TAKEN → Antoine Griezmann ✓

Capitulo veintitres

◀ Tardes en compañía ▶

Llegué a casa, exhausta del turno que acababa de tener. Estuve desde las doce de la medianoche, hasta ahora, que eran las doce del mediodía. Los días como el de hoy son muy pesados, por lo que usualmente lo que hago es llegar a casa y dormir.

En el caso de hoy, fue algo distinto. Perdimos un paciente que llegó muy grave a urgencias. No puedo sacarlo de mi cabeza, ya que es el primer paciente que pierdo en la práctica. Pero el doctor me dejó en claro que hice todo lo que tuve que hacer y que el paciente falleció por lo avanzada que estaba su enfermedad.

Sin embargo, no creo que sea fácil olvidarlo o dejarlo pasar simplemente.

Me di un baño refrescante, me lavé el cabello y utilice mis scrubs y cremas corporales, para relajarme aún más y oler rico.

No tenía ganas de cocinar, así que pedí comida para que me la trajeran, no tenía ánimos de salir tampoco. Mientras esperaba la comida, quise llamar a Antoine para ver como le había ido en el entrenamiento y bueno, si había posibilidad de vernos hoy.

Llevábamos una semana desde la última vez que vino, y nos hemos mantenido comunicándonos, ya sea por chat, llamada o videollamada. Siempre lo hacíamos cuando Allison no estaba con él. De lo contrario, no obtendría una respuesta de su parte por horas.

—¿Hola? —escuché del otro lado, luego de cuatro tonos de llamada

Sonreí al escucharlo —Hola, Anto —saludé —¿en qué andas? —pregunté, sentándome en el sillón

—Saliendo del entrenamiento, linda. ¿por? —pregunté, escuché las llaves de fondo

Me encogí de hombros, a pesar de que él no me veía —Quería verte —murmuré, apenada por admitirlo en voz alta

—Llegó en treinta —dijo y colgó

La comida llegó y comí tranquilamente en lo que Antoine llegaba. No me había pedido mucha comida, pedí lo suficiente para quedar satisfecha.

Luego de un rato, escuche que llamaban a la puerta. Por lo que me levanté y la atendí.

Sonreí al ver a Antoine del otro lado de la puerta, con una sonrisa. Venía con su ropa deportiva y dos bolsas de comida en sus manos.

—No sabía qué querías comer, así que compré McDonalds y Starbucks —dijo moviendo las bolsas —McDonalds por si quieres algo mas pesado y Starbucks por si solo quieres un café y una empanada —sonreí y lo pensé un poco

—Uhm, no hace mucho comí algo. Así que, escojo el Starbucks —dije tomando la bolsa

—Mejor, porque yo si vengo muriendo de hambre y quiero el Mcdonald's —dijo divertido

Sonreí ante sus ocurrencias y me acerqué para saludarlo con un corto beso en los labios

—Pasa —dije haciéndome a un lado y dejándolo pasar

Caminamos hasta la sala y nos sentamos en el sillón. Sacamos la comida de sus respectivas bolsas y comenzamos a comer

—Muchas gracias —dije

El me miró confundido —¿Por la comida? No es nada, me imaginé que habías salido de turno y no habías tenido tiempo de comer —se encogió de hombros

Yo sonreí —por eso y por venir, hoy no fue el mejor día

Él dejó de comer para mirarme atentamente —¿quieres hablar sobre eso? —preguntó

Yo negué —Es suficiente con que me estés acompañando —dije, él se acercó y me dió un beso en los labios, sonreí ante el tacto.

Sentí su perfume ante la cercanía, y me sorprendía que a pesar de haber entrenado, pudiera seguir oliendo tan bien.