El amor de un ángel (Destiel/Sabriel)

//ESPECIAL// ¿Cómo un chico como tú en un sitio como este?

Punk!Cas AU

Había bajado a la tierra un par de veces cada año antes de la definitiva. Cada época me aportaba algo diferente, pero, sin duda, el mejor modo de vida era el punk. Puede que los punks sean de las personas más juzgadas por la sociedad por ciertos prejuicios, pero son los más libres, pasotas y, definitivamente, los que mejor se lo pasan en cualquier sitio.

Antes he puesto que había bajado a la tierra cada año antes de la definitiva, y os preguntareis algo así como "¿La definitiva? Si bajas dos veces cada año". Pues bien, la última vez que bajé fue hace hoy exactamente un año y desde entonces estoy aquí, viviendo como un humano más... bueno, como un punk más, salvo por algo que me hace algo más especial. Podría decir que eso especial es que soy un ángel, pero como eso lo sabe todo el mundo que me esté leyendo, y sino... ¡Sorpresa, soy un ángel del señor de esos con alas y el arito encima de la cabeza! No, eso es broma, no tenemos ningún aro encima de la cabeza, eso sería bastante absurdo, la verdad... Bueno, como iba diciendo es que lo que me hace especial no es ser un ángel, que también, sino el motivo por el que me quedé en la tierra: Los Winchester. Sé que os estaréis preguntando cómo sucedió todo, cómo es que me quedé aquí y todas esas cosas, por lo que os voy a contar, más o menos, todo lo que pasó.

Corría el año 1876 cuando... ¡Que es broma! Ahora en serio, era el año 2017, enero concretamente, cuando decidí hacer una de mis visitas por la tierra. Como otras veces, elegí ponerme en mi modo punk e ir a ver que se olía por los institutos de Virginia, eligiendo esta vez el Instituto Liberty para pasar un par de semanas antes de volver al cielo con los demás ángeles. El principio de la semana fue como todas las demás cada vez que iba a un instituto, miradas de asombro y curiosidad por parte de todos los alumnos y de extrañeza por parte de los profesores.

Casi siempre me dedicaba a hacer lo mismo, sentarme al final del aula en cada clase, observar todo lo que pasaba, hablar con algún que otro alumno que se fijaba en mi por cualquier razón, hacer algún que otro examen para ver cómo iban avanzando en contenidos y esas cosas, pero esta vez era distinto. Iba yo con la mochila hacia una de las mesas libres de la biblioteca cuando vi como unos chicos, aparentemente del equipo de fútbol, le tiraban lo que parecían apuntes a otro. Me acerqué antes de que se fueran, dándoles un toque de atención, "Hey, Assbutt" fue lo único que se me ocurrió decir para que se girasen y, de hecho, funcionó. El que parecía ser el líder se acercó a mi con aire de superioridad y me empezó a hablar mientras me miraba de arriba a abajo, como si me estuviera escaneando o algo así.

- ¿A ti qué te pasa, canijo rarito? -Empezó diciendo sacando pecho- ¿A caso vas a defender al rarito de Winchester?

-Vale que sea de estatura baja, pero eso nunca ha sido un problema. Por supuesto que le voy a defender, vuestro comportamiento con "el rarito de Winchester" no me parece normal, por lo que voy a llamaros anormales, ¿vale? Bueno, pues anormales, os vais a disculpar ahora mismo con "El rarito Winchester" -Cada vez que decía El rarito Winchester hacía el signo de comillas con las manos, no fueran a pensar que lo decía en serio-

-¿Anormales? Te la estás jugando, canijo punkarra -Dio un paso más hacia mí, quedándose a unos centímetros de mi- ¿Y si no lo hacemos qué? ¿Nos pegarás?

-Me estás cansando, anormal -Con una mano le aparté de mí como si nada- Si no lo hacéis me veré obligado a intervenir

En ese momento, el mayor se quedó asombrado por cómo le había apartado y, al ir a pegarme, le esquivé la mano, usando mis "poderes" de ángel para dejarle inconsciente en el suelo con un solo toque en la frente. Todos se quedaron impactados ante aquella escena y la mayoría de los amigos del chico se fueron corriendo. Después de hacer que despertara, este se fue corriendo junto con el único chico que se quedó a su lado.