Capítulo 22 "Sasha"

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Habían arribado finalmente a la Torre Prisma y tras un recibimiento de compañeros sorprendidos por su presencia, Bonnie, Clemont, Sawyer, Tierno y Shauna se sentaron al lado de la hoguera, la cual estaba adecuada dentro de la chimenea.

—Aún no puedo creer que finalmente haya logrado quitarnos a Sally... —apretó los puños molesto y con ellos los párpados Sawyer.

POKÉMON

XYZ AND THE HALL OF FAME

Capítulo 22 "Sasha"

4 AÑOS ANTES

—Tienes que descansar un poco... no has dormido en días... estoy muy preocupada... —estaba sentada a la orilla de cama, donde había logrado que su amado se recostara. Su semblante sin duda respaldaba sus palabras, las ojeras notorias y la delgadez de su rostro que había incrementado en los últimos meses, la atormentaban, aunque no sabía que era lo peor... si al dormir tener que someterse a ese terrible dolor interno o permanecer despierto para evitarlo.

Todo había iniciado por aquellos días en que su poder como guardián de Aura fue despertado a la fuerza por las intervenciones del Grupo Terminal. Cual el grifo que lo contenía se hubiera averiado, drenaba el poder día tras día, mientras que las premoniciones que acompañaban aquella fuga se hacían cada vez más seguidas y más fuertes, como si el vínculo entre los seres legendarios y el elegido por los mismos a lo largo de los años, se fuera incrementando, presentándose por medio de sus sueños, aquel mundo caótico que avecinada el futuro incierto, del que estaba angustiado y cansado de ver.

—No... estoy bien... —se le cerraban los ojos con la mitad de los párpados.

—No voy a moverme de aquí... Vamos a cuidarte juntos, por lo que no tienes nada de que preocuparte... —se llevó una mano al vientre, evidenciando lo avanzado de su embarazo. No faltaba mucho para que diera a luz, otro punto más en su agenda de preocupaciones.

Al ver la mano de su esposa, buscó encontrarla con la suya, para juntos apoyarse como siempre lo hacían. Colocó la mano sobre la de ella y levantó la mirada hacia su rostro.

—¿Cómo te sientes?...

—No des vuelta a los papeles... el que necesita ser cuidado aquí eres tú...

Con la otra mano, movió un mechón de su cabello de ébano que caía rebelde sobre uno de sus ojos, para despejarlo y que la viera con claridad. Estaba en su cometido, cuando los ojos castaños se fueron cerrando en parpadeos, hasta caer completamente víctima del cansancio, su cabeza ladeó un poco sobre la almohada improvisada con una manta.

—Por fin... —sonrió al verlo dormido. La mano que había posado sobre su vientre, en la que se observaba aquel anillo plateado, se deslizó despacio hacia abajo, así la colocó al lado de su cuerpo para dejarlo completamente recostado sobre aquel colchón que poco faltaba para cumplir su vida útil.

Al final de todo lo difícil que habían cursado, de las sorpresas consideradas como trágicas y de los sentimientos escondidos y rebelados con el paso del tiempo... todo lo que ella había esperado, valía la pena. Se había convertido en su compañera para siempre, en quien cuidaría de él por sobre todo lo demás, en la persona que protegería su corazón y su alma, con sus caricias pulcras y la delicadeza de cada una de sus palabras y acciones, nadie más que su único amor, su mujer, su esposa.

—No te pongas inquieto ahora... es sólo que papá tiene que dormir también —le habló a su abdomen, sin soltar aún la mano de su amado, con lo que ambos anillos brillaron en un reflejo a la luz de la vela que los iluminaba.

XYZ and The Hall of FameDonde viven las historias. Descúbrelo ahora