me decía mientras sentía como soltaba una presión de él, me quedé en silencio solo para escucharlo -Ni siquiera el Presidente del país sabe que voy a verla, ni quiero que lo sepa. Nana ha sabido guardar el secreto muy bien- dijo soltando una pequeña sonrisa nostálgica

-¿Por qué Nana nombró a su padre como si...?- me detuve antes de seguir formulando mi pregunta y crear más dolor en él

-Si lo que pregustas es ¿cómo conocí a Nana? Había salido para algo que ya ni recuerdo, pero en el camino, frente al puente hubo un accidente y cuando me detuve allí, acababa de pasar todo. Encontré a una pequeña de dos años llorar amargamente, estaba sucia, ensangrentada por algunas partes de su cuerpo, golpeada y sola; dijeron que se había salido por la ventana cuando el auto perdió el control. Miré el auto que había caído al agua después de un mal frenazo, puesto que se encontraba hecho añicos en la misma mientras se terminaba de hundir y la sangre sobresalía del agua, señalando el hundimiento y muerte de los pasajeros. Tomé a la niña y la acompañé en la ambulancia para que la vieran. Descubrieron que tenía leucemia, había perdido mucha sangre y su tipo de sangre era el mismo que el mío por lo que doné un litro para ella. A través de eso sacaron las pruebas de ADN y descubrieron que éramos compatibles- soltó una pequeña risa nostálgica -Recuerdo que me preguntaron si yo era el padre y me negué por completo, tuve que gestionar miles de papeles para alegar lo que decía, mientras mis padres se ofrecieron a cuidarla y yo aporté. Meses después mi padre, quien me educó murió y solo pudimos contarle a Nana como era mi padre y mostrárselo por fotos. Hace un año el presidente descubrió lo del accidente, la niña y mi persona, fue desde entonces que se llevaron a Nana por la fuerza y yo descubrí que él me abandonó con mi madre para no tener que lidiar conmigo. Nana solo fue secuestrada en una campaña electoral por descuido de ellos- dijo para hacer una pausa y continuar -Ella adoraba las historias que le contaba mi madre acerca de mi padre, amaba mis historias y decía que algún día lo vería en el cielo. Mi madre hizo todo lo posible por ayudarla respecto a su enfermedad, pagamos demasiado en tratamientos pero nada funcionaba, el presidente no se dio cuenta de lo que ella tenía hasta unos meses después, por eso la internó allí. Cuando se la llevaron mi madre se desligó por completo de ella y en parte cambió conmigo, dejó de apoyarme en casi todo y no deja de recordarme quien es mi verdadero padre y Mi Nam la apoya para volverse en mi contra, cosa que odio- dijo terminando de tomar su café y sacar de la bolsa de papel dos emparedados para darme uno a mí. Supuse que Mi Nam era su hermana, la chica que aparecía con él en la fotografía del álbum -Te preguntaré una cosa ¿cómo puedo perdonar a mi familia cuando me ha tratado como escoria? ¿Por qué debo honrar a mis padres cuando me han hecho tanto daño?- me preguntó bastante serio, por lo que solo recordé que mi biblia estaba en el auto, le pedí las llaves del auto, fui por ella y le busqué dos citas bíblicas (Efesios 6: 2)

MisioneraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora