Capitulo treinta y uno

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◀ Cada vez más cerca ▶

Me separé lentamente de Antoine, con los ojos aún cerrados y solté un suspiro. Por sincronización pura, unimos nuestras frentes. Abrí los ojos cuando sentí que Antoine se alejaba.

—Lo siento... —dijo, mientras subía su mano a mi mejilla

Cerré los ojos ante el tacto —¿Por qué?

—Por todo...

Yo negué —No pensemos en eso ahora, ¿si? —le dije —Ve a casa, descansa algo —le pedí, el asintió

—¿Debes quedarte? —preguntó, casi como si rogara que le dijera que no

Yo asenti —Si, quiero monitorearlos yo y estar pendiente por cualquier cosa —entonces él asintió y me dio un beso en la frente

—Llamame si necesitas algo, ¿va? —me dijo, a lo que yo asentí —Te traeré desayuno, no compres nada —sin más, me dio un beso corto en los labios

Nos dimos un abrazo como pudimos, pues estábamos sentados en el auto, y yo me bajé para irme a la sala de cuidados intensivos, donde estaban nuestros amigos.

La noche se pasó algo lenta, estuvo monitoreando sus signos vitales. Noté que ambos ya habían despertado, lo cual era muy bueno, sin embargo, ninguno de los dos decía nada. Principalmente porque les pedí que no lo hicieran, para que guardaran energías.

En la mañana, cuando el doctor pasó la visita, dio de alta para que los llevaramos a la sala de piso cuatro, donde estarían ya cada uno en una habitación.

Le deje el mensaje a los chicos, de que ya los habíamos cambiado de sala y que las visitas eran desde las doce del medio día.

—Bea, ¿no fuiste a tu casa? —preguntó mi compañero que había estado en urgencias la noche anterior conmigo

Yo negué —Son mis amigos —dije señalando a Saúl y Allison, mientras los trasladaban a la sala

Él asintió comprendiendo —Vaya, que fuerte —murmuró —Deberías ir a descansar, ya sabes que si van a sala es porque están mucho mejor —dijo poniendo una mano en mi hombro

Antes de que pudiera responderle, escuché como me llamaban. Mire a mi derecha, encontrándome con Antoine usando una gorra y unos lentes, con una bolsa de comida en mano

—¿Ese es Antoine Griezmann? —preguntó Robert, mi compañero

Yo rei un poco —Si, tambien es mi amigo —dije y sin mas, me acerque al francés

—Buenos días, Belle —dijo con una pequeña sonrisa

Yo sonreí y le di un abrazo, luego de la madrugada tan cansada que tuve, solo necesitaba estar en su brazos

El correspondió mi abrazo y me di un beso en la cabeza —te traje desayuno —murmuró

Nos separamos y él tendió la bolsa de comida —Gracias, Anto

—¿No quieres ir a casa a ducharte y descansar un poco? Te ves cansada —preguntó, mientras se me quedaba viendo

Yo lo pensé y miré el reloj, eran las 6. Robert ya había llegado así que podía irme —¿Puedes llevarme a casa? No me siento en condiciones de conducir, ya luego vengo a buscar el auto —dije, a lo que él asintió —Déjame avisar que me voy

Me despedí de las enfermeras de la sala, marqué mi salida y fui con Antoine al auto. En el camino, fui comiendo el desayuno que me había traído, mientras él conducía y escuchábamos algo de música en volumen bajo.

Cuando llegamos a casa, deje mis cosas en la mesa y fui directo al baño, necesitaba ducharme urgentemente.

—Las visitas son a las doce —le dije a Anto, que se había quedado en el sillón, cuando salí de ducharme, ya con una pijama puesta

—¿Puedo quedarme contigo? —preguntó, acercándose a mi

Sonreí un poco y asentí —No tenía planes de echarte de mi casa, Grizi —le dije divertida

Él sonrió un poco y sin más, ambos fuimos a mi habitación, donde nos acostamos y dormimos como si lleváramos días sin hacerlo.

La alarma sonó justo a las once de la mañana, levantándome y sintiendo mi cabeza doler por las pocas horas de sueño que había conseguido. Sin embargo, no me importó mucho mi dolor de cabeza cuando aprecié la imagen que tenía frente a mi.

—¿Tengo algo? —pregunto el ojiazul sin abrir los ojos

Me exalte un poco, pues pensaba que aun estaba dormido —me asustaste —dije entre risas —¿cuánto llevas despierto? —pregunté, acomodandome nuevamente en su pecho, pegandome mas de ser posible

—Tu alarma me despertó —dijo, me dió un beso en la cabeza y se levantó, provocando que me levantara también —Hay que ir a lo de la visita, ¿cierto? —preguntó, a lo que yo asentí.

Nos levantamos y yo busqué una ropa cómoda. No tendría turno si no hasta las seis de la tarde, justo como ayer.

Salimos del departamento, camino al hospital. En el camino no dijimos nada, honestamente yo me volví a dormir del cansancio que cargaba.

Cuando llegamos al hospital, bajamos del auto y caminamos al edificio, ambos con paso normal. Como si no quisiéramos entrar, como si supiéramos que cada vez estábamos mas cerca de saber la verdad.

Cuando llegamos a la sala de espera, ya estaban Tefi, Fernando y algunos del equipo. Pude reconocer a Lucas, Carrasco, Filipe Luis y Gaby. Los salude a todos y pregunté si ya habían logrado hablar con Saúl y Allison, a lo que me respondieron que no.

Mire el reloj, ya era la hora de visitas, por lo que deberían poder ir a verlos. Me acerqué a una de las enfermeras, que era diferente a la que estaba en la mañana cuando me fuí.

—Hola, me gustaría saber si Allison Martínez y Saúl Ñiguez ya despertaron —pregunté, amablemente

—Los fans no pueden recibir información sobre el estado de ellos —dijo sin mirarme, prestándole atención a la tabla de apuntes que tenía en sus manos.

—ahm, no soy fan. Son mis amigos y sobre todo... —dije sacando mi credencial del hospital —soy doctora aquí —se la enseñe.

Ella alzó la mirada sorprendida —disculpe, Doctora Rodríguez, no la había reconocido. Los pacientes ya despertaron, pueden pasar a verlos de dos en dos, si gustan —dijo y se retiró.

—Muchas gracias —dije antes de perderla de vista. Luego camine hacia los demás —Dicen que ya despertaron y que pueden pasar a verlos de dos en dos. Yo los vi en la mañana, así que puedo ir de última sin problema —dije y ellos asintieron.

Primero se arreglaron para ir los del equipo. Tefi y Fernando irían antes que Antoine y yo, quienes éramos los últimos.

Cuando ya nos tocó a nosotros, Antoine me detuvo antes de entrar a la habitación de Allison —Me gustaría entrar solo, si no te molesta —dijo, jugando nerviosamente con sus manos, a lo que yo asentí

—Tranquilo, iré a ver a Saúl primero si eso deseas —dije y él asintió. Para luego, tomar mi mano y darle un apretón.

Por algún motivo, sentía que mi corazón se me salía del pecho. Estábamos a punto de saber qué fue lo que sucedió y por qué Saúl y Allison estaban juntos en el accidente. Solo esperaba que no fuera lo que estaba pensando.


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Capitulo editado!

Ahhhhh, cada vez mas cercaaa!!!

Si ya habian leido la novela, habran notado que extendí el final, solo porque quiero que haya mas historia sobre como realmente se estaban sintiendo Bea y Antoine con todo. Ambos encuentran paz en el otro y en momentos como estos, es cuando eso se nota (:

Espero les este gustando tanto como a mi!!! <3

xoxo, itzjustmebae

TAKEN → Antoine Griezmann ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora