La soledad me persigue

Lo que duele no es...

Duele que por lo que lucharas tanto alguien lo tenga fácilmente, realmente duele lo que pudiste merecer, lo que te costo millones de lágrimas, por lo que te perdiste hasta tú misma, por lo que tanto deseabas y alguien más lo consiguió fácil y tú tuviste que sufrir tanto por intentar llegar a ello esa diferencia es la que duele. Tu deseo de hacerla feliz, tu deseo de estar con ella de darle lo mejor porque creías que lo hacías creias que era suficiente para ella que yo muriera en el intento, que que tu te perdieras a ti misma en el intento. La herida se te hace enorme cuando sabes cuanto diste y eso se convierte en polvo sobre una lampara vieja que procedes a soplar sin importar cuando tiempo tardo en acumularse. Duele.

Cuando algo te lastimas simplemente te alejas de ello no importa cuanto desees estar cerca y tu mi amor la has jodido y a pesar de haberte separado la seguías jodiendo. No se lastima a quien te intento reparar a quien te dio noches incansables de amor y sonrisas a quien a pesar de tu manera tan mierda de querer te eligió para amar, habiendo millones de opciones se quedo contigo y con tu forma horrible de ser cuando hasta tu sabias que no te lo merecías que jamás llegaste a ser suficiente para merecer tanto de ese ser. Te amo sin condiciones sin excusas su amor por ti fue transparente preguntate cuantas lágrimas derramo por ti cuanto ella pudo llegar a soportar por ti, y no amor no te las merecías. Ella no se merecía el último trato que le diste, ella era mucha mujer para ti y al final no supiste que hacer con tanto, con tanto amor, con tanta mujer dulce y capaz, con tanto que tenía siempre para darte porque eres así, estas acostumbrada a lo efímero a las cosas pasajeras y mi amor algo puro y de verdad se te fue de las manos.

Sentir que vas navegando en un mar de cactus que tienes millones de heridas en tu piel y a pesar de tanto dolor continuas tu marcha porque vez la salida a la vuelta de la esquina sólo tienes que nadar un poco más y todo llegará a su fin.

La idea de volver a sentir te está matando y sólo pides no hacerlo más, te sientes como una niña desprotegida dentro de un hoyo oscuro, en la cima de una montaña rusa en la que sabes que tu corazón intentara salirse de tu pecho en cuanto vuelvas a bajar, que eres un tempano de hielo a mitad de un valle de alaska y eres tocada por agua fluyente que poco a poco te empiezas a agrietar. Haz vivido con miedo a ser lastimada y a la vida le pareces su pasa tiempo preferido no volver a amar es opcional y yo cariño no quiero volver a llorar.