Capítulo XXXI

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Maratón

No puede hacerlo, no tiene palabras de cómo explicarle a su familia que su pequeño bebé no es su hijo si no de alguien más, ¿cómo decirles que ese niño no lleva su sangre?

Todos los invitados y familia lo miran paciente esperando sus palabras lo que desea decirles, pero él se encuentra tan nervioso que no sabe cómo empezar a explicarles lo que realmente está pasando en su vida en éstos momentos.

-Vaya, parece que nuestro pequeño primo es padre- La voz de su primo Arturo rompe el silencio que se había formado- y pensé que era el más serio de la familia- Su voz era irónica y sínica habla sin mirarlo, solo esta recargado sobre la pared.

Por ese comportamiento tanto como Brayan y él no lo soportaban, suspira no le contestara.

-Arturo compórtate- La voz molesta de su tía Mariela invade el living, el chico solo rodo los ojos molesto se escucha maldecir entre dientes-Cariño, tu pequeño es hermoso.

-Muchas gracias, tía Mariela- Observa a su pequeño bebé, se encuentra dormido entre sus brazos.

- Es hermoso, primo- Habla esta vez su prima Natalia, le sonríe.

-Cariño- Voltea su cabeza hasta donde estaba sentada su abuela- ¿Dónde está tu novia?, queremos conocerla.

-Sí, queremos conocer a la mamá-Ahora habla su otro primo mayor John-¿Dónde está?

Ante aquella pregunta su sonrisa se desvanece por completo, sabía que le preguntarían por ella.

-¿Qué pasa?- Pregunta su tío, el hermano mayor de su padre, al ver el desplante de aquel chico- Jacob, te has puesto pálido, ¿estás bien?- Asiente un par de veces.

Su hermano lo toma de los hombros para ayudar a que se siente en la silla que se encuentra detrás de él.

-¿Quieres que lo cargue?

-Por favor.

Los invitados y la familia vena muy raro el comportamiento de Jacob, suspira antes de hablar.

-Ella..., no va a venir.

-¿Por qué?- No alza la mirada al escuchar la pregunta.

-Elizabeth, la madre de ángel murió hace 1 semana.

Todo el mundo se queda en silencio, solo se escuchan algunos murmureos Jacob más nervioso no podía estar, las manos la tenia sudando y los piernas no las podía dejar de mover.

-Hijo...-No desea alzar la mirada, sabe si ve a algún miembro de su familia llorara, es lo que desea evitar, aún extraña a Elizabeth- lo sentimos –Era la voz de su abuela materna- no sabíamos, se que debe ser muy doloroso para ti.

Cubre su rostro entre sus manos intenta todo lo posible para no llorar enfrente de su familia, pero no puede evitarlo es tan doloroso recordarlo.

-Lo... lo siento, solo que aún es muy triste al recordarlo- Dice entre voz temblorosa, sin mirarlos- aún me pongo sentimental.

-Te entendemos, no debe ser fácil perder a la chica que amas-Aleja sus manos de su rostro para mirar a su prima, suspira.

-Sí, Natalia y mucho.

Pero aún faltaba lo peor eso no era todo, cada minutos que pasaba estaba más nervioso.

-Bueno... ¿es todo lo que tenias que decirnos?- Regresa ver a su abuelo paterno, sentado ha lado de su padre.

-Tu madre nos dijo por teléfono que nos tenias que decir algo importante.

Suspiró, lo que tendrá que decir no será nada fácil para él.

-No, hay algo más-Nervios y más nervios, su corazón late muy rápido sin saber porque se siente tan agitado, es su familia no desea ser juzgado y mucho menos que critiquen a ángel-Mi pequeño, ángel no es mi hijo.

-¿Qué?

- Es hijo de alguien más.

Una vez más el living se queda en silencio, vuelve a bajar la mirada para evitar a su familia.

-Primo, necesitas explicar lo que estás diciendo- No alza la mirada solo escucha, las preguntas y murmureos que han comenzado- ¿Cómo que ángel no es tu hijo?- La voz de Natalia lo pone aún más nervioso, su familia debe saber todo.

Alza la mirada y gira su cabeza hacia otro lado para evitar las miradas, necesita ordenas sus pensamientos antes de volver hablar.

ÁngelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora