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No podía creer que todo aquello solo había sido otro truco de los seelies para distraerlos, para devolverle los recuerdos. Se sentía vacía, se sentía sumamente estúpida. Asimilar todas las memorias que le habían llegado de golpe era algo bastante difícil, casi como si una roca le hubiera golpeado la cabeza y al principio no hubiese sentido dolor hasta que vio la sangre. Veía sus memorias reales, estaban allí; pero las falsas también los estaban, solo sobre ellas de una manera borrosa.

Su cabeza comenzó a doler de tanto pensar que tuvo que sostenerse de un árbol para mantener el equilibrio. No había palabras para describir el horrible sentimiento que se colocó en el fondo de su estómago.

—¿Estás bien? — a su derecha escuchó la suave voz de su mejor amiga. ¿Podría llamarla así? ¿Acaso eso era lo que ella era?

Alex se tomó un momento para asimilar la pregunta que le había hecho. ¿Se encontraba bien? ¿En verdad? No. Pero tampoco iba a dejar que ellos lo notaran, tenía que ser fuerte. Ó simplemente podría dejar de serlo por un momento.

Negó con la cabeza y se lanzó a los brazos de la castaña, quien la recibió en un cálido abrazo mientras Alex resistía el impulso de echarse a llorar ante aquel gesto.

—Lo siento, enserio lo siento mucho...

—No es tu culpa, lo sé. Siempre lo he sabido — susurró Iris.

—Me refiero a todo. Lamento todo lo que hice, no debí haberte abandonado a ti por sobre todas las personas.

—Está bien. Ya pasó, y te perdono; perdono todo y lo seguiré haciendo.

Alex sintió que una carga inmensa había sido súbitamente quitada de sus hombros, dejándole respirar tranquila después de mucho tiempo. Se separó de Iris y le dedicó la más sincera sonrisa que jamás hubiese esbozado, se frotó los ojos un poco para limpiar un par de lágrimas antes de que éstas cayeran por sus mejillas.

—¿Alex..., tú...? — la chica miró a Scott, aún sin borrar su sonrisa.

Ella siempre había tenido un inmenso aprecio por el alfa verdadero, y aquel sentimiento se había intensificado en aquellos meses de vida falsa, donde él y Stiles fueron los principales partícipes en ésta. Alex se acercó al chico y posó sus manos en sus hombros, mirándole directo a los ojos, comunicándose sin necesidad de palabras. Él le dedicó una sonrisa que decía bienvenida devuelta, como si su verdadero yo nunca hubiese estado ahí. Compartieron un cálido abrazo que los reconfortó a ambos por completo.

Por último, Alex giró su cabeza para mirar a Matt, quien estaba solo a pocos centímetros de ella, mirándola con una expresión indescifrable en el rostro. La chica no pudo evitar pensar que se veía tan caliente como el infierno.

Pero aún así su mente lo veía de otra manera. ¿Por qué? Por el hecho de que después de todos aquellos meses, veía a Matt de una manera borrosa, algo distante. Porque aunque no lo fuera a aceptar, Alex tenía mil y un sentimientos encontrados con respecto a él. Aún si fueron sólo sus memorias y no sus sentimientos por Matt los que jamás fueron borrados, una parte de ella había olvidado que estaban ahí. Y ahora que podía recordarlos... no estaba segura de que fuera lo mismo.

—Fue un truco — afirmó Alex — una distracción. No sé con qué fin, pero de una forma u otra ellos querían que recuperara mis recuerdos cuanto antes. Pero eso no es prioridad; primero debemos salvar a Stiles.

Scott abrió la boca para hacer una pregunta, pero ella lo hizo callar con una mirada.

—Sé que no lo recuerdas, pero tendrás que hacerme caso en esta. Tú solo encárgate de reunir a la manada para mañana, ahora necesitamos descansar. Iris, necesito que le des el mensaje a Lydia, dile que estoy bien y que intente contactar a Derek. Ambos encárguense de reunirlos a todos en algún lugar, mientras yo trazaré un plan, y mañana cuando el sol caiga encontraremos una manera de deshacernos de las hadas de una vez por todas.

Ambos asintieron, Alex a pesar de haber sido muy clara y concreta a la hora de dar instrucciones, sentía que esa tarea no le correspondía, dudaba de que lo qué había hecho estaba bien. Normalmente su madre siempre daba las órdenes en el instituto y por ende ella no se sentía cómoda tomando aquel papel. Ella no era ningún líder, ese era Scott, pero sin lugar a dudas en aquel momento se requería de su experiencia.

—Matt... — murmuró una vez que los otros dos chicos se hubiesen ido. Se dio la vuelta para poder mirarlo cara a cara. El mencionado inclinó la mirada, evitando la suya a toda costa — ¿Podrías tan solo mirarme, por favor? — él alzó la cabeza un poco para mirarla a los ojos, y de inmediato deseó no haberlo hecho.

Alex se acercó a él, acariciando su mejilla con la mano y haciendo contacto visual en todo momento. Matt se había perdido por completo en la profundidad de sus ojos azules.

—Te extrañé. Sé que en realidad nunca me fui, pero es cómo si no hubiese estado aquí jamás. Se siente tan... irreal. Y antes de que digas algo; entiendo lo que hiciste, sólo querías salvarme la vida y lo comprendo, yo hubiera hecho lo mismo en tu lugar.

Matt esbozó una media sonrisa, aquel momento lo había vivido cientos de veces en su cabeza en los últimos meses, y debía admitir que no era lo que esperaba. Allí mismo, parado frente a ella, mirándola a los ojos, supo que ella ya no sentía lo mismo por él que lo que sentía antes. Y eso le partía el corazón; pero aún no estaba dispuesto a rendirse.

—Las emociones nublan el juicio, siempre lo supe, Alex. Pero jamás creí que me fuese a ver cegado completamente por ti. Y sé lo que sientes sin necesidad de que lo digas... Así que perdóname por esto.

Ella lo miró confundida antes de que él se inclinara hacia adelante, atrapando sus labios con los suyos. Al principio Alex pareció algo sorprendida por aquella súbita acción, pero no dudó al momento de mover sus labios al compás de los de él, sintiendo aquello que llevaba tiempo anhelando. Y ¡por el ángel! por un momento, Matt se sintió enormemente aliviado, feliz.

Alex se separó de él un poco para tomar aire y Matt apreció lo hermosa que se veía a la luz de la luna, con los labios hinchados por aquel beso, sus ojos brillantes y aquella blusa con estampado de perritos. Sonrió sin siquiera pensarlo.

La rubia volvió a presionar sus labios sobre los de Matt, dejándose llevar por cada movimiento realizado. Él rodeó su cintura con sus brazos y acarició su espalda, mientras que ella llevaba sus manos a su cuello y luego se perdían en su cabello, haciendo aquel beso diez veces más profundo e intenso.

Alex aún tenía que lidiar con los problemas que habitaban Beacon Hills; encontrar a Stiles, deshacerse de su padre, la hermana psicópata de Matt, el resto de la cacería salvaje y del mal mayor que se acercaba según ellos. Pero luego habría tiempo para eso... Aquel momento era para ambos y no dejarían que nada lo echara a perder.










Como podrán haber notado, esta temporada será bastante (muy, demasiado) diferente a la de la serie, además de que en esta aparecerá Derek. Más delante verán porqué 7u7. Y bueno, todo lo hago para mantener el suspenso, ya saben cómo soy.

Memories • nefilim II ( tw )Donde viven las historias. Descúbrelo ahora