"Cómo Dos Gotas De Agua"

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Insisto que no fue la respuesta más coherente pero, si nos estábamos sincerando que fuera bien...

*Conversación*

Mari: Yo... Yo también tengo problemas de los cuales quiero escapar ¿Sabes? Pero no creo que sea la mejor opción.

Crush: ¡Basta Mari! Se que tu también te cortas, he visto tus marcas...

Mari: Yo necesito ayudarte, te lo debo.

Crush: No me debes nada, mi trabajo es ayudar a las personas mientras yo me hundo.

Mari: Entonces... Entonces yo me hundire contigo... yo me iré contigo si es necesario.

Crush: No Mari ¿Que estupideces dices?

Mari: Yo... no lo se, jamás me había preocupado tanto por alguien, yo

Y antes de que pudiera escribir algo más... llegó.

Crush: Mari, Te Quiero...


Y no supe que decir, porque aunque mi mente repetía que el no me gustaba,  que el no me gustaba ni un poco. Mi cuerpo se estremeció al leer aquellas palabras. Y el, al ver que no contestaba Tecleo

Crush: Te Quiero Mari, Gracias por preocuparte por mi, pero esto lo haré a mi manera.

Después de eso, le escribí una y otra vez mil veces... pero no respondió.
La angustia me mataba, me sentía mal conté las horas que faltaban para que pudiera ir al entrenamiento y si no llegaba, era capaz de averiguar su dirección e ir por el. Y cuando llegue.
Ahí estaba el, sentado en una esquina, la esquina que solía ser mía. 
Con sus rodillas abrazadas sus mejillas blancas un poco rojas junto a su nariz parecía tener alergias o haber llorado mucho, y llevaba unos anteojos ¿Ocupaba anteojos? Yo no sabía que ocupaba anteojos y aun asi,  me parecía lindo...
Me acerqué a el y me Senté a su lado.
-Hey, Hola- susurre. El no me miró.  Escondió más su rostro entre sus rodillas.
-Hola, Mari ¿Todo bien?- levante una ceja. Conmigo si, contigo... no lo se estoy tratando de averiguar.
Y entonces toque su mejilla, ardía en fiebre.  Estaba muy enfermo. Al punto en que después de 3 minutos tuve que retirarla.
-¡Christopher!- exclame alarmada.
-Estoy bien Mari- contestó en voz baja.
-¡No estás bien! Estas muriendo la fiebre está muy alta... ¿A que has venido? Retírate ahora por favor. Vete de aqui- me estaba alterando pero el guardo la calma.
-Te digo que estoy bien Mari, además necesitaba verte- e hizo una media sonrisa.
-Estas completamente loco eres un idiota- el sonrió ahora si con ganas.
-somos como dos gotas de agua entonces corazón- y antes de que pudiera contestar el sensei nos llamó a formarnos, el se levantó más rápido que yo pero se tambaleó un poco y aun así se dirigió a su lugar. Yo me puse de pie e hice lo mismo...

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