Fiesta de Graduación

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Pronto, escuché hablar de un tal Richard Starkey en la banda de "Rory Storm and the Hurricanes" aquí en Merseyside, pero jamás pude corroborar si era mi adorable Ringo.

Y entonces llegó junio de 1959.

Al fin había terminado el tormento del Instituto Liverpool y con ello había terminado las amplias disculpas de George Harrison.

Jamás entendí como él no podía superar aquella escena, ¿realmente me quiso? Yo superé, con ayuda de John, a George en segundos (no literal).

Mi fiesta de graduación llegó a principio de julio.

Le había comentado a John sobre aquella situación y él me insistió en llevarlo, como acompañante.Yo lo denegué millones de veces pero, terminé aceptando.

Él me cuidaría de todo lo malo que me podría pasar, ¿verdad?

Eso creí yo.

Pero falló. Yo fallé.

Falló en cuidarme de él. Falló en cuidarse de mi. Falló en cuidarnos de nosotros mismos.

La fiesta se llevó acabó aquel viernes 10 de julio.

Era una bonita tarde y John pasó a recogerme hasta la puerta de mi casa. Es algo que jamás olvidaré.

Él llevaba una camisa a cuadros, pantalones vaqueros, unos zapatos negros un tanto cómicos y su chaqueta negra de cuero.

Si fuera poco, tenía aquel peinado al estilo Elvis Presley que me encantaba.

Y yo allí, con un tonta blusa rosa y falda lila, tipo Natalie Wood en Rebelde Sin Causa.

Lo único que lucía en mi era aquel peinado de rizos.

Recuerdo aún aquel comentario que él me hizo.

-Hoy luces preciosa --le escuché decir mientras me colgaba de su brazo y caminábamos como lo que no eramos y como lo que ambos deseábamos, una pareja-.

Aquel cumplido me hizo enrojecer y sentirme nerviosa, insegura a su lado.

Caminamos hasta llegar a la calle de Forthlin Road.

-Aquí vive Macca --susurro John cuando pasamos a lado del número 20 de aquella calle--.

-¿Quién es Macca? --pregunté ingenua--.

-Alguien que pronto te presentaré --me dijo sonriente--.

No le tomé atención a aquel comentario. No en aquellos tiempos.

Y entonces llegamos a nuestro destino.

Una gran casa bien parecida llena de incrédulos estudiantes.

Entramos, con el corazón en la mano.

Escuché en mi interior, de nuevo, aquella voz molesta que me decía que aquello estaba mal.

Debí hacerle caso.

Igual que debí hacerlo cuando estuve con George.

Pero él hubiera no existe y lo que pasó aquella noche me marcó. La primera vez de algo inolvidable y un adiós para ambos.

Felices 77 años a Ringo Starr.

Próximo Capítulo: Se enterarán de algo impactante entre John y __(Tn). Algo emocionante.

You've Really Got a Hold on Me • The Beatles y Tú. (EN REVISIÓN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora