4. Las pellas y el alcohol

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En mitad de la noche me desperté gracias al llamado "Radio Ángel". Los ángeles seguían alterados y asustados por la fuga de Lucifer. Al abrir los ojos me sonrojé al darme cuenta de que me había quedado dormido apoyado en Dean viendo la película. Me levanté con cuidado de no despertar a los demás y fui a la cocina a tomar uno de los ibuprofenos que me había dado la enfermera del instituto.

Después de tomarlo me fui a la habitación a tumbarme en la cama y, como no conseguía volver a dormirme, me puse a escuchar la música que solía escuchar Dean en una "Mixtape". Al acabar de escucharla ya era casi la hora de despertarse, por lo que dejé la cinta encima de la mesa y fui a la cocina a preparar los desayunos de todos, o al menos a intentarlo.

Preparé zumo de naranja para todos y café que podía durar perfectamente una semana y media, lo de las medidas no es lo mio. Después me dediqué a hacer huevos con bacon intentando no quemar la casa.

-Que bien huele por aquí... ¿Quién está haciendo el desayuno? -Preguntó Charlie saliendo de su habitación.

-Buenos días Charlie -dije desde la cocina- ya que yo no duermo mucho he decidido hacer hoy yo el desayuno

Charlie se acercó a mí y me dio un par de besos junto a un "Buenos días". Se bebió su zumo y cogió su café junto con un plato con huevos y Bacon. Después de comer un poco me dijo que estaba muy bueno y se sentó en la mesa a desayunar.

Se fueron despertando uno a uno y viniendo a desayunar lentamente. El último en llegar fue Dean ya que se había ido a cambiar a su habitación antes de desayunar. Todos desayunamos a nuestro ritmo y preparamos las cosas para ir al instituto pero entonces me volvió el dolor de cabeza junto con las voces. Lo cierto es que nunca pensó en lo pesados que eran los ángeles hasta ahora.

-Deberías quedarte en casa, Cas -dijo Sam cogiendo su mochila- si quieres le llevo yo el trabajo al de historia

-Si, es mejor que te quedes en casa, hermanito. Los ángeles pueden llegar a ser muy pesados y cuesta bastante tiempo acostumbrarse a ellos -Afirmó Gabriel poniéndose al lado de Sam

-Yo me quedaré contigo, no es bueno que te quedes tú solo en casa con eso en la cabeza, no te vayas a suicidar -Dijo Dean riéndose- además, saltarme clases no es algo que me preocupe

-Entonces... ¿quién conduce? -pregunta Charlie apoyándose en el marco de la puerta

-Sammy, trata bien a mi bebé. Como vuelva con un rasguño aparecerá un payaso en tu cama todos los días de tu vida

Sam cogió las llaves del coche asintiendo con la cabeza, cogió el trabajo de mi habitación y se marchó junto con los demás. En ese momento miré a Dean, estábamos solos, él y yo, durante todo el día.

- Y ahora... ¿qué hacemos? -Pregunté esperando una respuesta sentado en la parte de arriba del sofá.

-Lo cierto es que no tengo ni idea -se rió y se estiró bostezando- lo primero que voy a hacer va a ser ducharme... debieras hacer lo mismo, y después ya veremos lo que hacemos, vale?

Asentí y me fui a la habitación para quitarme la ropa y entrar en el baño de esta. Puse la radio y entré en la ducha cantando y bailando algunas de las canciones que iban saliendo usando los botes de champú como micrófono. Una vez terminé de ducharme me puse una toalla en la cintura y me sequé el pelo con otra, salí del baño a la habitación, me puse el pantalón y salí de allí hacia la sala mientras me ponía la camisa. Dean ya se había duchado y me estaba esperando en el sofá.

-Y ahora... ¿qué hacemos? -volví a repetir la pregunta mientras me acababa de vestir

-¿Qué te parece si nos tomamos unas cervezas mientras investigamos dónde puede estar lucifer? -Me respondió mirándome de arriba a abajo de una forma un tanto extraña

El amor de un ángel (Destiel/Sabriel)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora