"La Prohibición"

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Y comenzamos el entrenamiento.
Yo no le quitaba los ojos de encima pero al parecer se las arreglaba para lucir bien.
No parecía ni siquiera que estaba enfermo. De no ser por su rostro y las manchitas rojas que tenía por la fiebre. Yo también me hubiese creido que el estaba bien. Pero no era así.  A mi no podía mentirme.
Sabía el esfuerzo que estaba haciendo para resistir el ejercicio pero al final su esfuerzo fue nulo y cayó al piso el sensei se acercó a el y le hablo.
-¿Sucede algo Christopher? ¿Estas bien?- el no lo miro.
-Si Sensei, estoy bien- Mintió.  Y fue todo lo que pude soportar. Me pare junto al Maestro y comencé a hablar la verdad es que estaba histérica y muy molesta.
-¡No! No está bien, tiene mucha fiebre y también hematomas en el cuello- el parecía sorprendido porque había notado las marcas en su cuello los moratones que delataban mucho e instintivamente se puso de pie.
-Mari por favor callate- me pidió, pero ni siquiera lo mire.
-¡No! No Quiero calmarme y no me calmare... ¡Por favor Maestro! No ve como tiene la cara ¡esta Roja, roja por la fiebre!- Christopher puso los ojos en blanco.
-Mari por favor cierra lo boca- negué y continúe hablando.
-Tiene tanta fiebre que podría cocinar huecos fritos en su frente, tiene tanta fiebre que debe de alucinar ya, debe de ver que el piso se mueve o debe de estar mareado- el maestro no decía nada, pero Christopher parecía estar cada vez más irritado.
-¡Será mejor que lo retire a su casa por dos días!  Puede ser grabe y entonces-
-¡Mari! Callate- me grito, y seguido de eso, mi espalda choco con la pared. Todo fue tan rápido,  que no supe como reaccionar, Christopher me había echo callar, con sus labios en los míos, me estaba besando. Frente a todos, ¡Carajo Frente a todos!. Y entonces deje de disfrutar el momento y en un ataque de pánico le empuje y en su mejilla quedó marcada mi mano... el me observó con los ojos muy abiertos y había olvidado que el sensei estaba ahí,  hasta que hablo.
-Si ya terminaron con su espectáculo me gustaría hablar.- y por costumbre me puse firme con las manos atrás de la espalda.
-A partir de ahora, Maria-
¡oh no, me había dicho Maria... eso era malo estaba enojado!
-No quiero volver a verte cerca de Christopher y A ti- lo señaló .
-no quiero volver a verte cerca de Maria ni siquiera quiero que se sonrían o crucen aire ¡Es más!  No quiero que respiren el mismo aire. Esta estrictamente prohibido para ustedes hablarse hasta para darse lo buenos dias- me quede en shock, ya todo se había arruinado. Christopher me miró echando humos. Y luego bruscamente se dio la vuelta.
-No se preocupe sensei no pensaba volver a hablarla- dijo mientras tomaba su mochila y salía del Dojo..
¡Demonios!  ¿Que había echo? ...

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