Capitulo 3.

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Capitulo 3.

-_____... ____... ¡____! ¡¿Qué sucede?!- me sobre salte con su voz, abrí los ojos asustada- ¡Hey! ¿Qué tienes?

-¿qué tengo de que?- aun mi respiración no se controlaba. Me observe, estaba sudando, me temblaba el cuerpo y sentía las lagrimas a punto de salir. Recordé lo que había soñado. ¡Malditos idiotas!. El recuerdo de aquella noche aun no me deja en paz, en cuanto pienso que lo supere viene y me asusta en mis noches. Siento asco al recordar lo que hicieron conmigo.

-¿qué soñaste?- mis lagrimas no cesaban, no podía detenerlas, cada vez que las secaba venían los recuerdos de sus manos en mi y miles de ellas salían y corrían por mi rostro para luego perderse en un lugar inexistente de mi cuello. Estaba preocupada, se le notaba en el rostro a Jade, solo la abrace y seguí llorando.

-Ma…Mat... y... y Wi… William…- tartamudeé. Los sollozos no me dejaban pronunciar bien las palabras, ella se impresiono pero rápidamente me abrazo acariciando mi cabello y apretándome más a ella, esos recuerdos… esos malditos recuerdos de mi infancia nunca me dejaran. Mi madre me había llevando con un psicólogo después de que se entero, asistí a todas las sesiones y a vista del doctor eso ya estaba superado pero yo sabía que no era así, nunca iba a ser así. Esto no es tan fácil como si superar la muerte de mi mascota se tratase.

-¡Oh por dios!... ____ deja de llorar- me apretaba a ella pero no paraba de llorar- lo… lo bueno es que ya paso, todo está bien, ellos no volverán a tocarte ¿Okay?- me separo de ella y me tomo por los hombros viéndome a los ojos esperando mi respuesta, yo solo asentí levemente con la cabeza y cerré los ojos fuerte, como si así pudiera borrar el recuerdo, reí amargamente para mis adentros.

-¿Qué hora es?- ya no salían lagrimas, parecía como si todo el agua que hay en mi cuerpo la saque llorando, pero si sentía los restos de las ultimas en mi rostro. Ella seco mis lágrimas con la manga de su pijama y giro a ver el reloj.

-5:40 am- dijo formando una línea con sus labios- ¿ya no dormirás cierto?- me pregunto y yo dije “no” en un débil susurro, ella asintió- ¿Scary Movie, café y galletas?- alce mi vista al instante y la observe tenía una pequeña sonrisa traviesa en su rostro con la ceja elevada. Definitivamente cuando sea vieja y este triste por la que mis hijos ya no viven conmigo la llamaré y ella sabrá como levantarme el ánimo y hacerme sentir mejor. Le sonreí y me abalance hacia ella abrazándola. Rió.

-Gracias Jade…- le susurre al oído y le di un beso en la mejilla.

-Eso no dijiste por tu nuevo corte- dijo levantándose de la cama y caminando hacia la puerta.

-¡porque no me gusta que me corten el cabello!- grite pero ya había cerrado la puerta. Tarde. Me levante algo adormilada y me dirigí al baño, tocaba cada parte de la pared y aun no podía prender el foco, entonces di un paso más y luego sentí un gran dolor en mi trasero. Me había caído. Que estúpida soy. Al fin encontré donde prender el foco y me vi en el espejo.

-Dios…- susurre. Imagínense, a la tía más fea que tengan con el maquillaje corrido y el pelo despeinado como si un gato hubiera estado jugando ahí y que una noche aparezca después de que viste una película de terror. ¿Miedo verdad? Bueno, pues así estoy yo pero 3 veces peor, sabía que dormirme emberrinchada por lo del cabello no era bueno. Tome un poco de algodón y comencé a quitarme el maquillaje de mi rostro, me lave la cara y ahora seguía el cabello, incline la cabeza hacia el espejo pensando que hacerme, termine con una cola de cabello alta mal hecha, pero con amor.

-¿___?- se escucho la puerta cerrar.

-en el baño, ya voy- seque mi cara y apague el foco. Galletas es lo que mis ojos contemplaban, corrí a la cama y las agarre, Jade comenzó a reír y me dio mi taza de café. Centre toda mi atención en la película. No parábamos de reír

-Sabes que haría lo que fuera para que dejes de sufrir así, ya han pasado muchos años y- suspiro- ese recuerdo te sigue atormentando cada vez que te sientes bien y tranquila.

-Ya no me afectan tanto, ¿sabes?- me encogí de hombros- antes no dormía por miedo a que soñara con aquello.

-¿Qué puedo hacer por ti?, es que esto no me gusta nada- suspiro y se acomodo boca abajo en la cama a mi lado para seguir viendo la película.

-Nada… las cosas se irán con el tiempo- susurre queriendo dar por terminada la conversación.

-Si necesitas algo solo dime, ¿vale?, me iré a mi habitación- asentí. ¿Qué puede hacer para ayudarme? Nada, no hay nada.

Harry.

La imagen de su rostro sonriente llego de golpe a mi mente.

¿Por qué recordarlo ahora?, ¿Qué tiene que ver el en todo esto?

Te sostendré por siempreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora