¿Ayuda?

Capítulo 16

     Stan corría tan rápido como sus piernas lo permitían todo lo que acababa de recorrer en treinta minutos junto con Kyle los recorrió en menos de diez él solo y se regañaba mentalmente por ser tan distraído tanto por el regalo como por haber olvidado sus llaves. Al llegar a su casa toco seguidamente como si tuviera ganas de ir a cagar y alguien estuviera en el baño desde hacía mucho tiempo, esperaba con todo su ser que su terrible hermana le abriera rápido. 

     Cuando empezó a escuchar pasos acercándose cesó de tocar.

     La puerta se abrió y una Shelly Marsh disgustada por tener que dejar su cómodo asiento se encontraba lista para asesinar a quién la osó molestar en su tiempo libre:  –¿Qué quieres mojón?–Le escupió

–Muévete –Stan la empujó y paso de largo, subió las escaleras y entró a su cuarto; localizó el regalo y así como entro a la casa salio de rápido. 

      Ni tiempo de insultarlo le dio a su hermana la cual dio tremendo azoton a la puerta y regreso al sillón con la bilis en la boca.

(Bien, ya lo tengo, ya lo tengo) Se concentro tanto en aquel regalo que casi lo atropellan mientras cruzaba una avenida (Mierda, casi ya no lo tengo) Pero eso no dejo que lo detuviera y continuo con su carrera hasta la mansión.

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–¡Oye Wendy!–Llamó Bárbara a su amiga quien estaba charlando amenamente con otras compañeras 

       Al escuchar el llamado se despidió de sus amigas–¿Qué ocurre?–Contestó mientras se acercaba   

–¿Podrías ir por más botana? Kenny se ha terminado la mayoría–Le enseño el plato  vacío– Yo iré por la bebida al súper que no tampoco hemos comprado la suficiente–

–¡Claro! ¿A la bodega de la cocina?–Trató de adivinar   

–Sí, hay un tipo almacén por ahí, es muy grande no tiene pierde–Afirmó 

–Vale– 

     La pelinegra camino rumbo a la cocina, saludando en el camino a sus compañeros de escuela y tomándose una que otra foto de recuerdo. Estuvo cerca de treinta minutos con sus compañeros cuando recordó lo de la botana. Llegó a la cocina, giro su vista a la izquierda y efectivamente ahí estaba el almacén, con puerta dobles.

      Al acercarse pudo vislumbrar que las puertas estaban entre abiertas y la luz interior encendida, mentalmente ella se estaba preparando para encontrarse desde compañeros teniendo sexo hasta otros chicos drogándose.

      Abrió un poco la puerta para poder observar mejor y rápidamente la cerro.

–Está bien, está bien, no vi nada, no vi nada–Tallaba reiteradamente sus ojos–No hay botana, no hay botana–Y salió de la cocina a paso apresurado

      En el interior de aquella alacena se encontraba Cartman suspirando pesadamente, con los ojos vendados y visiblemente golpeado.

–¡Déjame ir, carajo!–Gritaba enojado mientras le escurría sangre de la nariz

–¿Vas a desistir de tu intento?–Preguntó Yo cupido

      Eric se mordió el labio en el que notó el sabor a sangre, escupiendo casi de inmediato–Si, cabrón–

–Mhhh no te creo, dale más fuerte–El pequeño le ordenaba a su acompañante quien le daba tremendos golpes a Eric con una lata de frijoles 

     En otra estancia de la casa estaba Wendy nerviosa tratando de hacer que sus amigos Clyde y Token fuesen a revisar el almacén pero ellos estaban ocupado discutiendo como para prestarle un mínimo de atención.