Capitulo Dos

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Almuerzo

Al llegar a casa, me encontré con Allison maquillándose. Se veía linda, nunca es de maquillarse exageradamente, solo lo básico y le es suficiente. Su cabello rubio y sus ojos azules hacen un match perfecto.

Silbé —¿A dónde va tan producida, señorita? —pregunté de broma

Ella soltó una risita — Almorzaré con Antoine —dijo feliz. Sonreí, me agradaba verla contenta

—Yo quería que me acompañaras pero ya que, me tocará coquetear con el chico de la cafetería —bromee

Ella rodó los ojos divertida —ni te atreverías —se burló. Yo hice un puchero —Te tiran diez chicos y no captas ni una, no me imagino cómo serías tú coqueteando. Debes salir de tu burbuja, Bea —me dio un beso en la mejilla y camino hacia la puerta

—Prefiero quedarme en mi burbuja, es más seguro ahí —le dije, mientras ella se despedía y salía del departamento

Me tiré a la cama por un segundo y ya estaba dormida. Genial, ¿no? Es mi diario vivir. Ir al hospital, dormir y estudiar cuando me toca. No me quejo, amo dormir y aprovecho a hacerlo cada que puedo. Debí haberme bañado antes de acostarme, pero el cansancio me ganó.

Cuando me levanté ya eran las tres menos cuarto. Me estaba muriendo de hambre, por lo que me di una ducha rápido y me puse algo sencillo y cómodo para ir a comer. Podría pedir comida, pero a veces el delivery es muy costoso. Además, tenía ganas de ir a una cafetería y leer algo.

Después de dar vueltas con la toalla envuelta en mi cuerpo, me decidí por un jean algo suelto, un top negro y una chaqueta de jean oscuro arriba, acompañando el conjunto con unas zapatillas blancas y mi bolso pequeño. Deje mi cabello suelto con sus ondas naturales y me hice el mismo skincare de la mañana, con la diferencia de que agregue un poco de color a mis labios.

 Deje mi cabello suelto con sus ondas naturales y me hice el mismo skincare de la mañana, con la diferencia de que agregue un poco de color a mis labios

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Me aseguré de que todo estuviera en orden y salí del departamento, por consiguiente del edificio. Puse música acústica, no había mucho tráfico así que decidí ir al centro de la ciudad para despejar la mente un rato. Me estacioné en Starbucks y entré a la tienda.

Starbucks era una de mis cafeterías favoritas, sobre todo porque sus sándwiches eran deliciosos. El café no era tan fuerte, pero era rico. Formé la fila pacientemente, el local estaba algo lleno, así que me tocó esperar casi diez minutos a que me atendieran.

—Hola, buenas tardes —saludé cuando fue mi turno de ordenar, la chica detrás del mostrador me saludo igual y me sonrió —Podrías darme un iced coffee de caramelo y un sándwich de queso con pollo —pedí, ella asintió y registro mi pedido

—Son diez euros —dijo, le di el dinero y ella me dió el recibo de la orden

Busqué un lugar donde sentarme mientras, el cual no estaba muy lejos de la entrada, siendo el único lugar disponible.

TAKEN → Antoine Griezmann ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora