Ángel

Capítulo XXXVII

Sin poder evitarlo maldijo, su madre solo río por la escena que estaba viendo.

-Es..¿en serio?- Observa molesto y sorprendió a su madre, ella asiente- esto sucederá siempre...

-Casi siempre.

Vuelve a maldecir.

-Tú padre, se llevó varios accidentes contigo y tu hermano.

- Mamá, por favor...

-Ya no diré nada más, Jacob- Responde divertida, mientras su hijo se limpia su camisa con la primer aprenda que vio.

-Gracias.

Ella ríe, Jacob vuelve a levantar las piernas para terminar de limpiarlo y colocarle su pañal.

-Ángel por favor, que no vuelva a ocurrir ese accidente.

Había escuchado varios casos o con su padre que cuando es un niño, bueno... ocurren accidentes como estos, toma una tolla seca para terminar de limpiarlo, su madre lo observa cuidadosamente,

Ella solo asiente, Jacob sigue su trabajo sin voltear a verla, termina de limpiarlo con la tolla seca y baja sus piernas

-Bueno... ahora vamos con la crema

Toma la pequeña crema y la abre para colocársela antes de colocarle el pañal, con mucho cuidado pasa su mano solo aplica muy poco, deja aún lado la crema y toma un pañal limpio lo abre despacio y con cuidado

Vuelve alza las piernas de Ángel y coloca el pañal debajo de él, recuerda cada paso que le había dicho su madre días atrás puede escuchar la música de lejos solo unos minutos más y al fin le puso el pañal.

-¿Estás sudando?- Jacob niega y termina de vestirlo.

-Dios, que complicado es esto.

Dice sentándose en la cama.

-Un poco, pero después tienes más agilidad para hacerlo- Jacob asiente, comenzó a recoger las cosas, ahora su bebe se encuentra más tranquilo.

-¿Y?...

-Hiciste un buen trabajo, cariño.

Suspira, nervioso y emocionado por estar viviendo esta experiencia.

-Mamá, puedes llevarte a Ángel me tengo que cambiar.

-Por supuesto cariño-Toma su nieto entre sus brazos y sale de la habitación.

Su vista se concentra en su amigo han estado en la habitación casi 1 hora y él sigue durmiendo, ni los movimientos, ni las platicas de con su madre lo hicieron despertar.

-Si, que tienes el sueño pesado.

Camina hasta su closet para sacar una camisa limpia, olía aún a la pequeña gracia que le había hecho su hijo minuto atrás.

-Bueno... seguirá pasado, eso no cabe duda.

Se encontraba dando la espalda a la cama sin darse cuenta de que su amigo se había despertado.

-Tranquilo, mejor cuando no haya nadie en tu casa- Su voz se escucha adormilada y coqueta.

-No seas idiota Thomas- Le avienta la camisa sucia hacia su rostro, Thomas río.

El rostro de su amigo cambia por completo, hace una mueca al oler la camisa.

-Pero... ¿qué?

-Le cambie el pañal a Ángel unos minutos y bueno...-Dice terminándose de abrocharse la camisa

-Qué asco Jacob -Tira la camisa muy lejos de él, al otro lado de la habitación.

Jacob río.

-Aunque ya te dio la bendición, *HOLA PAPÁ*- El chico castaño dio una gran carcajada, provocando la molestia de Jacob.

-Ja ja- Rio sarcásticamente, dejando su camisa en el bote donde se encontraba la ropa sucia- no me hace mucha gracia.

-A mi si, además sabes cual es lo más gracioso.

-¿qué?

-Que lo hará constantemente- Recibe un almohadazo por parte de Jacob, él solo ríe.

-Dirás horroroso.

Jacob sale de la habitación escuchando la burlona risa de Thomas.