Capítulo 13.

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POV' Lauren.

Necesitaba terminar de llevar a cabo el plan de llevar a Camila al doctor, aún faltaban algunos exámenes, necesitaba investigar más acerca de ella y de su pasado, necesitaba buscar las nuevas pastillas que me recetó Normani, encargar las compras a mi Nana, necesitaba terminar de hacer mi trabajo, investigar la entrada y salida de dinero del Señor Épiro; realmente, necesitaba muchas cosas, incluido comprar un tinte para el cabello, pero ahora lo único que necesitaba era sacar a mi borracho esposo de mi oficina.

-Vaya...- silbó Brad quien se había enterado del escándalo -Eso no se ve bien- señaló el charco de vómito que hizo Marcus hace unos minutos.

-Brad, llévatelo-

-¿Yo? Pero, ¿a dónde?-

-¡No lo sé!- grité, enterrando mis manos en mi cabello -¡Solo... Solo llévatelo!-

Bradley Simpson era un hombre contemporáneo a mi edad, de sonrisa coqueta, dientes blancos, rubio y corpulento. Un hombre apuesto con personalidad medianamente decente. Lo conocí por medio de Marcus, ellos estudiaron juntos en la universidad y se podría decir que somos amigos, aunque, solo lo veo cómo socio. Si no fuera porque es un imbécil, sería mi amigo. Intentó varias veces tener algo sexual conmigo, Lily, Lucy, Normani, y casi todo el personal femenino del banco.

-No lo llevaré a mi casa, tengo una cita ésta noche- confesó.

De mi juego de llaves, saqué la de mi apartamento y se la di.

-Ten- le lancé las llaves - Ya sabes donde vivimos. Tu... Solo le dejas ahí, compruebas que respire y ya-

Brad me guiñó un ojo en aprobación y se llevó a Marcus, quien seguía llorando y gritando "¡Lauren!" por todo el edificio.

Solté un largo suspiro. Mi cabeza no daba para más hoy.

-¿Qué carajo miran? ¡Pónganse a trabajar!- grité cuando vi unos cuantos empleados amontonados en la puerta de mi oficina observando la escena.

Avisé a Lily que me retiraba. También que llamara al conserje para limpiar todo el desastre que dejó mi esposo. Los ojos azules de mi secretaria me veían con compasión, cosa que agradecí. Ella se estresa tanto cómo yo.

Salí del banco recibiendo varias miradas curiosas, las cuales ignoré completamente 《Puros chismosos》subí a mi auto y me dirigí a mi departamento. Ya había dicho que fue un día completamente estresante y loco. Sentía el palpitar de mi entrecejo, me dolía el estómago, y los ojos me pesaban. No sé ni cómo llegué a casa sin tener un accidente de tránsito.

Al entrar, lo primero que mis oídos captaron, fueron las risas de Ana y Camila, parecía que estaban muy metidas en su conversación, aparentemente. Traté de ser lo más sigilosa posible al subir las escaleras, pero no funcionó; mi Nana me había notado ya, se me quedó mirando fijamente《Oh, yo conozco esa mirada》Me estaba preguntando qué pasó. Mi aspecto no era el mejor de los casos; mi cabello parecía estropajo y la ropa estaba toda arrugada, algo muy inusual en mi, incluso me había quitado los tacones.

Vi a Camila levantarse, dispuesta a acercarse, pero subí corriendo las escaleras. Estaba tan cansada que no quería hablar con nadie, no quería hacer absolutamente nada. Solo dormir.

Y eso hice. Desabotoné mi blazer y mi camisa, lanzándolas en alguna parte de la habitación. Quedé en brasier y mis bragas negras. No hice más que caer cómo morsa en la cama, inmediatamente llenando mis pulmones del olor del perfume y cuerpo de Camila. Su olor estaba impregnado en todos lados. Sonreí un poco, abracé más la almohada y simplemente, caí.

Encontré un tesoro "calle MCJ11" (Camren)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora