TAKEN → Antoine Griezmann ✓

Capitulo trece

◀ Pelea de almohadas ▶

Antes de ir a la casa de Antoine, pase por el súper a por algunas golosinas. Compre helado, de chocolate para mí y de vainilla para los Griezmanns; galletas de oreo y gomitas de colores. Si lo sé, Antoine me matara por llenar a su hija de golosinas. Pero qué le puedo decir, me encanta consentir a Mia, es un amor.

Una vez en la entrada de la casa, toque el timbre y espere a que abrieran. Cuando abrieron la puerta, no me sorprendí mucho cuando la persona que me abrió no era Antoine.

—Hola, Erikins —saludé al verla, nos dimos un abrazo como saludo

Ella rió ante mi apodo —Hola, Be —me saludo correspondiendo el abrazo

—Be —vi como Mía daba algunos pasos sola, con Antoine detrás, hasta llegar a mis piernas y pasar sus bracitos alrededor de las mismas

—Pero miren nada más quién es, la princesa de la casa —dije alzándola en mis brazos, dejando de lado las compras que había hecho y dándole un abrazo, seguido de un beso en la mejilla

Ella rió ante tal acción y me regresó el beso en la mejilla. Luego de saludar a Anto con un pequeño abrazo, entramos a la casa

—Permisito dijo monchito —dije cuándo entre a la casa

—¿Quién es "monchito"? —preguntó Erika entre risas

Yo me encogí de hombros —ni idea, era algo que decía mi mamá muy seguido y ya se me pegó —expliqué —Por cierto, miren, traje muchas cosas para comer —moví emocionada la bolsa que traía en mi brazo disponible, ya que Mia aun seguía en mi brazo.

—Tranquila, yo iba de salida. El trabajo me llama —dijo y se despidió de todos para, seguido de eso, salir.

—¿Qué trajiste? —preguntó Antoine curioso, revisando la bolsa.

—Muchas cosas —sonreí —son nuestras favoritas —el me miro sonriente

Luego de acomodar las cosas y repartirlas, nos sentamos a ver una película, luna de miel en familia para ser más claros. Amo esa película, es súper. No podía evitar sonreír cuando escuchaba la característica risa de Antoine y Mia siguiendo la corriente aunque no supiera que estaba sucediendo. Eran tan adorables. Cuando la película acabó, Mia estaba dormida en el sillón; Antoine se disculpó y la llevó a su habitación.

Yo me quede abajo limpiando lo que habíamos ensuciado y botando la basura. Regrese al sillón y tomé un respiro, espere a Antoine para ver otra película.

—Listo, Mia está en su cama —dijo y se tiró a un lado de mí.

—Es tan linda —dije con una sonrisa

—De verdad que sí, es muy afortunada de tenerte en su vida, la tienes muy mimada —dijo y yo sentí mis mejillas arder

—Mia tiene un gran espacio en mi corazón, la quiero mucho —dije honestamente

El hizo un puchero —¿y qué hay sobre mi? —preguntó

Lo miré extrañada —¿Sobre ti? ¿a qué te refieres?

—¿También tengo un espacio? —preguntó, y sentí como se avergonzaba de preguntar, pero no se aguanto las ganas tampoco

Yo reí un poco —obvio que si, Anto —él sonrió

—eres la mejor, ¿Sabes?...Mia te adora. A veces simplemente pregunta y dice "¿Be?" —dijo imitando a su hija —sobre todo cuando vamos al super

Y le creía. Muchas veces íbamos juntos a hacer las compras. Esa idea fue inicialmente porque una vez abrí la nevera de Anto para servirme agua, ya que él estaba ocupado y me dijo que podía tomar el agua que quisiera, y cuando abrí la nevera, la misma estaba vacía o con alimentos que vencían en días.