Cliché A Domicilio

CAPITULO 8: Revelaciones.

Lunes.

Día en el que vas a la escuela y los únicos seres humanos felices son los profesores.
Día en el que yo, Maddisson Reeves tengo que madrugar para salvar mi año escolar y así poder graduarme para entrar a una buena Universidad, casarme, tener 4 hijos y cumplir el prospecto de vida de mi madre.
¿Porque simplemente no puedo comer Nutella y ser feliz con mis gatos?

Cuando terminé de divagar e imaginar cosas tontas, decidí pararme de mi hermosa cama y me dispuse a alistar unos jeans negros altos y un crop top rojo con unas converse rojas para mi outfit del día de hoy. Tomé la toalla y me dirigí al baño, ya adentro comencé a desvestirme y hacer mi concierto matutino frente al espejo y con baile incluido. Corrí la cortina del baño y abrí mis ojos como platos al descubrir a un Máx desnudo en mi tina que apenas me vio comenzó a gritar como niña, lo que hizo que yo también gritara.

Mi hermano salió corriendo del baño pero como estaba mojado, resbaló y cayó al suelo emitiendo un gemido de dolor y haciendo que sus adorables pompas estuvieran por todas las redes sociales. Que creían, ¿que iba a ayudarlo sin antes tomar mi teléfono y fotografiar ese lindo trasero? Ja.

Cuando mi hermano logró pararse y salir de mi habitación aún gritando, entre a la ducha sin poder parar de reír.
Después de inventar 3 coreografías y cantar 5 canciones a mi shampoo y mi jabón, cerré la llave y salí para luego tomar mi ropa y vestirme.

Bajé a la cocina y se encontraba mi mamá tratando de tranquilizar a mi hermano, el cual seguía con los ojos muy abiertos.

-Mad... creí que ya te había dado la charla acerca de no intentar violar a tu propia familia.- dijo ella tratando de contener una carcajada al ver la cara de Max.

-¿Violarlo? Por favor, ni que estuviera tan bueno. !Además estaba en mi ducha¡- Dije sentándome a su lado mientras reía.

-¡Oye!- se quejó él.

El timbre de la casa sonó, como mamá estaba ocupada haciéndonos nuestro desayuno y Máx seguía "traumatizado" con mi intento de violación me dirigí a la puerta.

-Mamá...- Dije al abrir la puerta y ver a un señor sin expresión alguna en su cara.

Cuando mi madre llegó a la puerta, me fui dando saltitos a donde estaba Max.

-¿Quién es?- preguntó el.

-Ven, acercate.- Dije llamándolo con la mano. Al ver que me obedecía, acerque mi boca a su oído y susurre -La vieja Inés.

-¡OH NO! ¿Y con los calzones al revés?-Dijo causando que mi risa de princesa- nótese el sarcasmo- se hiciera escuchar.

Mamá regresó mientras Max y yo estábamos riéndonos y nos observo con cara muy sería.

-Tenemos que hablar cuando lleguen de estudiar. Maximiliano lleva a tu hermana a la escuela y rápido que se les hace tarde.

Comí rápidamente lo que quedaba de mis Hot cakes y agarré mi maleta, Max hizo lo mismo, agarro las llaves del auto y salimos.
Mamá había llamado a mi hermano por su nombre completo, lo que significaba que habían problemas.

Ya dentro del auto estábamos en completo silencio, lo cual no era habitual en los Reeves.

-Max... ¿estas pensando lo mismo que yo?- Dije sería y mirándolo a los ojos.

-Si, supongo. Es muy raro.-dijo devolviendone la mirada.

-A la cuenta de 3 lo decimos al tiempo. - dije. - 1...2...3! Ese hombre era malo y feo!

-¿Qué le estaba haciendo el lechero a la vaca cuando descubrió la leche?

Un face palm surgió en mi mente. ¿Como es posible que tenga un mono como hermano?

-¡OYE!- Se quejó Max.- De nuevo pensaste en voz alta tonta.- dijo fingiendo un puchero.

-Te dejaré pasar eso de tonta solamente porque descubriste que pienso que eres un mono.- conteste riendo y mirando hacia la ventana. Automáticamente comencé a divagar.

Cuando me di cuenta, ya habíamos llegado a la escuela. Le di un sonoro beso en la mejilla a mi hermoso hermanito- si, es sarcasmo de nuevo- y salí del auto.

-Te espero a las 3 Jaime.- Dije cerrando la puerta y fingiendo que era mi mayordomo.

Camine hasta encontrarme con April, la cual se veía muy emocionada.

-¿Viste al chico nuevo? ¡Es perfecto!- dijo moviendo las cejas de arriba a abajo.

-Acabe de llegar así que no, no lo he visto.- Dije restandole importancia.

Seguimos caminando juntas a clase hablando de cosas sin sentido y riéndonos.

April era una chica muy tranquila, hasta que la hacían enojar, claro. Sus notas eran de cualquier chica con unos padres demasiado controladores y que querían que fuera Miss perfección, ósea eran las más altas de la clase. Aunque eso no evitaba que sobresaliera más su físico. Malditos hormonales que sólo se fijan en su culo.
Era alta, delgada, tenía unos ojos negros que te permitían ver tu reflejó, su cabello también era oscuro y cuando sonreía dejaba ver unos lindos hoyuelos en sus mejillas.

Llegamos al salón de clase y nos dimos cuenta que ya se encontraban Amber, Sabrina y Kim en sus respectivos lugares, así que fuimos a tomar asiento.
Nos tocaba Historia con la vieja amargada, perdón, respetada profesora Clarisse.

Después de 5 minutos de reír y hablar con mis amigas, llegó la profesora indicándonos que nos organizaramos para comenzar la clase. Bien, que empiece la tortura.

-Ah, se me olvidaba.- dijo la profesora dirigiéndose hacia la puerta.- Tienen un nuevo compañero de clase.

El chico que entró en el salón de clase era como los demás. Si este era de quien hablaba April, tengo que compadecer a mi amiga por conformista. Tal ves lo único atractivo que tenía eran sus ojos y su sonrisa acompañada de unos perfectos hoyuelos en sus mejillas. De pronto, escuché a los ángeles cantar, o más bien a Sabrina imitandolos.

-¿Todas sienten que están siendo iluminadas por una luz milagrosa al ver esta perfección de hombre?- dijo Amber sin dejar de mirarlo.

-Limpiate la baba.- le dijo Kim a April.

-¡Ay por Dios! ¡Nisiquiera esta tan bueno!- grite para mis adentros.

O eso creía. Todos en el aula estaban mirándome, incluido el prospecto barato de Dios griego.

Mierda. Tengo que aprender a controlar mis pensamientos.

Hola :). Espero les haya gustado. Gracias por leerme, besos donde sabemos.

April en multimedia <3.