Coffee and Whispers (Minsung)

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Jisung se encontraba en la oficina de Changbin dentro de la editorial. El cual, además de ser uno de sus más grandes amigos, era el editor de la novela que estaba por publicar en físico. Y de todas las que vinieran, en palabras del mayor.

—Ya discutimos esto, Jisung. Tu nombre debe aparecer en el libro.

—Mis obras se caracterizan por el anonimato de quien las escribe, nadie sabe quien es la persona detrás de cada escrito, y a mí me gusta que sea así.

Changbin pasó sus manos por su rostro, visiblemente cansado y frustrado.

—Las publicaciones en físico no funcionan como en la web.

—¿Según quién?

—Por dios, Jisung. No puedes esperar que la gente compre un libro sin saber quién lo escribió —insistió Changbin, apoyándose en la mesa con los brazos cruzados.

Jisung se mantuvo firme, su expresión imperturbable. —Lo sé, pero si quiero que mi estilo se mantenga, necesito ese anonimato.

Changbin suspiró y se dejó caer en la silla. —Mira, Jisung, la editorial “Streetlight” ha invertido mucho en ti. Tienes que entender que la promoción es esencial. Sin una cara que los lectores reconozcan, será difícil captar su interés.

—No necesito reconocimiento. Solo quiero que mis palabras hablen por mí. —Jisung se cruzó de brazos, mostrando que no estaba dispuesto a ceder.

Changbin se quedó en silencio por un momento, pensando en cómo abordar la situación. —Podríamos llegar a un compromiso. Tu nombre en la portada, pero sin foto ni biografía en la contraportada. Tal vez una breve descripción del libro, algo que intrigue a los lectores.

Jisung se quedó pensativo. La propuesta de Changbin parecía más razonable. Sin embargo, la idea de que su nombre brillara en la portada seguía causando un nudo en su estómago. —Solo el nombre. Nada más.

Changbin sonrió, aliviado. —Eso es un inicio. Ahora, hablemos de la estrategia de lanzamiento. Necesitamos planear un evento, algo que genere expectativa.

—¿Un evento? —Jisung frunció el ceño—. No quiero presentarme ante un público.

—No tienes que hacerlo solo. Podrías tener un representante, alguien que hable de ti sin revelar tu identidad.

—Suena complicado. —Jisung se pasó la mano por el cabello, sintiendo el peso de la decisión.

Changbin se recargó en la mesa, con un aire de determinación. —Si quieres que tu obra tenga un impacto real, necesitas abrirte un poco. No se trata solo de ti, también es tu arte.

Jisung miró por la ventana, dejando que las palabras de Changbin calaran hondo. —Está bien. Solo mi nombre, y veré qué puedo hacer sobre el evento.

—Eso es todo lo que pido. —Changbin sonrió—. Ahora, hablemos de la portada. Quiero que sea impactante, algo que capte la esencia de tu novela.

La conversación continuó, mientras el aire de la oficina se llenaba de planes y posibilidades, y Jisung comenzó a visualizar cómo su obra, aunque en parte oculta, empezaría a tomar forma en el mundo literario.

(...)

Una semana después, Jisung se había embarcado en la tarea de perseguir a su amigo por todo su local, con el fin de conseguir lo que había ido a buscar.

—Por favor, Lixie. Serán solo unos días.

—Sung, sabes que te amo, pero no puedo pararme frente a un montón de personas desconocidas, incluida la presa a hablar de una historia que no es mía.