Capítulo Veintiuno. No Hay Promesa Que No Cumpliré.

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// Bella historia: están haciendo arreglos en mi casa y no he podido escribir, mi más grande disculpa si este cap está "meh".

Y plis no se fijen en las fechas de estas fotos 😂 no siempre les presto atención cuando las pongo... //

Lo veía y no lo podía creer; ¡Miles estaba enorme!

Sarah estaba afuera con Bill, Tom y mi madre. El día estaba genial, así que decidimos salir y pasar el rato en la piscina. Mamá estaba hablando con Sarah cuando sonó el timbre y salí a abrir la puerta esperando ver a mi hermana y a un pequeño bebé de poco más de siete meses.

Lo que encontré por supuesto que fue mi hermana, pero el pequeño Miles se veía más grande de lo que esperaba.

Rachel sabía que estaríamos en Miami por un par de semanas, así que cuando me vio me abrazó con el brazo libre. Miles descansaba la cabeza en su hombro y al ver su manita aferrándose a uno de los mechones de su cabello mis ojos se abrieron de par en par.

- ¡Hola! – Cogió mi mano y me miró por un momento, - ¿Cómo estás? ¿Y Sarah?

Sonreí, llevaba el bolso y la pañalera en el hombro; le quité un poco del peso de encima y la vi cambiar a Miles de lado.

- Estamos bien, ¿tú?

Sarah cruzó hacia la cocina y al ver a Rachel prácticamente se echó sobre ella.

- ¡Raaachel!

Las dos se abrazaron y no me sorprendió ver que Sarah sacó a Miles del segurísimo brazo de nuestra hermana mayor.

- ¿Cómo están? – Sarah saludó también y cogió la mano de Miles, abriendo la boca al mirarlo. - ¡Apenas te reconozco, guapo!

En las últimas fotos que habíamos visto de nuestro sobrino, Miles no lucia tan grande. Sarah sonrió al ver a Rachel.

- Bien. – Contestó. - ¿Van a nadar? – Señaló a nuestra ropa.

Sarah llevaba un vestido de tirantes azul y se veían las cintas rosas del traje de baño que llevaba debajo. Yo llevaba unos shorts y una camiseta blanca, lo que me delataba al igual que a Sarah eran las tiras del bañador.

- Sí, no pudimos resistirnos. – Le contó Sarah. – Bueno... Bill, Bill no pudo.

Puse los ojos en blanco.

- ¿Y tú no? – Pregunté.

Rachel suspiró.

- De acuerdo, necesito irme al trabajo. – Señaló a la pañalera. – Mamá ya sabe dónde está todo.

- ¿Vienen a cenar? – Pregunté.

Rachel encogió los hombros y le dio un beso a Miles.

- Llegaré apenas salga del trabajo. – Nos aseguró, - ¡ustedes dos tienen MUCHO que contarme!

Soplé con cansancio imaginándome aquella noche, para Tom de seguro resultaría reconfortante no tener que pasar la noche contestando más cuestionamientos de papá.

Rachel se despidió de cada una y echó un vistazo a su reloj de pulsera antes de apresurarse a regresar hasta su auto. Sarah y yo la observamos desde la puerta y al ver que arrancó cerramos la puerta a nuestras espaldas.

Regresamos afuera y Sara cogió su sombrero de uno de los sofás.

- ¿De verdad? – Pregunté.

Sarah le puso el sobrero a Miles y salió al jardín con nuestro sobrino en los brazos. Anunciando que había llegado. Encontramos a Mamá hablando con Tom, que estaba sentado en una de las cómodas sillas del jardín; Bill estaba cerca, con los pies metidos en la piscina al sentarse en la orilla.

Dream Machine (KOS Temporada 2. Tom Kaulitz Fanfiction)Where stories live. Discover now