Donde Nació El Amor

Desvanecimiento

Y llegue a el entrenamiento, pensando que estaría bien.
Que lo que me había sucedido recientemente no me provocaría nada, pensado... solo pensándolo.
¡Ya que apenas estuve sola un momento, sentí que las piernas me fallaron y me senté para disimular! Todo pasaba por mi mente en esos momentos, Todo y nada a la vez. Me permití cerrar los ojos y bajar la cabeza, tratando de ignorar el dolor que sentía, las ganas estúpidas de ir tras mi amiga. Y tratando de recordarme el porque tenia que seguir de pie y entonces un cuerpo se sentó a mi lado.
-Mari, ¿Que Tienes?- era una voz gruesa, de chico obviamente.
No levante la cara ni un segundo, solo negué levemente.
-Mari ¿Que tienes? ¿Te sientes mal?- ¡Demonios!  ¿Porque insistía tanto?... Levante la cabeza y ¡Carajo! Ahí estaba el, Christopher; con los ojos preocupados a mi lado. Si hubiese estado bien le hubiese respondido con un "Y eso ¿A ti que te importa?" Pero no... no está bien y mi cabeza no coordinaba.
-¿Cómo te sentirías tu, si tu mejor amiga muriese y no fueras ni a su velorio ni a su sepultura?- y no pude evitarlo en efecto no estaba bien, y comencé a llorar ¡Estaba llorando frente a ese patán!  Esperaba que se burlara que se fuera pero no lo hizo, puso su mano en mi espalda -¿Porque has venido Mari? Yo no lo hubiese echo- lo mire -por el próximo torneo, le prometí que iría- el sonrió pero no era la sonría frívola que había visto antes, esta era compasiva hasta linda incluso.  -Entonces debes de ir, entrenar mucho y echarle ganas por ella ¿no?- ¡Pff!... -Por eso estoy aquí ¿no?- y en ese momento el Sensei comenzó la clase, me puse de pie y el lo hizo tras de mi, esperaba que se fuese a su lugar pero en vez de eso, Su cuerpo me envolvió en un abrazo un abrazo muy fuerte muy cálido,  me hizo sentir en casa, me hizo sentir bien. Era mucho más alto que yo así que mi cabeza estaba en sus hombros recargada. -Todo Estará Bien Mari, Lo Prometo- ¡Demonios!  Esas palabras... y entonces se apartó.  ¿Que había pasado? Me sonrió y fue a su lugar dejándome totalmente en Shock.
No sabia que había pasado no... tenia cabeza para comprenderlo ahora, así que sólo conserve en mi mente la promesa echa a mi amiga y me esmere en entrenar y no pensar en nada más, al menos por ahora.