Capítulo Veintidós. No Me Sorprende.

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//Adivinen quien escribió esto en la madrugada y se quedó dormida sIN SUBIRLO!!! 😭
Yo merengues. //

Estiré la espalda todavía sentada en la silla frente a Tom. Tenía un filete de salmón en el plato y una pequeña porción de verduras a medio comer. Pasé la mano sobre la pantalla de mi teléfono en una esquina de la mesa y por el rabillo del ojo revisé si tenía alguna notificación.

Nada.

- No lo puedo creer, - Tom se quejó con las cejas alzadas y una media sonrisa en el rostro - ¡cuando pase sabrás! Dale espacio...

Arrugué la nariz y cerré los ojos, ¡claro que lo sabría, por eso necesitaba revisar mi teléfono! 

- Ay, por favor... seguro te mueres por saber cómo van las cosas con tu hermano. – Señalé.

El restaurante donde estábamos tenía una bonita área al aire libre en el fondo. Podría verse la playa y algunos edificios con las luces encendidas en el fondo. Los dos nos sentamos afuera para disfrutar un poco del viento y la vista, a Tom le parecía todo muy parecido a California aunque a veces por eso mismo se confundía al encontrar las diferencias.

- Solo un poco. – Argumentó al cortar su filete. – Pero supongo que si a mí me tocó hacerlo a solas, a él también debería.

Suspiré. Tom se llevó el tenedor a la boca encogiendo los hombros y continuó comiendo.  Recordé cómo fue su propuesta e hice un puchero; aquello no tenía mucho de romántico, me ofreció un anillo y me dijo un par de cosas sentidas y honestas...más allá de eso no hubo besos y en ese momento ni siquiera una emoción real por esa boda.

- No sé qué dirá Sarah. – Admití al fin.

Tom frunció el ceño y cogió una servilleta para limpiarse la boca antes de hablar. Dobló la servilleta y la dejó junto a su plato al estirarse por la cerveza sobre la mesa.

- ¿De qué hablas? – Cuestionó.

Me incliné hacia el frente sobre la mesa.

- Ya sabes, - empecé, - tiene mucho que pensar.

Observé a Tom.

- ¿Crees que dirá que no?

Parpadeé un par de veces, apartado la mirada hacia la vista a mi derecha; vi las luces a lo lejos y encogí los hombros.

- Sé cuánto quiere a Bill, pero desde lo de Fred no creo que este bien.

Tom suspiró sonoramente y le dio un trago a su cerveza antes de hablar. Su gorra estaba sobre a un lado sobre la mesa y su cabello no estaba del todo en su lugar.

- Es un niño idiota. – Opinó con seriedad.

Me detuve y lo observé, él regresó la atención a su plato con una línea formándose entre sus cejas, resultaba que ese tema lo molestaba más de lo que imaginaba. Volví a echar un vistazo a mi teléfono.

- De cierto modo lo entiendo.

Tom soltó una risa sarcástica parecida a un bufido.

- No. – Me miró desde detrás de las pestañas oscuras. – No lo entiendes.

Tomé los cubiertos y volví a buscar partir un trozo de salmón, pidiéndole que en tal caso me hiciera el favor de explicarme.

- Bill vio algo en ella desde que se conocieron. – confesó y se llevó un dedo a los labios, diciéndome que era una secreto sin decirlo. – Sé que le gusta desde San Francisco.

Me sorprendí al escuchar aquello. No recuerdo haberlos visto hablar mucho durante aquel viaje, más bien parecía que ella y Fred estaban a punto de dar el salto al vacío, a no ser por la noticia de que el pelirrojo se iría a la universidad a California, estaba segura de que habrían sido novios de forma oficial después del viaje.

Dream Machine (KOS Temporada 2. Tom Kaulitz Fanfiction)Where stories live. Discover now