¿Ayuda?

Capítulo 9

     Stanley sentía la terrible sensación de que alguien le miraba fijamente mientras se encontraba medio adormilado y pese a ese presentimiento tan insistente no quería levantarse a revisar, tenía demasiado sueño. 

     Los minutos seguían pasando pero ese sentimiento de la mirada penetrante no lo dejaba tranquilo haciendo que por fin abriera los ojos un poco enfadado por la interrupción de su sueño que poco apoco fue desvaneciéndose al encontrarse con una figura oscura enfrente de su cama, quería gritar como señorita y que su madre viniera a salvarlo pero no podía, pensaba que si se movía la silueta lo atacaría. 

– Stan –Le llamó esta dando pequeños pasos pausados 

     Bueno, el no hacer sonidos ni tratar de no moverse no sirvió ya que igual esa cosa le atacaría por lo cual debía pasar sus últimos momentos como todo un hombre... se levantó gritando y arrojando todo lo que tenía a su alcance, las almohadas, el despertador, las figuras de dinosaurio que estaban en la cómoda, todo.

– ¡No me vas a llevar vivo gente sombra! ¡Te tengo una sorpresa! ¡Dross ya me había avisado sobre ti! ¡Hijo de puta! –Saltó de su cama para escapar por la puerta pero sus pies fueron apresados por la gente sombra– ¡Sabía que tenía que conservar esa pistola! ¡Coño-Coño! ¡Nunca me vas a atrapar, malnacido! –Pataleo incesantemente golpeando en repetidas ocasiones al agresor en lo que parecía ser su cara

– ¡Detente, imbécil! ¡Soy Craig! –

– ¿Craig? –

– Sí, soy yo –

– Ahhh Craigui  –Dio una última patada con toda su fuerza haciendo que Tucker soltará un grito ahogado– ¿Qué haces por aquí? –

– ¡Cabrón! ¡Me diste en la nariz, maldito enfermo! –

– ¡¿Enfermo yo?! ¡¿Qué haces tú en mi cuarto a las...–Buscó su despertador por el piso– ¡A las cuatro de la mañana! –

– Vengo a... agh ¡Dios! ¡Me duele la puta nariz! ¡Creo que me la quebraste! –

     Stan se levantó del suelo y busco el apagador para encender la luz. Observó a su "amigo" aún en el suelo sosteniendo su cara entre las dos manos.

– Levántate ya, ni que fuera para tanto, fue un golpecillo –Se acomodó el cabello– ¿A qué has venido? –

    Craig por fin alzó el rostro aún arrodillado, la nariz le sangraba un poco pero sus ojos se veían calmados y decididos.

– Vengo a que me ayudes a recuperar a Tweek –

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     Pasaba la mayoría de las noches despierto; cuestionamientos nocturnos le atosigaban en repetidas ocasiones privándolo de la necesidad de dormir. Cuando apenas podía cerrar los ojos unos segundos de inmediato pensamientos desagradables venían a su mente y le hacían sentir terriblemente mal, su estomago dolía, su corazón dolía, las palabras que Craig había usado ese día le seguían lastimando ¿En verdad este plan absurdo iba a funcionar? ¿Se daría cuenta de que le quería? Lo vacilaba y mucho...

– ¡Ya basta cerebro! Aghh...–Tapó su cara con la almohada– ¿Por qué todo se complica tanto?... estoy ha-harto de esta situación y de estos jodidos pensamientos –

     Su"relación" con Tucker no dejaba de tener obstáculos, la verdadera razón de su miedo era que un día simplemente el pelinegro decidiera ponerle un hasta aquí a tantos problemas, al otro posiblemente le resultaría tedioso y tenía suficiente conocimiento como para saber que el oji-ámbar podría superarlo rápidamente, de hecho, ahora dudaba si realmente alguna vez le había importado más allá de una amistad... y caía en cuenta que en su caso él no podría afrontar esto, no se sentía con la capacidad necesaria.