Por fin el tan anhelado, temido y aburrido lunes se hacía presente en las vidas de todo South Park. Para Tweek el fin de semana se pasó en un santiamén, estuvo los dos días encerrado solo, consumiendo café y galletas, estaba exhausto mentalmente pues imagino casi todos los escenarios posibles -en su mayoría desgracias mundiales- que aquel plan le ocasionarían con el pelinegro. Tenía nervios de lo que fuera a pasar ¿Por qué las asiáticas habían dejado de hacer su trabajo? Con ellas era más fácil, no necesitaba decirle a Craig nada puesto que los dibujos que tenían hablaban por si solos... ahora en su defecto pasaba estaba mierda. No es que ellas los hubieran dejado de lado pero ahora tenían en su pedestal a otra pareja.
– Vamos Tweek es hora de levantarse cariño –La madre del rubio insistía gentilmente pues hace media hora su único hijo debería estarse alistando para ir a la escuela– Tu amiguito el pobre está aquí esperándote en...–
– ¡No! ¡No iré! ¡Dile que se vaya! –Gritaba aún enredado entre las sábanas– ¡Oh Dios! ¡No, no, no! ¡Ack! ¡Alguien haga algo! –
– No hay razón para ausentarse además es tú último año, ¡Deberías estar viviéndolo al máximo con todos tus amigos! –Si no convencía rápido a Tweek no solo a él se le haría tarde también a ella para ir a la cafetería y en lunes era su mejor día de ventas– Debes de levantarte o me obligas a prohibirte las exclusivas de los nuevos sabores de café que tendremos en el trabajo –
Golpe bajo ¿Por qué era tan cruel con él? Ella sabía que esas exclusivas sin alteración alguna eran casi su motor para seguir viviendo y quitárselas era un pecado divino. Eso era lo malo de tener debilidades tan obvias, la gente las explota sin compasión.
– ¡Ya vale! ¡Agh! ¡Iré! –Derrotado salió de su cueva de sábanas para hacerle frente al fatídico día en el cual el plan de Kenny se ponía en marcha de nuevo –¡Mal-maldición! ¡Ah! ¡Todo esto es demasiada presión! ¡Gah!–Sus ojos se cerraban disparejamente por los nervios que sentía
Se alistó rápidamente y bajó las escaleras dos en dos, justo con iba a abrir la puerta le detuvieron.
–¡Hey Tweek! –Escuchó– ¿A dónde vas con tanta prisa? Ni me saludaste –
Giró lentamente su cabeza en dirección al llamado: Era Kenny ahí sentado en el sofá cómodamente.
– ¿Kenny? –
– Él que viste y calza. Llevo aquí casi media hora–El chico se levantó y estiró para posteriormente ir en su dirección
–¿Qué haces aquí?–Preguntó extrañado mirando hacía todos lados para ver si veía a su madre pero al parecer ella ya había partido a la cafetería
– Vine a recoger a mi nuevo "novio" –Con toda la confianza del mundo puso su brazo alrededor del cuello de Tweek– Ahora si ya nos podemos ir –
Pocos segundos bastaron para que se separará del otro como si este quemara.
– Se supone que sólo actuamos así en la escuela ¿Lo recuerdas? ¡Fue lo primero que te dije antes! ¡Lo prometiste! –
– Ya bueno tienes razón, perdón, pensé que entre más rápido se corriera el rumor de nosotros haría el efecto más inmediato ya sabes... los rumores aquí en South Park corren más que el Rayo McQueen –Salió de la casa –No lo volveré a hacer así que puedes salir con confianza –Empezó una caminata hacia la escuela
Tweek trago saliva (Ojalá esto realmente funcione) y con este pensamiento partió finalmente.
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¿Ayuda?
FanfictionKenny vio la posibilidad de ayudar a Tweek y de paso joder un poco a Craig. Pero... ¿Realmente podrá ayudar? ¿O lo empeorará? Todas las imágenes mostradas junto con los personajes pertenecen a sus respectivos autores. La historia es...