2.Opiniones involuntarias

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El chico flotaba en un lugar oscuro, su respiración se aceleraba. Del horizonte emergieron siete estelas de diferentes colores: amarillo, rojo, azul, morado, lila, blanco y verde. Lo atravesaron y un escalofrió lo estremeció.

Despertó en una habitación distinta a la suya. Muebles con muchos libros, figuras de porcelana sobre animales del bosque, un oso, un lobo con su manada y tres venados posando. Una cama no muy grande con sábanas rojas de gatos negros, un reloj antiguo que presumía la hora en manecillas.

¡SHADOWS DESTINY!

Al despertar Richy gritó y miraba confundido recordando los golpes que le había propinado a la puerta de aquella casa abandonada, y sobre todo el humo morado que respiró por no se sabe cuánto tiempo, Lía lo había sacado de ahí y decidió ayudarlo. 

—Shhh, estamos en mi cuarto, no hagas mucho ruido que mis tíos no saben que estas aquí —era Lía leyendo un libro grande, sentada en su escritorio al otro lado de la habitación, parecía el directorio telefónico de todo el mundo de lo grande que era, estaba muy sumida en el, parecía buscar algo en específico y no se molestó en voltearse con Richard.

—¿Qué fue todo eso...? —Richard se encontraba sumamente desconectado de la realidad, necesitaba respuestas, pero no sabía por dónde empezar.

—La acabas de cagar, esto es mortal, más allá de tu comprensión —Lía no era buena consolando, he ahí un ejemplo.

—Y ¿Qué se supone que deba hacer ahora? ¿Qué eran esas luces de colores?

—Sólo recuéstate y en unos minutos te sales por la puerta de atrás, sin problema, mis tíos no tardan en dormir —muchas dudas por encima de las normales llegaron a la mente de Richard.

—Espera un momento... empiezo a creer que eso que hacías en esa casa no era feng shui. Vienes de Rusia ¿Cómo sabes bien el español?, ¿Cuál es tu nombre? ¿entiendes mi situación en este momento? —un suspiro del otro lado de la habitación fue exhalado y la chica se sentó en la cama a los pies de richy.

—Me asombra más de lo normal que sepas esas cosas, te falta mucho por investigar, mi nombre no te importa al menos por ahora, y tranquilo, campeón, ni siquiera comenzarás a "batear" como para llegar a alguna "base" —terminó con un guiño y regresó a su escritorio.

Lía no quería distanciarlo, pero tampoco decirle todo porque sería muy difícil de digerir de una. Además, tenía pendiente que saliera corriendo de miedo o algo peor.

A Richard, por la conmoción y la situación en la que estaba, apenas y se daba cuenta del dolor de su cabeza, sintió piquetes en la nuca a montones, como si estuvieran apretando su cráneo; se tocó la cabeza en señal de reconocimiento, nunca en la vida sintió tal dolor.

Sentía como su cerebro palpitaba y se hinchaba, y con señal burlona, pero tranquila le pregunta a Lía —me duele la cabeza, la pulsación es bastante, ¿voy a explotar? —al descubrir al bromista se añade una burlona que responde.

—Con un poco de suerte, tal vez si —después de sonreír un poco para ella, agrega—. Pronto se irá, no te alteres.

La personalidad de Lía es impredecible, incluso para los que la conocen. Disfruta del sufrimiento ajeno, pero no es la primera en causarlo, provócala y ten seguro que no serás ignorado. Juega con el sarcasmo como si fuese su única muñeca desde que tiene memoria y siempre sabe qué es lo que va a ocurrir en la mayoría de los casos en los que ella está involucrada.

En cambio, Richard fue el mimado de sus padres, pero sólo por regalos merecidos, primeros lugares en el cole, buenas obras de teatro, práctico para resolver problemas complejos y nunca pudo dejar de ser el capitán despistado. El pensar de los demás era algo que richy desconocía, aún que en sus frentes dijeran "molesto" o "feliz" el capitán despistado entraba en acción.

Esencias Mágicas [Completa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora