Aquella fiesta de graduación estaba siendo un fracaso, nada con lo que alguna vez soñé.
Pero había algo diferente en aquel ambiente.
Como si aquella fiesta nos susurra al oído que debíamos ir a la casa de John. A la casa de mi mejor amigo.
-Esto es muy aburrido ___-- bufo John.
-Perdón por traerte, jamás pensé que esto estuviera pésimo-- me lamenté--.
-No vuelvas a invitarme a este tipo de fiestas con jóvenes ingenuos-- se burló John--.
-Yo...--recapacite rápidamente-- Yo no te invité, tú me suplicaste, ¿recuerdas?
John rió ampliamente y por un momento creí que realmente estaba loco.
Aunque, no sé como, de un momento a otro teníamos un par de cervezas en las manos.
John la bebía como si su vida dependiera de ello. Como si aquel líquido fuera su energía.
Me sonrió encantador y con ello me di yo misma el empujón para beber aquel líquido espumoso.
Después de aquella cerveza vino una más y después dos y por último no pude contarlas.
Reíamos a carcajadas, creí que ahora éramos dos completos locos.
El Rock de aquellos años empezó a retumbar en mis oídos.
John y yo bailábamos, haciendo el ridículo pero, no era importante por que todo el mundo allí estaba completamente ebrio.
El ambiente comenzó a arder.
Sentía que mi cuerpo estaba cambiando de temperatura.
John me acercó a él en un intento de bailar normalmente. Tenía sus suaves manos sobre mi cintura y entonces me besó.
Me estremecí cuando tocó mis fríos labios y así llego aquella opción.
-Que te parece si mejor vamos a mi casa. Mimi se ha ido unos días a Londres y no nos molestará-- me susurró al oído--.
Pensé algunos segundos sobre aquella propuesta. Mi interior quizo denegar aquella oferta pero una parte de mi quería ir, quería amarle.
Asentí lentamente y pude ver una sonrisa en su rostro.
Tomó mi mano y salimos de aquella residencia.
Nos dirigimos entre carcajadas y besos al número 251 de Menlove Avenue.
Al llegar no hubo palabras, sabíamos lo que pronto ocurriría.
Me besó con pasión como si me deseará desde hace mucho.
Comenzó a posar sus manos en mi cintura dirigiéndome a las escaleras.
Entre torpes pasos y sin alejar un centímetro nuestros labios, llegamos a su habitación.
Nos separamos unos segundos para que John se deshiciera de su incómoda chaqueta negra.
Me depósito en aquella cama que tenía por doquier aroma a su ser.
Comenzó a subir mi falda y sentí arder mis mejillas.
Quitó mi camisa y después mi falda dejandome casi al desnudo.
Le mire tratando de averiguar que pensamientos pasaban por su mente.
Comenzó a desabrochar aquellos botones de su camisa aventado la misma lejos de la cama.
Comenzó a jugar con mi sostén y volví a estremecerme.
Él rió divertido y me miro dulcemente.
-Quiero que seas mía--me dijo un poco nervioso.
-Quiero ser tuya-- le susurré temerosa.
Realmente quería ser suya pero mi interior me seguía insistiendo sobre aquella mala decisión.
¿Cómo iba a imaginar que aquella noche sería nuestro adiós?
Quería estar con él pero jamás imaginé que él no era mío. Que él nunca fue mío.
Jamás me enteré de que él no era un chico libre.
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You've Really Got a Hold on Me • The Beatles y Tú. (EN REVISIÓN)
FanfictionFuí su vecina, su novia del instituto, su mejor amiga y su esposa. Fuí parte de cada uno. Me sorprendo a mí misma cuando todos los relatos me señalan como la única forma de conectar a los cuatro Beatles. Estoy dispuesta a sorprender, y estoy dispues...