Leyendas de Esmira

Leyendas de Esmira Capítulo 28

CAPITULO 28

Aiden corre por el bosque, han esperado hasta que sea el atardecer para huir.

Llega a la muralla, bien, ahora debe buscar un fusible accesible. No le cuesta mucho encontrarlo, se acerca, fuerza la caja y saca la pistola que Kate le dio a Enzo cuando llegaron a Rixión, apunta a la batería con el cañón y dispara el laser.

Es instantáneo, se produce una explosión que lanza a Aiden contra un árbol, la batería empieza a soltar chispas y sobrecargarse. Unos soldados llegan por la izquierda para detenerlo, pero es demasiado tarde, Aiden se resguarda y la batería explota destruyéndolo todo en un radio de 15 metros, cuando Aiden abre los ojos lo ve, un enorme agujero en la muralla, del que sale una gran humareda.

Empieza a oír el sonido de los motores, supone que la nave nodriza ya se ha puesto en marcha.

-Ya está, démonos prisa.

-Vale Kate, yo y Leyre atacamos al coche, tu crea una distracción.

-Bien.

Kate se lanza a la carretera justo cuando pasa un coche, este se para y de él sale un soldado que la apunta con un arma, pero un disparo le tira al suelo, rápidamente una ráfaga de disparos ametralla al coche, los soldados son abatidos en poco más de un segundo.

Kate se levanta y se sube al volante, Leyre se sube a su lado y Enzo se coloca en la metralleta montada en la parte superior del coche.

-¡Que os den capullos!- Grita Enzo eufórico

Llegan en apenas medio minuto. Kate baja la ventanilla y empieza a llamar a Aiden, que aparece del humo con heridas por todo el cuerpo, tiene un arma en el brazo y la pistola de Kate en el otro.

-¡Sube!- Grita Enzo mientras que dispara desde la torreta.

Aiden sube atrás y saca de su chaqueta lo que parece una tableta holográfica.

Kate empieza a conducir mientras que Leyre la guía entre gritos, pero consigue sacar un momento para preguntar por la tableta.

-¿Y eso?- Dice Leyre

-Lo llevaba un oficial y no he podido resistir la curiosidad.

-¡Chicos hemos llegado!

Enzo dispara desde la torreta a la entrada y crea un derrumbamiento que deja un espacio en el techo.

-¡Coger esa de ahí! Es una WindFighter, están construidas para volar rápido sin ser detectadas.– Dice Enzo más eufórico que antes.

Los cuatro suben a la nave, Enzo ocupa el puesto de piloto y Kate el de copiloto.

Se disponen a despegar mientras que Aiden y Leyre van a las torretas situadas en las alas de la nave.

-Despegando- Dice Kate

De pronto, la pared explota y empiezan a entrar soldados.

Aiden empieza a disparar mientras que despegan. Al final consiguen salir del hangar sin resultar dañados, cosa que extraña a Aiden y a Enzo.

-¡Bien!- Gritan Kate y Leyre a la vez.

Cuando todo peligro desaparece se levantan y se abrazan con una sonrisa. Cuando acaba el abrazo Enzo va a hablar con Aiden.

-Esto no es normal, no es posible que no nos hayan visto huir.

-Tienes toda la razón.