Boy Meets Evil » vk

I

Eran ya las nueve de la noche y Yugyeom no llegaba, me había dicho que a las ocho estaría aquí,  era increíble su talento natural para siempre llegar tarde a todas partes. Suspire. No era necesario molestarme por eso si ya conocía esa tal forma de ser. Me abrace a mi mismo y me senté de mejor forma en la banca, el frió era horrible a estas alturas del año, una vez que empece a arrepentirme de haber aceptado de ir al tal club escucho una voz a lo lejos.

-¡Jungkooook! -me levanto de mi sitio al ver a mi amigo corriendo hacia mi-

-Ya era hora 

-Si, si, perdón, ya me conoces -me sonríe como típica manera de disculparse- pues, ya vamos, antes de que se ponga aburrido -me toma del brazo y me lleva a tal club que tanto me insistió-

Después de varios minutos en bus y una pequeña caminata llegamos a tal club, la música y el ambiente vivo de adentro se podía sentir desde afuera, me mordí los labios, no es que nunca haya ido a fiestas, pero tampoco se me da tanta cosa. Yugy me miro divertido y me sonrió para luego darme un fuerte abrazo por los hombros

-Vamooos, sera divertido, ademas estará Youngmi -lo mire de reojo al escuchar tal nombre-

-Sabes que Youngmi no me gusta

-Aun así, dale una oportunidad, la chica es encantadora -dijo mientras pasábamos al interior del recinto. Una vez adentro Youngmi nos reconoció inmediatamente y se nos acerco, sonriéndonos a ambos, pero en especial a mi. Pasamos mucho tiempo en tal lugar, bailando y bebiendo un poco, hasta que llego un punto en que la gente empezaba de a poco a reducirse. Durante todo ese tiempo Yugy iba y venia, y Youngmi no se despegaba de mi, la chica era simpática y podría decirse que algo tímida, pero nada de que me molestase, me agradaba incluso, pero si me incomodaba el hecho de que le gustara ya que ella a mi no, y bueno, no es para nada lindo el no ser correspondido. Luego de unos minutos Youngmi se va en el auto de sus padres y al rato nosotros decidimos dejar el lugar, ya era bastante tarde y el tener 18 no nos garantizaba libertad absoluta como quisiéramos.

-Te invito a quedarte a mi casa, la tuya esta muy lejos y con el estado que estas dudo que llegues sin ningún moretón por tantas caídas -rio al notar lo fuerte que Yugy se agarraba de mi, haciéndome tambalear, si, yo tampoco estaba en muy buen estado que digamos-

-Eres el mejor -me regala una boba sonrisa y yo rio por eso, pero las risas acabaron cuando siento un fuerte golpe en mi hombro derecho, llevándonos lejos, directamente a un callejón, haciéndonos caer fuertemente en el piso, que en mi caso hizo darme un fuerte golpe en la cabeza, generandome un horrible dolor en tal parte. Trate de sostenerme y saber que estaba pasando, pero mi visión se iba nublando y la oscuridad del lugar tampoco ayudaba.

-¡No! ¡No! ¡Por Favor! ¡AHH! 

Me aterre cuando identifique que esos gritos provenían de Yugy, intente gritar pero el miedo y la confusión parecían haberse tragado mi voz, comencé a llorar al escuchar las patadas y los ahogados gritos que probablemente mi amigo hacia, tras unos instantes escucho el sonido de un cuerpo desplomarse y unos pasos acercarse a mi, intento levantarme y escapar, pero el hecho de no sentir mis piernas hizo que cayera directamente al piso, no se  que tan fuerte fue el impacto del golpe, pero sin duda inmovilizo cada parte de mi ser. Siento unas manos agarrar fuertemente mi cuello, levantando mi rostro muy cerca de el del desconocido, cerré fuertemente mis ojos como un modo de protección que obviamente no serviría.

-Por favor... -dije débilmente, no sabia que quería de mi ni mucho menos que me haría, pero sin duda no seria para nada bueno-

-Es una lastima, siendo tan lindo -siento una respiración muy cerca de mi cuello para luego sentir dos punzadas muy fuertes, haciéndome gritar y abrir rápidamente mis ojos por el terror y el dolor combinados, intento alejarme pero es imposible con las fuertes manos en mis hombros. El insoportable dolor en mi cuello no desaparecía, tampoco los labios y al parecer grandes colmillos que perforaban mi piel, todo esto hacia que mi cuerpo ardiera completamente por varios instantes, pero, de a poco siento como voy perdiendo mis fuerzas, cierro mis ojos y dejo que mis brazos caigan, ya no tengo energías ni para gritar, ni para resistirme, ni siquiera para pensar, solo tenia energías para ya rendirme.

-¡Aléjate! -escucho  a lo lejos, cuando siento que la presión en mis hombros y cuello desaparecen- Lárgate, ahora, si no quieres que se ponga peor - esa misma voz, aunque fuera grave de cierta forma me relajaba, sentí unos pasos alejándose tranquilamente mientras escuche otros acercándose rápidamente a mi-

-Tae, no lo podemos dejar así...

-Hazlo tu si tanto te importa.

-Sabes que no se como hacerlo y que tampoco podría controlarme, vamos, hazlo, se que te también te importa, no hubieras reaccionado así si no lo hicieras...

No entendía nada de lo que estaba pasando, ni ese pequeño debate, ni el porque esas personas estaban ahí, ni los cuidadosos y largos dedos recorriendo mi rostro para luego sostener mi cuello, ni el "Lo siento" cerca de mi oído, ni mucho menos la misma presión en mi cuello que minutos antes sentí, pero que ahora en vez de darme una sensación de agonía me da una de tranquilidad y alivio, generando una cierta paz en mi. Ya no siento mis ojos pesados, ahora están tranquilamente cerrados, dejándome desfallecer en paz.