—Buenas noches, Jared —le digo y cierra la puerta. Desde pequeña, sin saber porqué, me es muy jodido llamarle "papá", así que siempre le he dicho Jared. Igual, creo que él también ya está acostumbrado.
He desperdiciado toda la tarde viendo películas, a pesar del cúmulo de tareas que a mis amados y divinos maestros les ha dado por dejarme. ¡Pues a joderse todo el mundo y me incluyo! Me iré a dormir y esperaré a ver que me dirán mis amores por no llevar nada mañana.
Cuando estoy a punto de acostarme suena la puerta principal. La ignoro, y entonces la golpean con más fuerza. ¿Qué mierda? Me digo. ¿Quieren tumbar la casa a golpes, o qué?
Bajo rápidamente dispuesta a echar a quienquiera-que-sea que esté tocando casi a las 11 de la noche. Se me corta un poco la respiración al ver que ese quienquiera-que-sea es mi mejor amiga, con la cara ensangrentada y el cabello hecho jirones por la lluvia.
—¡Ali! ¿Qué te pasó? —le pregunto.
—Déjame pasar amiga —me suplica y veo que está llorando— ¡Por favor! —me ruega. Siento que en cualquier momento se va a tirar al piso de rodillas para que la deje pasar.
—Claro, pasa. No te preocupes —le suelto con calma. Ella entra, se sienta en el sofá y me pide un vaso con agua. Tiene un raspón en la rodilla y parte de sus prendas desgarradas además del labio sangrante. Está temblando y su mirada divaga por las paredes de mi casa como si en cualquier momento fuera a derrumbarse.
Desde pequeña conocí a Allison porque vivíamos en el mismo barrio. Al principio nos burlábamos de ella con mis otras amigas, pero luego, ¡sorpresa! Comencé a charlar con ella y descubrí que era aún más genial que todo ese grupo de perras. No estábamos en el mismo colegio, pero nos veíamos casi a diario. Allison es mi otra mitad, es la persona con la que hago locuras sin dudarlo, con la que podríamos pasar por un par de lesbianas pero ambas somos perfectamente heterosexuales. En pocas palabras, amo a esa estúpida.
Luego nos mudamos, no muy lejos, por lo cual nunca perdimos el contacto. Allison vive en casa con sus padres: Harold y Nathalie Greece. Una pareja de abogados que, a pesar de todos los problemas, aún siguen juntos; y con su hermano, Derek, que está haciendo planes para irse a vivir con su novia Pauline, que aunque tiene un par de años más que Derek luce como toda una niña de 17 años. Es imposible verla sin sonreír por toda la maldita ternura que produce.
Hace unos meses ambas entramos al primer semestre de Universidad, pero por problemas de dinero, lo hicimos en establecimientos distintos. Es un infierno, pero bueno. Todo sea por ser alguien en la vida, ¿no?
Allison hizo nuevos amigos, pero la perra afortunadamente no me abandonó. De hecho me la llevo muy bien con ellos: John es demasiado alto, tiene una hermanita llamada Johanna —algo debe tener su madre con esos nombres—, y es atractivo, aunque no es mi tipo. Amy es histéricamente divertida, se la pasa haciendo locuras todo el tiempo y no hace mucho acaba de nacer su hermanito Paul McLauren. Allison se la pasa riéndose todo el tiempo con ellos y conmigo, e incluso creo que debe reír cuando está sola. Por eso me sorprende tanto verla así.
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Seduciendo a la muerte
Misteri / ThrillerEn una Universidad de Miami, Florida, el nombre de Allison Greece empieza a resonar en las paredes debido a su excelente nivel académico. Lo que nadie sabe es que esto no lo consigue con méritos, sino que ha estado seduciendo a todos los profesores...